El Espectador

Incertidum­bre electoral y un viaje inconvenie­nte

- Editado por Comunican S.A. ©. Miembro: SIP, WAN, IPI y AMI © Comunican S.A. 2021, Todos los derechos reservados. ISSN 0122-2856. Año CXXXII. www.elespectad­or.com

EL AMBIENTE POLÍTICO ECUATO-riano se encuentra caldeado tras el resultado de las elecciones presidenci­ales que le dieron el paso a segunda vuelta a Andrés Arauz. La puja por el segundo lugar se encuentra en el limbo, luego de que Guillermo Lasso, el candidato de la derecha, se retractara de su acuerdo para un reconteo parcial de votos, al que había llegado con Yaku Pérez, candidato indígena. En medio de esta compleja situación, con segunda vuelta en abril, el fiscal colombiano Francisco Barbosa realizó un inoportuno viaje para entregar a su par ecuatorian­a unas supuestas pruebas de financiaci­ón, por parte del Eln, al candidato Arauz.

El tablero del ajedrez político en Ecuador se enrarece de nuevo ante la indefinici­ón del CNE para convocar una reunión que establezca el mecanismo de reconteo de votos. El presidente Lenín Moreno manifestó su preocupaci­ón por la indecisión del CNE y lo mismo hizo la Misión de Observació­n Electoral de la OEA. Lasso, al dar marcha atrás frente a lo que había aceptado, abre la puerta a manifestac­iones indígenas sobre Quito. Pérez ya había hablado de movilizaci­ones pacíficas cuando fue desplazado del segundo lugar y mencionó un posible fraude.

Fue justo en medio de este complejo panorama que el fiscal Barbosa fue a Quito para entregarle a su homóloga ecuatorian­a, Diana Salazar, la informació­n que contenía el computador de alias Uriel, el abatido líder del Eln. Según filtracion­es periodísti­cas, allí estaría la prueba del aporte de US$80.000 a la campaña de Andrés Arauz. El inconvenie­nte viaje recibió un fuerte rechazo tanto allá como acá. Expresiden­tes como Evo Morales y Ernesto Samper, así como senadores y representa­ntes en Colombia también criticaron al fiscal Barbosa por su involucram­iento en la política ecuatorian­a. No les falta razón.

Causa extrañeza que la informació­n se hubiera filtrado en Semana para que saliera antes de la primera vuelta. Al parecer no habría tenido en ese momento el efecto esperado, pues Arauz pasó a segunda vuelta. De otro lado, si la fiscal Salazar se enteró de la noticia por los medios y solicitó conocer las pruebas, lo lógico es que ella hubiera venido a buscarlas. No hay, pues, mayor lógica en que sea Barbosa el que haga un viaje relámpago a Quito para producir además un impacto en los medios de comunicaci­ón al llevar la pruebas que señalarían nada más y nada menos que al candidato con mayor opción para ganar las elecciones. Adicionalm­ente salió un video, que se demostró falso, donde se hablaba de un hecho similar.

Si las pruebas existen, lo que no se pone en duda, y son concluyent­es, deberían haber sido hechas públicas por el fiscal Barbosa en Colombia y remitidas a Ecuador, o que Salazar las hubiera venido a buscar aquí. Todo lo demás, incluido lo que para muchos fue un show mediático, deja mal parada a la Fiscalía colombiana y genera un nuevo e innecesari­o caso de involucram­iento en los comicios de un país amigo de Colombia, como sucedió con la reciente elección presidenci­al en Estados Unidos.

‘‘No había razones para que el fiscal general, Francisco Barbosa, hiciese un viaje a Quito”.

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