Caída republicana y crisis para los hidrocarburos
LA ELECCIÓN DE JOE BIDEN Y EL control del Congreso por los demócratas en EE. UU. implican un gran apoyo para la transición hacia energías renovables y un freno progresivo al uso de hidrocarburos. Este compromiso con sus electores, en reacción a las banderas negacionistas sobre cambio climático de Trump, se correlaciona con la financiación sistemática de las campañas políticas de los republicanos por parte de las empresas de carbón, petróleo y gas.
Según compromisos de campaña de Biden, se impulsará una salida del carbón para generar energía, aumentarán los controles a las emisiones de metano asociadas con la extracción de gas y petróleo, y se suspenderán los subsidios a la explotación y comercialización de hidrocarburos. En plena campaña, Trump acusó a Biden de que iba a suspender el fracking y este se defendió, para no perder votos en Pensilvania, diciendo que no lo haría y que apoyaría el uso del gas como “puente” hacia las energías renovables. Falta ver cómo evoluciona el uso del fracking, pues, ante la caída del precio del petróleo, muchas empresas dedicadas a esta actividad han fracasado o suspendido parte de sus operaciones. Algo ya comprometido es que no se entregarán nuevas concesiones para hidrocarburos en tierras del gobierno federal, que son cerca del 28 % de la superficie del país.
Según la Universidad de Columbia, los republicanos, liderados por Trump, adelantaron una gestión que significó un retroceso en 175 temas de gestión ambiental. Entre los relacionados con hidrocarburos sobresalen: la entrega de concesiones para extracción de petróleo y gas en tierras del Estado, la eliminación de medidas de protección ambiental para perforaciones en el mar, la exención a las empresas de la obligación legal de informar y reparar fugas, la reducción de los estándares de control de emisiones de metano en pozos, y el freno al desarrollo legislativo para control ambiental del fracking. Biden ha dicho que restablecerá las políticas ambientales abolidas y, con el control demócrata del Congreso, esto podría ser más rápido.
Para recuperar tiempo y alcanzar la meta del Acuerdo de París, es necesario desarrollar nuevas y más exigentes medidas.
Como lo señala The New York Times, Biden ha dejado claro que el cambio climático estará en el centro de su agenda nacional e internacional. Su plan incluye intervenciones para apoyar el intercambio entre países que estén avanzando en el cumplimiento de las metas, imponer aranceles asociados al cambio climático y limitar las compras a las empresas que no reduzcan emisiones.
El regreso de EE. UU. al Acuerdo de París tendrá que venir acompañado de financiación y apoyo a los países de ingreso medio y bajo con transferencia tecnológica, desarrollo de energías renovables, vehículos eléctricos y eficiencia energética. Colombia debe buscar apoyo estadounidense para alcanzar la meta de reducción del 51 % en las emisiones de gases efecto invernadero para el 2030 y para reconfigurar el aparato productivo en uno con un peso cada vez menor del carbón y el petróleo, pues los volúmenes, precios y por lo tanto los ingresos por la exportación de estos dos importantes componentes de la canasta exportadora tienden a disminuir.