Washington está en alerta máxima por la advertencia del FBI sobre protestas armadas. Desde 2020 se había hablado sobre el crecimiento de organizaciones extremistas. ¿Cuáles?
Informes señalan que hay 917 organizaciones extremistas que promueven el odio y la violencia en Estados Unidos. El FBI alertó sobre protestas armadas de estos grupos en todo el país.
Aunque fue desde que Donald Trump llegó al poder en 2016 que centenares de grupos extremistas salieron a la luz, el fenómeno de organizaciones que promueven el odio y la violencia, amparados en la enmienda sobre la libertad de expresión, ha crecido de forma rápida y silenciosa en Estados Unidos.
El Southern Poverty Law Center (SPLC), que monitorea el extremismo y el racismo en EE. UU., aseguraba en su informe de 2016 que había en el país 917 grupos extremistas; el año anterior eran 892 grupos de odio. Durante la violenta toma al Capitolio, el miércoles pasado, muchos de estos grupos hicieron su aparición pública alentados por el discurso de Donald Trump y arropados por banderas, gorros y otros símbolos que identifican a la extrema derecha, pero con un agravante: amenazan con nuevas tomas violentas en el país.
Según informó el Buró Federal de Investigación (FBI), han recibido informaciones sobre “protestas armadas” previstas en todos los 50 estados del país entre el día 16 y el 20, cuando tomará posesión Joe Biden.
Nada nuevo. En octubre de 2020, la revista The Nation reveló un informe de organismos de inteligencia en el que advertían sobre una “amenaza extremista violenta” planteada por milicias de extrema derecha que incluyen supremacistas blancos. El informe cita la ceremonia de investidura presidencial de 2021 como un “potencial detonante”.
Más grave aún. Chad Wolf, secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos que renunció el lunes, había advertido el año pasado sobre el terrorismo doméstico de los grupos extremistas. “Como secretario, me preocupa cualquier forma de extremismo violento (…), sin embargo, estoy particularmente preocupado por los extremistas violentos de la supremacía blanca que han sido excepcionalmente letales en sus aborrecibles ataques en los últimos tiempos”, advirtió.
Los datos que se presentaron en el documento del Departamento de Seguridad Interior señalaban que casi el 70 % de los atentados y complots que había sufrido el país en los primeros ocho meses del año estaban enmarcados en el “supremacismo blanco”. En estos ataques murieron 39 personas.
Y son estos grupos los que tienen en vilo hoy a EE. UU., tras su miedosa aparición en el Capitolio: Three Percenters, conocidos como los “Threepers”, apoyan a Trump y dirigen su odio a musulmanes e inmigrantes. En el asalto del miércoles se pasearon con una bandera con la figura del Kraken, símbolo que adoptaron luego de que los abogados del mandatario dijeran que “vamos a despertar al kraken” cuando, sin pruebas, hablaban de fraude electoral.
Los “Proud Boys” llevan gorras naranjas, sacos amarillos y camisetas negras con su nombre, y adoptaron el símbolo OK para identificarse. Su líder, Enrique Tarrio, no participó en el asalto al Capitolio, pero sí lo celebró. En entrevista con The Wall Street Journal, aseguró que entre 2.000 y 2.500 miembros de “Proud Boys” asistieron a las protestas en Washington. Y advirtió que eso se iba a repetir: “La gente va a volver aquí para la investidura. Puede ser que aparezcamos. No lo hemos decidido aún”.
Los miembros del foro en línea 4Chan, en el que se albergan discursos racistas y antisemitas, también estuvieron en la toma ondeando la bandera Kekistan blanca, verde y negra que representa el país Kek, inventado por ellos.
Los “Oath Keepers” se identifican con gorras negras con su nombre, dicen haber asumido la tarea de proteger al país y a la Constitución, y reclutan a exmilitares. Su líder dice que si la violencia es necesaria será usada para proteger la Casa Blanca.