Entre Garzón y Barceló
“El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Lord Acton. de la verdad, incluso suponiendo que se alcance, no justifica el empleo de cualquier medio. La justicia obtenida a cualquier precio termina no siendo Justicia”. La máxima Corte española añade que la investigación criminal “no justifica en sí misma cualquier clase de actuación”. Y agrega que, planteado así, conduce a la desaparición de “controles efectivos sobre el ejercicio del poder, lo que afectaría a la misma esencia del Estado de derecho”. El Tribunal califica la decisión de ordenar las escuchas como “acto arbitrario sin que existieran datos de ninguna clase que indicaran que los abogados mencionados en los hechos probados estaban aprovechando el ejercicio de la defensa para cometer nuevos delitos”.
La Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes ha vinculado formalmente al expresidente de la Corte Suprema de Justicia, José Luis Barceló, a las investigaciones que se llevan a cabo por las interceptaciones al expresidente Álvaro Uribe y lo llama a rendir versión libre. Según el portal La Gazeta, “Barceló deberá entregar las explicaciones pertinentes en todo lo relacionado con las interceptaciones que desde la Corte ordenaron realizar en contra del expresidente Uribe, dentro de un proceso ajeno a él. En su momento, desde el despacho de Barceló se ordenó interceptar el número telefónico de Uribe. Sin embargo, la orden se dio dentro del proceso que se llevaba en contra del congresista Nilton Córdoba. Paradójicamente Uribe no tenía ninguna relación con el caso ni su número tenía ninguna razón judicial para ser interceptado. Aun así, el exmagistrado Barceló ordenó continuar las interceptaciones”. Según el mismo portal, “el analista del CTI Óscar Álvarez admitió que continuó escuchando las llamadas del expresidente a pesar de saber que estaban interceptando a una persona distinta a la autorizada en la orden judicial… pues sus superiores no le pidieron suspender las escuchas, a pesar de que él les había informado verbalmente sobre la situación”.
Para el autor de esta nota hay enormes coincidencias entre el actuar de estos dos magistrados, Garzón y Barceló. Todo indica que en el caso de Barceló se trata de un gravísimo abuso del poder como magistrado, abuso que hoy en día solo lo llevan a cabo los regímenes totalitarios y no los Estados de Derecho. La Comisión de Acusación no se debe “arrugar” ante este insólito caso de eventual prevaricación, y debe investigar a fondo la presunta arbitrariedad del exmagistrado Barceló.