Santa Fe apuesta a romper la historia y convertirse mañana en el primer equipo colombiano que remonta los tres goles que América le sacó en el partido de ida en la final de la Liga colombiana.
Sería la primera vez que un equipo que perdió el partido de ida por tres goles de diferencia le dé vuelta y se quede con el título de la Liga colombiana.
En ocasiones la memoria incomoda, pero también se esfuma. Y recurrir a esto puede ser un sistema de defensa o, por el contrario, un arma para la batalla venidera. Por eso vale la pena saber cuándo es pertinente ir al recuerdo, cuándo es mejor dejarlo a un lado como si no existiese y crear algo nuevo, una especie de prólogo para los capítulos futuros. Seguramente, en estos días de fiestas decembrinas, esa fue la misión de Hárold Rivera con los jugadores de Santa Fe: olvidar lo que pasó en Cali, el peor partido del año (3-0 frente a América) y recurrir a lo bueno que se ha hecho para construir y soñar con una realidad distinta, en la que no hay imposibles.
En este caso, en el que se habla de charlas motivacionales y de que existe una carga para el ganador y para el derrotado en el primer capítulo, al cuadro bogotano le conviene recordar -aquí sí- que durante 20 partidos fue el mejor de todos siendo el único que sobrepasó los 40 puntos en la fase regular, que ganó 11 veces y que apenas perdió dos para una efectividad del 55 %. Y que también fue uno de los clubes que más marcaron (34 veces) y que menos recibieron goles en contra
››De las cinco finales que ha definido el cuadro bogotano en casa, ganó tres (Pasto, Medellín y Tolima) y perdió dos (con Nacional y Millonarios).
(17). Datos que avalan la gran campaña de un Santa Fe que todavía no pierde en El Campín (ocho victorias y tres empates) y que sueña con hacer lo que nadie ha hecho en el fútbol colombiano: remontar una desventaja de tres goles y salir campeón.
Sumado a lo anterior, hay que destacar que los dirigidos por Rivera anotan una vez cada 43,2 minutos cuando juegan en Bogotá y que en esta temporada tienen 25 goles en casa. Además, en los 11 encuentros que tuvieron de locales nunca se fueron sin marcar. Y si se trata de buscar similitudes, no se puede dejar de lado que en este 2020 ya saben lo que es festejar tres o más veces en su estadio: contra Júnior el 8 de febrero (3-1), frente a Alianza Petrolera el 6 de octubre (4-1), ante Boyacá Chicó el 25 del mismo mes (3-1) y con Medellín el 5 de noviembre (3-0), la única vez que tuvo un resultado igual al que necesitará mañana. Será la oportunidad para sentar un precedente, pues de las seis finales que tiene Santa Fe en torneos cortos (desde 2002) nunca había caído de esa manera en el primer juego. Una ambición muy grande, que no es para nada dudosa y, lo más importante, que tiene el pilar del trabajo hecho a lo largo del camino. Claro, y la ilusión latente de que creer es poder.
Festejar en Bogotá
Si bien América está en la posición más cómoda de esta historia, Juan Cruz Real no quiere caer, ni que sus jugadores caigan, en el pecado de confiarse y ser recordados por dejar ir lo que se trabajó tan bien en Cali. La ventaja es reconfortante, pero llama a la concentración para ser campeones una vez más en Bogotá. La primera vez que el cuadro escarlata dio una vuelta olímpica en El Campín fue en 1982, tras ser el mejor del octogonal final. El conjunto rojo derrotó 1-0 a Millonarios, con gol de Juan Caicedo (se lo anotó a Alberto Pedro Vivalda), sumó 20 puntos, tres más que Deportes Tolima, y obtuvo su segunda estrella. Ocho años después, en un cuadrangular del que fueron parte Nacional, Bucaramanga y Santa Fe, América empató 1-1 con el club cardenal, gracias al tanto de Sergio Angulo, y consiguió su séptima corona. En ese torneo, el equipo vallecaucano terminó con los dos goleadores del campeonato: Antony de Ávila (25) y Angulo (20).
Ya en 1999, en la Copa Merconorte, América derrotó a Santa Fe 1-0 con tanto de Jairo El Tigre Castillo y envió todo a la definición en los penaltis (en Cali el visitante se impuso 2-1). Leonardo Fabio Moreno, Gerson González, Wilson Pérez, Castillo y Diego Gómez no fallaron desde los 12 pasos, mientras que Jefrey Díaz desperdició su cobro luego de que Iván López, Emir González y Adolfo Vallecillas anotaran para el local. Festejo escarlata un 22 de diciembre y ante 33 mil espectadores que llegaron a El Campín. Total, el fútbol no se inquieta ni por cifras ni antecedentes, cosas que se evaporan cuando comienzan otros 90 minutos. Lo que sí está claro es que tanto Santa Fe como América son la clara prueba de que uno es de la misma sustancia de los sueños y que mientras el primero actuará por pura necesidad, el otro intentará sacar provecho de esa situación.