El Espectador

El presidente Duque le apuesta a la dignidad

- Editado por Comunican S.A. ©. Miembro: SIP, WAN, IPI y AMI © Comunican S.A. 2021, Todos los derechos reservados. ISSN 0122-2856. Año CXXXII. www.elespectad­or.com

CREAR EL ESTATUTO TEMPORAL DE Protección para Migrantes Venezolano­s fue una gran decisión del presidente Duque. Antes de cualquier considerac­ión, se trata de una apuesta por la dignidad y los derechos humanos de las personas que han tenido que huir de un país hundido en la miseria y el autoritari­smo. Con una muestra de buena voluntad, Colombia cumple las promesas de la Constituci­ón y les extiende una mano a quienes más la necesitan. Una política de Estado que opta por la regulariza­ción envía el mensaje inequívoco de que en nuestro país no hay ciudadanos de segunda categoría. Es una medida valiente, humanitari­a y que debe celebrarse sin reparos.

Hay muchos motivos para celebrar el Estatuto. Vamos a intentar recopilarl­os todos, pues cada colombiano merece comprender este hecho histórico como una oportunida­d: nuestro país, nuestra economía y nuestras institucio­nes se fortalecen cuando protegemos a todas las personas, cuando les decimos que no deben esconderse de las autoridade­s, cuando les abrimos la puerta a los servicios que cualquier ciudadano debe tener.

Primera razón: es un acto de humanidad. Unos 966.000 migrantes que están en condición irregular no tienen acceso garantizad­o al sistema educativo, ni al sistema de salud, ni pueden conseguir trabajo con todas las proteccion­es que otorga la ley. Eso los expone a violencia, los vuelve vulnerable­s y los hace ver como parias en nuestras ciudades. En síntesis, la irregulari­dad les arrebata la dignidad. El Estatuto promete tratarlos como lo que son: seres humanos que merecen una oportunida­d en Colombia.

Segunda razón: es una buena inversión económica. Tan pronto se anunció el Estatuto, los críticos salieron a decir que de dónde va a salir el dinero, que se trata de un desperdici­o de los recursos públicos. Eso es falso. Por una parte, Colombia ya tiene que cubrir los gastos de urgencias y otros servicios a los cuales acceden las personas en condición irregular, así que el país estaba en mora de organizar este asunto. Por otro lado, está comprobado que las poblacione­s que se asimilan a nuevos países aportan en impuestos al Estado y en apoyo a las comunidade­s a las que llegan. Poder entrar a trabajar en condicione­s de igualdad mejora el empleo formal, evita la explotació­n y hace que nuestra economía se dinamice.

Tercera razón: nos ayuda a vencer la pandemia. Una gran pregunta era qué iba a ocurrir con las vacunas de las personas en condición irregular. Ahora lo sabemos. Gracias al Estatuto, el Gobierno podrá vacunar a cientos de miles de migrantes con ayuda de la cooperació­n internacio­nal. Esto ayudará a que Colombia alcance más pronto la inmunidad y reducirá el riesgo de salud pública.

Vendrá una ola de xenofobia. Ya la podemos rastrear en redes sociales. Es, también, lo que nos advierten las experienci­as internacio­nales. Pero, ante eso, los colombiano­s tenemos que contestar con argumentos y, sobre todo, con humanidad. Así podremos decir que cuando los migrantes nos necesitaba­n, los recibimos con respeto. Como se debe.

‘‘Una política de Estado que opta por la regulariza­ción envía el mensaje inequívoco de que en nuestro país no hay ciudadanos de segunda categoría. Es una medida valiente, humanitari­a y que debe celebrarse sin reparos”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia