Sobre las Farc
Todos los medios de comunicación decidieron que era tiempo de hacer un “corte de cuentas” al Acuerdo, como si hubiese queda escrito hacer el primero a los cuatro años de suscrito. El Espectador ha publicado diversos artículos de cronología, las heridas abiertas, testimonios de reinsertados..., pero se destacó la síntesis en cuatro logros pendientes, bastante cuestionables, del Estado y la sociedad colombiana. Aquí nace la pregunta, porque independiente de los dos gobiernos que cobija el período, no se realizó el mismo anabolismo con las Farc, tanto en su calidad de contraparte como actuantes políticos donde la representación política es fundamental. Con la misma vehemencia con que exigen al Estado el cumplimiento de lo pactado, las Farc están en mora de mostrarnos detalladamente los logros que han alcanzado, las actividades que están realizando para llevarlo a feliz puerto, un amplio informe de la actividad parlamentaria en materia de proyectos presentados, del trabajo legislativo en representatividad regional y de antiguos frentes, el acompañamiento a los diferentes grupos de reinsertados para evitar la deserciones, la planeación de las actividades productivas para garantizar su supervivencia y que no se convierta en flor de un día para grupos que ya están presentando desilusiones económicas y sociales, abandonando proyectos en los cuales ya se han invertido los escasos recursos y los desertores desaparecen sin que el mismo partido sepa a dónde van a parar o nos puedan responder con responsabilidad por sus acciones en comunidades que los han aceptado, cuando desconocemos cuánto desminado han realizado, las rutas de narcotráfico que en compañía de la Policía han cerrado, quién es el gerente que le muestre al país dónde se ha invertido la ayuda internacional y los recursos presupuestales de dos gobiernos, el estado de resultados de todas las actividades productivas y la viabilidad económica, v. g. engañar a un reinsertado, que desconoce de finanzas y mercadeo, que va salir adelante con mil matas de tomate bajo invernadero, cuando el punto de equilibrio a largo plazo es diez veces más en producción e inversión.
Las Farc no pueden pasar de agache y esperar que la sociedad apoye un proceso donde se han limitado a presentarse como “víctimas de gobiernos incumplidos” y limitar la paz a la espectacularidad de la JEP, la Comisión de la Verdad, etc. Esos antiguos jefes de frentes, hoy honorables congresistas, están viviendo de las mieles de burocracia contra la cual lucharon por cerca de cincuenta años (caravana de carros blindados, unidades de trabajo legislativo, etc.) y cuando termine el plazo de implementación, con el mismo destino que todos los grupos insurgentes que desaparecieron del espectro político.
Las luces, guirnaldas y serpentinas de algunas respuestas a los anteriores interrogantes a las Farc harán el árbol de Navidad 2020.
Fernando Serrano