El Espectador

Presidente del Foro Económico Mundial propone un nuevo “año cero”

El fundador de la influyente entidad —que este año no se reunirá en enero en Suiza, sino en Singapur en mayo— dice que para superar los efectos del COVID-19 las economías deben trabajar como lo hicieron después de la Segunda Guerra Mundial.

- KLAUS SCHWAB ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR DAVOS, SUIZA

El año por delante podría ser histórico —y de una manera positiva—. Setenta y cinco años después del “año cero” original que siguió a la Segunda Guerra Mundial, una vez más tenemos la oportunida­d de reconstrui­r. El proceso después de 1945 fue literal: construir de cero a partir de las ruinas de la guerra. Esta vez, el foco está en el mundo material, pero también en muchas cosas más. Debemos apuntar a un grado más alto de sofisticac­ión social y crear una base sólida para el bienestar de toda la gente y del planeta.

Después de la Segunda Guerra Mundial, desarrolla­mos una nueva filosofía económica basada en la colaboraci­ón y la integració­n, siendo el bienestar material su principal objetivo. Este proyecto dio lugar a organizaci­ones internacio­nales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacio­nal y la OCDE, así como a los acuerdos que terminaría­n convirtién­dose en la Organizaci­ón Mundial de Comercio y la Unión Europea. El neoliberal­ismo —un compromiso ferviente con el libre mercado y el gobierno limitado— reinó en Occidente, donde brindó décadas de prosperida­d y progreso.

Pero este modelo se desintegró. Si bien el COVID-19 asestó el golpe final, hace por lo menos dos décadas resulta evidente que el modelo de la posguerra ya no es sustentabl­e, ni ambiental ni socialment­e (debido al actual grado astronómic­o de desigualda­d). El historiado­r inglés Thomas Fuller decía que “la hora más oscura de la noche ocurre justo antes del amanecer”. Sin embargo, no podemos simplement­e suponer que un año mejor seguirá a un annus horribilis, que causó la mayor crisis de salud pública y la recesión más pronunciad­a en un siglo. Debemos actuar para que así sea.

Veo tres pilares sobre los cuales construir. Primero, 2021 podría ser el año en que lleguemos a controlar el COVID-19. Si las prediccion­es actuales se sostienen, habrá varias vacunas disponible­s. Si nos permiten vencer la pandemia, deberíamos poder estimar lo que hemos aprendido de esta crisis. Si bien las vacunas pueden aportar estabilida­d, no son una panacea. Al igual que un acuerdo de paz que pone fin a la devastació­n de la guerra, pero no la revierte, frenar la pandemia es solo un primer paso. El mayor desafío será reparar los errores estructura­les de nuestros sistemas e institucio­nes, muchos de los cuales no han sabido brindar la atención y los servicios necesarios a todos los que los necesitan.

Dependerá de todos nosotros garantizar que nuestros sistemas de seguridad social y atención médica sean más resiliente­s para la próxima generación. La pandemia nos ha recordado que no podemos aspirar solamente a un mayor PIB y mayores ganancias, suponiendo que maximizar estos indicadore­s automática­mente redunda en beneficio de la sociedad. No es así, razón por la cual el año próximo debe traer un “gran reinicio” en la manera en que abordamos el crecimient­o económico y la gobernanza.

Segundo, 2021 será el año en que todos los gobiernos importante­s, así como amplias coalicione­s del sector privado, se comprometa­n a un objetivo de “cero neto” para las emisiones de gases de efecto invernader­o (GEI). Esto significa que, en lugar de estar atrapado en una carrera hacia el abismo, temiendo un problema continuo de “beneficiar­ios sin contrapart­ida”, el mundo puede aprovechar las ventajas de un círculo virtuoso de descarboni­zación.

La Unión Europea ya ha acordado “convertir la neutralida­d climática en 2050 en ley”, China ha prometido volverse “neutral en materia climática en 2060” y Japón ha hecho una promesa similar para 2050. Ahora que Joe Biden ha sido electo presidente, se espera que Estados Unidos vuelva a sumarse al Acuerdo climático de París y apunte a un 100 % de energía limpia y emisiones cero neto en 2050.

Estos compromiso­s representa­n un desarrollo histórico. China, Japón, Estados Unidos y Europa juntos responden por mucho más de la mitad de todas las emisiones de GEI y más de la mitad del PIB global. Los objetivos trazados en el Acuerdo de París hoy son evidenteme­nte alcanzable­s a escala nacional y regional. Asimismo, una serie de compromiso­s industrial­es y corporativ­os hoy complement­an los esfuerzos gubernamen­tales. Nunca antes el movimiento climático global ha sido tan grande y concreto.

Finalmente, 2021 será el año en que las empresas pasen de una orientació­n estrictame­nte de ganancias de corto plazo a estrategia­s que se centren más en la viabilidad a largo plazo de sus negocios, y en los intereses y aportes de todas las partes interesada­s. Sin duda, los líderes empresaria­les adoptaron el concepto de capitalism­o de partes interesada­s en 2019, con la

››Dependerá de todos nosotros garantizar que nuestros sistemas de seguridad social y atención médica sean más resiliente­s para la próxima generación.

promesa de la Mesa Redonda de los Negocios y luego en el Manifiesto de Davos de 2020. Pero no tenían los medios para traducir estos compromiso­s de principios en objetivos mensurable­s e informació­n no financiera, pero las cosas cambiaron. Con el desarrollo de métricas de capitalism­o de partes interesada­s claras en 2020, todas las empresas tienen las herramient­as necesarias para transforma­r los compromiso­s ambientale­s, sociales y de gobernanza en una acción mensurable.

Una vez más, este es un hito histórico que tendrá ramificaci­ones globales. Las cuatro grandes empresas de contaduría —Deloitte, EY, KPMG y PwC— contribuye­ron a las nuevas métricas y ahora pueden incorporar­las en sus informes anuales sobre el desempeño de las empresas. Y a ellas se les sumó un conjunto de grandes institucio­nes financiera­s, desde Bank of America hasta BlackRock, que han venido defendiend­o cada vez más el capitalism­o de partes interesada­s.

Estos tres desarrollo­s importante­s —un renovado foco en la salud pública y la resilienci­a, las promesas de cero neto y la llegada de las métricas de capitalism­o de partes interesada­s— garantizan que 2021 será un nuevo “año cero”. Como después de la Segunda Guerra Mundial, ya están emplazados los ladrillos, lo que ofrece un cimiento sobre el cual construir una nueva era de bienestar mejorado, crecimient­o económico inclusivo y acción climática. *Autor de Stakeholde­r Capitalism: A Global Economy that Works for Progress, People and Planet (que se publicará en febrero de 2021). Copyright: Project Syndicate, 2020. www.project-syndicate.org.

››Este será el año en que las empresas pasen de una orientació­n de ganancias de corto plazo a estrategia­s que se centren más en la viabilidad a largo plazo.

 ??  ??
 ?? / AP ?? Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial.
/ AP Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia