A barajar
Fue costumbre, y aceptada además, que Colombia era país cantinero y jugador, porque gracias a los impuestos, al consumo de licores y a los juegos de azar se obtuvieron recursos para la educación y la salud. Eso al menos siempre nos dijeron. Vaya uno a saber si no se quedaron en el camino, como pasa o pasó con las regalías producidas por la explotación de recursos naturales.
Lo anterior para hacer un marco de referencia a la selección colombiana de mayores, que cuenta ya con un nuevo timonel. Reinaldo Rueda, curtido, experimentado, estudiado y conocedor del asunto sigue en el grupo de directores técnicos capacitados para organizar y manejar selecciones nacionales y con experiencias mundialistas. Creo que después de 15 años retorna a nuestra selección. Lo conocí hace tiempos con una selección de Colombia juvenil en Australia, contando como es su costumbre con exjugadores sobresalientes como lo era en ese entonces Jairo Arboleda y, más recientemente, Bernardo Redín, porque habiendo sido buenos jugadores, como ayudantes y observadores lo ayudaron y ayudan.
Reinaldo Rueda orientó selecciones sub 20 y de mayores en la casa, Honduras, Ecuador y Chile. Antes de llegar a ese nivel fue técnico del Cortuluá, Cali, Medellin, Nacional y Flamengo. Sabe lo que es ganar títulos como Copa Libertadores y Recopa Sudamericana con Atlético Nacional y hasta un Torneo de Esperanzas en Toulón, así que su hoja de vida refleja un recorrido de más de 30 años en medio de balones, triunfos y tristezas.
Para no perder el hilo de la baraja, Reinaldo tiene la absoluta libertad e independencia para elegir a jugadores, aplicar sus métodos de trabajo y echar para adelante a la selección, cuya meta principal es llegar al próximo Mundial. En el camino y con poco tiempo de trabajo, por aquellas convocatorias para atender dos fechas seguidas de eliminatorias, su bagaje técnico y conocimiento deben conseguir el objetivo llamado Catar.
Tengo fe en él y sé que es persona seria y de manejo de grupo. Bastaría haber leído el mensaje cariñoso de despedida de Arturo Vidal, un jugador difícil de manejar, pero noble por sus palabras. Si entendió a ese y otros jugadores de similar estilo, Reinaldo meterá en cintura a muchos futbolistas que ganan mucho y juegan poco.
Lo importante es apoyarlo sin genuflexiones ni esperar prebendas y preferencias. Ya tendremos ocasión de verlo en sus primeros exámenes en campo de juego, y confiando haya acertado en el manejo de la baraja para seguir con la moda. Apostar por él es lo más consecuente en este momento.