Transformar el alumbrado público de Cartagena: la promesa pendiente de Dau
Desde 2019 el alcalde William Dau habló de la necesidad de cambiar el operador del sistema y hacerlo a través de licitación pública, pero no pudo cumplir su promesa. Ahora la ciudad deberá esperar otro año para modernizar la iluminación de sus calles.
Luego de 22 años, Cartagena cambió la empresa que suministra la energía para el alumbrado público de la ciudad. Afinia, filial de las Empresas Públicas de Medellín (EPM) en la región Caribe, será la encargada del negocio durante este año. El alcalde de la ciudad, William Dau Chamat, firmó el 4 de enero un contrato por un año de manera directa con la empresa antioqueña para la prestación del servicio, pese a que en campaña dijo que realizaría una licitación abierta para buscar al operador que se encargaría por una década. Además, se firmó otro contrato para el mantenimiento preventivo con esta filial por un mes. Hace falta que el Distrito firme otros dos contratos: uno para la administración, operación, mantenimiento y modernización, y otro para la interventoría.
En octubre pasado Dau afirmó que debido a la pandemia no se pudo realizar la licitación pública que había prometido y después presentó un proyecto de acuerdo para contratar el servicio por diez años. Sin embargo, a finales de diciembre el Concejo le negó la solicitud de vigencias futuras, que comprometían $464.000 millones.
En el plan inicial, una empresa se encargaría de la administración, operación, mantenimiento, modernización y expansión del alumbrado público; también se planteaba la contratación de un interventor por más de $22.700 millones. Las funciones de supervisión serían tarea del distrito. El cronograma de la propuesta estipulaba que entre enero y julio se realizaran los estudios y diseños, en este último mes iniciaba la etapa de inversiones para la modernización del sistema, que duraría dos años; entre 2023 y 2030 se ejecutaría la etapa de expansión del sistema. En esos diez años el distrito esperaba recaudar $570.000 millones en impuestos al alumbrado.
El negocio del suministro de energía estuvo en manos de Iluminemos Cartagena desde 1998, cuando Nicolás Curi, tres veces alcalde de la ciudad, les entregó la concesión por veinte años. En 2018 el alcalde encargado, Pedrito Pereira, hizo una extensión del contrato por un año y nuevamente lo extendió en diciembre de 2019, después de que se desató una polémica por el proyecto de acuerdo que él mismo presentó, con el cual buscaba prorrogar el contrato por nueve años. En ese momento, Dau se opuso a la decisión, asegurando que debía ser la nueva administración, bajo su liderazgo, la que realizara una licitación pública que ofreciera una solución a largo plazo. Ese mismo año Pereira firmó un contrato con Findeter, con el fin de hacer estudios para definir el modelo adecuado para la prestación de este servicio. Los resultados del estudio señalaron que lo más conveniente era licitar y la segunda opción era realizar un convenio interadministrativo.
Las tres opciones del distrito para el convenio fueron las empresas públicas EPM, Enel Codensa y Alumbrado Público de Barranquilla. Uno de los argumentos del Concejo para rechazar el proyecto de Dau fue que este no estaba contemplado en el Plan de Desarrollo. Carlos Barrios Gómez, concejal y coordinador de ponentes, dijo en su momento que se realizó un estudio riguroso en la parte legal, técnica y financiera, evidenciando que el proyecto mantenía varias interrogantes y no cumplía con las necesidades de la ciudad en cuanto a tarifas, modernización y expansión.
Asimismo, los concejales expresaron que existen alternativas viables y con mayores beneficios para la ciudad. En diálogo con este diario, Fernando Niño, presidente de la Comisión de Presupuesto, explicó que no aprobaron el proyecto por conveniencia, pues consideran que “se debe hacer un proceso abierto, con licitación pública, para que se ofrezca el mejor servicio, los menores precios y se realice la inversión para la modernización del sistema en el menor tiempo posible”. Dau dijo que no aprobar las vigencias futuras era una jugada del Concejo para “hacer quedar mal a la administración”.
Frente a la negativa del Concejo y para que la ciudad no se quedara a oscuras, el día en que finalizó la concesión, la Alcaldía contrató con Afinia el suministro de energía para el alumbrado público hasta el 31 de diciembre. Dau anunció que la empresa vendería 31,2 millones de kilovatios para las 51.452 luminarias registradas en el inventario inicial, el valor del contrato dependerá del consumo. Luego se hizo el de mantenimiento preventivo con la misma empresa por un mes, explicó Adelfo Doria, secretario general de la ciudad, quien firmó dicho contrato por $82 millones. Según Doria, el 1° de febrero se firmaría el contrato para la administración, operación, mantenimiento y modernización del alumbrado público por un año. Asegura que este no se ha firmado porque antes se debe encontrar la interventoría, para lo que ya se abrió licitación pública.
La filial del Grupo EPM, Afinia —antes llamada CaribeMar— presta desde octubre el servicio de energía a 1,51 millones de usuarios en Bolívar, Sucre, Córdoba, Cesar y algunos municipios de Magdalena, y ahora estará en el alumbrado público de la capital de Bolívar. Juan Camilo Oliveros Calderón, director ejecutivo del Consejo Gremial de Bolívar, afirmó que lo más importante es que este año haya un nuevo proceso en donde se concrete una concesión a largo plazo que permita invertir en la modernización, actualización y expansión de la red, que contemple incluso el alumbrado navideño y “permita avanzar en la meta de tener una ciudad inteligente”.
El plan de contingencia de la administración para alumbrado público será menos costoso para la ciudad, según Doria. El secretario aseguró que antes de finalizar 2021 garantizarán la iluminación con bombillos LED de los lugares estratégicos de la ciudad, incluidas las avenidas. El ahorro que esto implica será invertido en la expansión y modernización del sistema. “Eventualmente, buscaremos que el Concejo autorice la contratación del nuevo operador y así seguir con la recomendación de Findeter de planificar con años de antelación y no año por año”, concluyó. Por el momento, Cartagena espera tener un operador que pueda afrontar los retos de modernización y expansión del sistema, y resuelva los problemas que persisten en la ciudad.
››Dau dijo que no aprobar las vigencias futuras era una jugada del Concejo para “hacer quedar mal a la administración”.