Pandemia de letras
EL HAY FESTIVAL. UNA PANDEMIA de letras. La mejor vacuna. La que salva mentes. La que dispara los pensamientos hacia dimensiones nuevas y desconocidas.
Llega el Hay como Cristo redentor. Este Festival redentor llegó digital, repleto de palabras para todos los gustos y asequible para todos... Diosito lindo se apiadó de nosotros, los depredadores del planeta, y desde hace unos años nos fue concediendo, poco a poco eso sí, la tecnología hasta regalarnos la maravilla de poder ver, con solo tocar una pantalla, a los mejores escritores del mundo... mientras, cada uno desde su casita, en pijama o sudadera, saboreando un sándwich, tomando jugo, los disfrutamos, aprendemos, nos reímos y queremos conocer más de ellos y de sus libros.
La pasión de Javier Bardem, ese ser humano tras el actor, esa sensibilidad, esa ternura. La obra alucinante de Juan José Millas, que nos descubre al mejor paleontólogo del mundo, otro español, y nos incita, invita o desafía a conocer más y mejor nuestros orígenes, desenmascarar los mitos del hombre de las cavernas con el garrote en la mano, descubrirnos la importancia de las mujeres, enseñarnos en qué momento aparecieron las flores y el universo cambió de color.
Esa fuerza de Arturo Pérez-Reverte en su Línea de fuego, donde nos saca lágrimas de dolor al entender la tragedia de esos miles de jóvenes españoles matándose entre ellos mismos, reclutados según el pueblo donde los había cogido la guerra fratricida; sentir ese desgarre interior de esa contienda, la más cruel, la más inútil, y entender una vez más que las guerras no las gana nadie y que siempre son los campesinos, el pueblo raso, el inocente o idealista, el que pone los muertos y sus cuerpos imberbes quedan calcinados y retorcidos entre matorrales, cuevas y potreros. Los generales jamás mueren en batalla (pensar que nosotros llevamos matándonos más de medio siglo y seguimos). Sentir en carne propia la rabia de Pérez-Reverte cuando dice que muchos gobiernos del mundo, dirigidos por falsos líderes sin conocimiento alguno de la historia, simplemente jugando a la política por ambición, ven indiferentes la sangre que sigue corriendo... la del pueblo, siempre carne de cañón.
Escuchar ese diálogo entre Juan Gabriel Vásquez y Sergio Cabrera sobre Volver la vista atrás. Cómo el escritor logra que el dramaturgo cuente lo que desearía haber olvidado y desnude su alma, enviándonos ese mensaje de su entrada a la guerrilla, fue como la de tantos jóvenes, esperanzados en lograr un mundo mejor, exorcizando sus demonios interiores que se esfumaron al compartirlos...
Sara Jaramillo, León Valencia, Ana María Ibáñez, Patrick Radden Keefe, Pilar Quintana, Paul Auster, Joel Dicker y todos los que han llegado a salvarnos. Gracias, Hay. No tengo palabras. El milagro de la tecnología que nos muestra en vivo y en directo las palabras y los rostros desde Barcelona, Irlanda, Inglaterra, Francia, Colombia... Llegando a cada casa, regalándonos un bálsamo de sabiduría, ingenio y poesía, enriqueciéndonos con sus palabras, logrando prender ese motor de arranque que a veces quiere apagarse. Gracias por escribir. ¡Bienvenida esta pandemia redentora!
PD. Tengo los ojos cuadrados y me sueño con letras desbocadas, ¡pero el corazón late feliz!