La restauración de los cerros orientales es posible
LOS CERROS ORIENTALES DE BOGOTÁ cuentan con cerca de 14.000 ha. Limitan al norte con Torca y al sur con el boquerón de Chipaque. En su costado oriental, las elevaciones aumentan hasta constituir el páramo de Cruz Verde, que junto al de Sumapaz conforman el mismo sistema.
La Empresa de Acueducto de Bogotá es propietaria de aproximadamente 5.000 hectáreas (35 % del total de la reserva), de las cuales aproximadamente 990 hectáreas se encuentran con plantaciones forestales con especies de los géneros eucalipto, cupressus, pinus y acacia.
Corresponden a plantaciones de diferentes edades. Las de los sectores de El Delirio y el valle del río San Francisco-Vicachá son las de más años (> 80 años), que permitieron la recuperación y protección de estas áreas, que en los años de 1930-1940 se encontraban totalmente desprovistas de vegetación por la alta intervención antrópica.
Los años sesenta se caracterizaron por reforestación, con la asesoría de Staca (Servicio Agrícola de Estados Unidos), que desde mediados de los años cincuenta propuso el manejo y la conservación de las cuencas hidrográficas del país y la creación de las Corporaciones Autónomas Regionales, bajo el concepto de la cuenca hidrográfica como unidad de manejo, como fueron creadas la CVC y la CAR. Con esta asesoría se plantaron con pinos y cipreses las partes altas de las cuencas de los ríos Bogotá (Neusa), Medellín y Cali.
Los cerros fueron declarados por el Inderena como Reserva Natural Protegida en 1976; sin embargo, la expansión urbana amenaza su existencia ecológica, llegando en algunos lugares la frontera de la ciudad a los 3.200 msnm.
Teniendo en cuenta la clasificación del plan de manejo de la CAR (2.006) y el mapa de cobertura vegetal actual (DAMA, 2003), la cobertura con mayor área en la reserva corresponde a las plantaciones forestales de especies exóticas (2.447,26 ha, 17,34 %), seguida por el bosque enano de subpáramo (1.699,79 ha, 12,04 %) y los pastizales (9,55 %), para un subtotal del 39 %.
El resto del área (61 %) lo componen pequeños parches de bosque secundario, matorral, rastrojo con matriz de pastizal, misceláneo de cordones riparios ligeramente fragmentado.
Las 2.400 hectáreas de plantaciones de pinos, eucaliptus, acacias y cipreses, con más de 50 años de edad, pueden tener el siguiente valor de la madera en pie, con datos conservadores:
• Volumen total por hectárea: 400 metros cúbicos
• Valor en pie del metro cúbico: $50.000 (un metro cúbico en tabla se vende en $350.000).
• $50.000 x 2.400 x 400 = $48.000’000.000.
Un plan de restauración es posible mediante el aprovechamiento paulatino de las plantaciones (100 a 150 ha/año) y la plantación de especies nativas y tener para 2038, en la celebración de los 500 años de fundación de la ciudad, unos cerros restaurados con bosque natural, esto se ha propuesto hace décadas y se han realizado ensayos por parte de la Universidad Distrital, donde se demuestra que es posible, sin embargo, no se sabe por qué no se ha tomado la decisión.