El debate por la admisión paritaria en la U. Nacional
Mientras en el Congreso se discutía el artículo sobre paridad, en la Universidad Nacional se daba un debate sobre si, en la sede La Paz, se debería continuar admitiendo el mismo número de hombres y mujeres.
A mediados de 2019 la Universidad Nacional inauguró la sede La Paz, ubicada en el departamento del Cesar. Como se trataba de su sede más reciente, las directivas vieron la oportunidad de experimentar con esta y crear modelos pilotos para solucionar fallas que veían en otros lugares. Se determinó que en La Paz, por ejemplo, solo serían admitidos estudiantes que hubieran hecho mínimo dos años de bachillerato en los departamentos del Magdalena, La Guajira y, por supuesto, Cesar. Esto, con el fin de compensar por el hecho de que los estudiantes de la región suelen tener menores puntajes en la prueba de admisión y no querían que compitieran con los que vienen de colegios de mayor calidad. Querían darles más oportunidad.
Además, La Paz también empezó a experimentar con una admisión quizá más controversial: la paritaria. En el segundo período de 2019 y los dos del 2020 decidió intentar que entraran a la Universidad el mismo número de hombres y mujeres. ¿Cómo? Haciendo un promedio diferencial entre hombres y mujeres a la hora de calificar los exámenes. “De esta manera se garantiza que, efectivamente, se puede incluir un número más alto de mujeres, porque hay toda una discusión sobre si las pruebas estandarizadas podrían tener sesgo de género. Es decir, que favorecen que a los hombres se les califique mejor”, cuenta Marcela Camacho, vicerrectora de La Paz. Así, la más reciente sede de la Nacional se convirtió en la única de las seis con admisión paritaria.
Sin embargo, la medida, que llevaba de corrido tres cohortes, ha creado divisiones en la misma universidad. La Oficina Jurídica, liderada por un abogado y nueve abogadas, la considera una medida institucional. “Esta decisión arbitraria evidencia la falta de comprensión y reconocimiento no solo del propósito de las medidas positivas y su efectividad en el sistema educativo, también pone de manifiesto el desconocimiento de la política institucional de equidad de género e igualdad de oportunidades, la cual orienta las decisiones institucionales partiendo del reconocimiento de la existencia de desigualdades de género y su entrecruzamiento con otras formas de desigualdades y exclusiones en la sociedad”, es la alerta que da el Observatorio de Asuntos de Género de la Universidad Nacional en un comunicado.
En réplica, Olga Lucia Guzmán, una de las abogadas de la Oficina Jurídica, aclara que lo que ellas hicieron fue emitir simplemente un concepto y no tomar una decisión. “La Dirección Jurídica Nacional no tiene competencia para emitir decisiones, mucho menos para expedir normas”. Comenta, también, que el concepto que dieron advirtiendo que la admisión paritaria no es constitucional se basa en varios aspectos.
Uno de estos lo explica Lorena Russi Noguera, quien hizo parte de la Dirección Jurídica cuando se emitió el concepto. “Cuando se reconoce una tarifa mínima de inclusión en espacios públicos, como en el Congreso o con la ley de cuotas, implica decir que la mujer no es capaz de lograr las cosas por sí sola. Y estamos de acuerdo en que hay una discriminación histórica, pero esto viene cambiando es gracias a nosotras mismas”.
Otro de los puntos que temen desde la Oficina es que con esta medida se asuma que la universidad está insinuando que las mujeres de la región tienen menos capacidades que las del resto de Colombia. “Esto no tiene ningún estudio ni consideración de por qué se hace en esta región y no en otra. Solo dice: ‘Ustedes son diferentes’, comenta la abogada Laura Manzano Jiménez, quien también hace parte de la Oficina.
Para la vicerrectora Camacho la respuesta a esta última duda es simple. La Paz está haciendo una prueba piloto que, con el tiempo, podría extenderse a todas las sedes de la Universidad. Pero para Jairo Iván Peña Ayazo, director de la Oficina, el argumento es muy débil. “Si viene una mujer de cualquier otro lugar del país a preguntar por qué ellas tienen ese tratamiento y yo no, no habría una respuesta; no una jurídica y constitucional”.
Ambas partes, eso sí, aclaran que ninguna decisión está tomada y que es rol de las directivas de la universidad determinar el futuro de estas admisiones. La vicerrectora Camacho se mantiene optimista en que la recomendación que dio la Oficina Jurídica no aplica a todas las admisiones sino a esta última. Debido a la pandemia, la Nacional no pudo hacer sus propias pruebas, y “eso lo ven como un problema porque no tenemos control”. La Oficina, por su parte, insiste en que ellos se limitaron a dar una recomendación sobre la resolución que habla de paridad.
¿Cuáles son las cifras de hombres y mujeres en la Universidad Nacional?
Uno de los puntos importantes que señala el comunicado del Observatorio es que, incluso con la admisión paritaria no es suficiente para lograr que entren “miti y miti” de hombres y mujeres a La Paz. Solo por citar la última cohorte (2020/2), en la que ya había admisión paritaria, mientras el 48 % de aspirantes era mujeres, solo el 47 % fueron admitidas. De los hombres el 52 % eran aspirantes y el 53 % fueron admitidos. Es decir que hay una tendencia a que sigan entrando más hombres incluso con la admisión especial. De hecho, tras notar que el promedio de mujeres matriculadas en la Nacional no llegaba al 37 % en comparación con los hombres, en su tesis de maestría de Estudios de Genero, Cindy Caro encontró que parte del problema es que el examen de admisión de la Nacional favorece más a los hombres.
Según la última rendición de cuentas de la sede Bogotá, el porcentaje de hombres matriculados en la universidad ha aumentado ligeramente: pasó del 59,5 % en el primer semestre del 2009 al 62,4 % en el primer semestre del 2020.
››La medida, que llevaba de corrido tres cohortes, ha creado divisiones dentro de la misma institución educativa, que aún realiza las pruebas piloto del tema.