Restaurante Le Grand Café
En 1652 nació en París el primer café, con el nombre de Café Procope, que fue frecuentado por hombres ilustres como Voltaire, Diderot, Rousseau y muchos mas. El carácter cálido de un café como lugar de encuentro y conversación se mantiene hasta nuestros días.
Le Grand Café, un tipo de restaurante de café francés, abrió en noviembre y está abierto todo el día, de 7 a.m. a medianoche. Su lema es “todo el día, siempre” y manifiestan que todo el día pasa algo. TOUTE LA JOURNEÉ!
En cafés, además de los tradicionales, tienen los elaborados en la prensa francesa y el sistema japonés V60. El shakeratto, consistente en un expreso agitado con bastante hielo, buenísimo. El affogatto, otro expreso vertido sobre un helado de vainilla. Usan un café excelente con aroma de frutos rojos, cacao y vainilla. Los licuados detox como el batido verde y el golden drink, gustosos y saludables.
En las mañanas para desayuno onces o brunches, hay varias opciones buenísimas: el blini de salmón curado con anisados, huevo poché y salsa holandesa. O el quiche de cebolla, espinaca y puerro.
Durante todo el día, opciones como el wellington de brie, con el queso cubierto con tocineta ibérica y confitura roja, o el camembert al carbón con duxelle de higos, pistachos y miel de romero.
Un aplauso para las dos sopas insignia: la vichyssoise,
inventada en Nueva York hace un siglo, con origen en la región francesa de Vichy, consistente en una crema de papa, puerro y vino blanco, y la sopa de tomate provenzal; inolvidables.
En fuertes, uno novedoso en nuestro país, la pesca del día en salsa verde ródano, de origen vasco, y su salsa verde hecha con ajo, perejil, aceite de oliva y vino blanco, servido en una olla alta con huevo pochado y guisantes, espárragos y alverjas. En carnes, el estofado de beef bourguignon, el steak tartar con papas fritas y el entrecot certified de angus, con salsas extraordinarias a escoger como la perigord de setas y trufas, la bernesa o la tres pimientas del Putumayo.
Gran mérito de los chefs Santiago Rodríguez y Beto Amézquita, de la escuela de Koldo Miranda.
Por su carta, la bella decoración, amplitud, diversidad de espacios, el ambiente y por el atrevimiento de salir al aire en plena pandemia, bienvenido Le Grand a la escena gastronómica bogotana!