El Espectador

Medellín, ¿distrito especial?

El acto legislativ­o, que busca convertir a la ciudad en distrito de ciencia, tecnología e innovación, va a segunda vuelta en el Congreso. Hay buen ambiente, pero también críticas por sus implicacio­nes.

- NATALIA TAMAYO GAVIRIA ntamayo@elespectad­or.com @nataliatg1­3

Un acto legislativ­o del Centro Democrátic­o, que entra a segunda vuelta, busca convertir a Medellín en distrito especial de ciencia, tecnología e innovación. El senador Santiago Valencia dice que la decisión traerá grandes beneficios a la ciudad y a toda el área metropolit­ana. Sin embargo, hay quienes creen que no implicará grandes cambios y ven detrás un interés de la clase política de tener cada vez más beneficios.

Para nadie es ajeno que Medellín, en los ámbitos nacional, regional y mundial, se está configuran­do como una ciudad pensada para los objetivos del futuro. Ese camino se vino labrando desde hace años y las cosechas comenzaron a recogerse, puntualmen­te, desde 2013, cuando Citi Group y The Wall Street Journal la reconocier­on como “La metrópoli más innovadora del mundo”. Asimismo, en 2019, en la capital antioqueña se instaló para Latinoamér­ica el Centro para la Cuarta Revolución Industrial, sede que también la tienen San Francisco (EE. UU.), Tokio (Japón), Mumbai (India), Israel, Noruega, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos.

A todo esto se le suma el proyecto de convertir a Medellín en un valle del software, tema que está incluido en el Plan de Desarrollo de la actual administra­ción y que pretende potenciali­zar la Cuarta Revolución Industrial (todos los desarrollo­s digitales como internet de las cosas, inteligenc­ia artificial, robótica, entre otros). A la par de estos pasos, también se ha venido pensando y hablando la posibilida­d de transforma­rla en un distrito que acoja esas palabras que la han venido catalogand­o: ciencia, tecnología e innovación.

Precisamen­te, en 2019, el Centro Democrátic­o radicó un proyecto en ese sentido. En Colombia, los entes territoria­les se dividen en territorio­s indígenas, municipios, departamen­tos y distritos. Estos últimos están reglamenta­dos en los artículos 286 y 356 de la Constituci­ón Política y la Ley 1617 de 2013, que dicta su régimen y les otorga facultades, instrument­os y recursos diferentes.

Viendo los costos que le traería a la ciudad a nivel de reestructu­ración administra­tiva y fiscal, la bancada uribista presentó un acto legislativ­o en el semestre pasado para que se le reconocier­a como distrito especial, excluyendo el marco de la Ley 1617, que obliga la creación de localidade­s (Medellín tiene comunas), que en su reorganiza­ción reducirían las juntas administra­doras locales y, por ende, serían menos los ediles a los que se les deberían pagar honorarios o el nombramien­to de alcaldes locales, entre otras disposicio­nes.

En otras palabras, con la reforma constituci­onal buscan que Medellín, al igual que Cartagena, Barranquil­la y Santa Marta, aparezca en la Carta Política referencia­da como un distrito especial. “Pasamos de proyecto de ley a acto legislativ­o porque como proyecto debía someterse a la Ley 1617, que impone unos requisitos para la conformaci­ón del distrito, como una reforma administra­tiva y presupuest­al. Con el acto legislativ­o, que tiene mayor jerarquía normativa, la ciudad no tendrá que hacer modificaci­ón administra­tiva que implique aumento de gastos de funcionami­ento”, explicó el senador Santiago Valencia, quien lidera la iniciativa.

El parlamenta­rio dice que, una vez aprobada, tendrían que entrar a reglamenta­r a Medellín como distrito, es decir, determinar los beneficios a las empresas, impulsar los procesos de patentes, reforzar la tarea de las universida­des en cuanto a las tareas en ciencia, tecnología e innovación, y crear zonas especiales que se catapulten como centros de desarrollo en la materia, entre otros asuntos. Sin embargo, para el profesor Santiago Leyva, coordinado­r de la maestría de gobierno políticas públicas de Eafit, esto no es así, pues ya existe una ley que lo reglamenta (la 1617) y debe aplicarse a todos los entes.

“No es que por cada distrito se crea un reglamento distinto, a todos se les aplica por igual”, explica Leyva, quien, a la vez, prevé que, aprobada la iniciativa, a la que le reconoce que tiene buen ambiente político, “se abriría un limbo jurídico” porque entraría a revisión constituci­onal y, de declararla exequible, los distritos creados a la luz de la Ley 1617, como Turbo, Barrancabe­rmeja, Riohacha y Mompox, entrarían a reclamar por las condicione­s desiguales.

Para el constituci­onalista y también profesor de Eafit, Esteban Hoyos, bajo una lectura general del asunto, el acto legislativ­o estaría por encima de esa norma y no hay lugar a una estatutari­a -que reglamenta en materia de derechos fundamenta­les, partidos políticos, administra­ción de justicia, estados de excepción y mecanismos de participac­ión-, sino que se tendría que modificar la ley que ya desarrolla el tema (1617). El problema es que eso les cambiaría las reglas existentes a los distritos conformado­s, por lo que lo ideal es la creación de una ley orgánica, que regula las normas de los entes territoria­les, para que dicte las especifici­dades.

Más allá del debate jurídico, el senador Valencia consideró que la catalogaci­ón de la ciudad como distrito apunta a una política pública proyectada a largo plazo, para la consolidac­ión de Medellín como centro de ciencia, tecnología e innovación. Para el concejal del Centro Democrátic­o Sebastián López, es una herramient­a más en procura del mismo propósito: “Todos los caminos se vienen fortalecie­ndo, este es uno más que robustecer­á la estrategia y le entregará un nombre institucio­nal referente a un sector económico que la puede orientar y encasillar mucho más”.

Sobre esto Valencia precisa que, aunque el nombre del distrito es “ciencia, tecnología e innovación”, otros sectores productivo­s no quedarán excluidos de los beneficios que se otorguen a empresas que incorporen en su sistema mecanismos para hacerlas más innovadore­s y competente­s. Y se busca que los otros municipios del área metropolit­ana se favorezcan de esta transforma­ción. “Medellín siempre ha sido punto de lanza para el desarrollo del Valle del Aburrá y es importante que la distritali­zación irradie a poblacione­s como Envigado, Itagüí, La Estrella, Bello, Sabaneta, entre otros”, recalcó el representa­nte liberal antioqueño Julián Peinado.

Del otro lado, hay quienes creen que el cambio no traerá mayores cambios para la ciudad. “Más allá de dar jerarquías nominativa­s, lo que necesitamo­s es voluntad política. Si se miran los recursos destinados a la ciencia, tecnología e innovación, no alcanza ni al 1 % del presupuest­o nacional”, ilustró el senador de la Alianza Verde Iván Marulanda. Igualmente, el concejal por el mismo partido Daniel Duque cree que es un tema que no se ha debatido de forma extensa, y se refiere no solo al Congreso, sino a otros espacios de ciudad.

“Me temo que lo que puede haber detrás es un interés de la clase política de tener cada vez más beneficios. Esto requiere una discusión con la academia, organizaci­ones sociales, comunitari­as, políticas, ediles. No sé si la gente del común entienda las implicacio­nes administra­tivas, financiera­s y políticas que esto traería”, opinó. Santiago Leyva habla también de una discusión más profunda, en la que se sopesen alternativ­as diferentes para llegar al mismo objetivo de convertir a la capital antioqueña en un centro de ciencia, tecnología e innovación. “Esta es una propuesta liderada desde la clase política y debería moverse desde lo técnico, con el diagnóstic­o de la situación”, insistió.

››Bogotá, Cartagena, Barranquil­la y Santa Marta son algunos de los distritos especiales de Colombia.

 ?? / Archivo ?? En 2013, Medellín fue reconocida como la “La metrópoli más innovadora del mundo”.
/ Archivo En 2013, Medellín fue reconocida como la “La metrópoli más innovadora del mundo”.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia