42 colegios han vuelto a la presencialidad
La meta del Distrito es que los 400 colegios públicos que hay en Bogotá vuelvan a las aulas antes del 12 de abril. Asociaciones de educadores insisten en que no hay garantías de bioseguridad en algunos de esos lugares.
Bogotá continúa su apuesta por el retorno gradual a las aulas. Como lo ha comunicado la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, esto es una prioridad, pues los más jóvenes se han visto afectados por la falta de socialización y la precaria educación que estarían recibiendo, a lo que se suman las limitaciones que tendrían las madres cabeza de hogar para emplearse, ya que a muchas la pandemia las ha llevado a dejar sus trabajos para dedicarse a labores del hogar no remuneradas.
Este lunes, la ciudad comenzó con la incorporación de 23 instituciones educativas distritales que, sumadas a las que vienen operando, completan 42 que vuelven a la presencialidad. Hay que recordar que esta es una estrategia a la que el Distrito le ha dedicado meses de trabajo, pues las sedes que han ido abriendo sus puertas han participado de un proceso de adopción y evaluación de medidas de bioseguridad. Parte de estas es el respeto por el distanciamiento de dos metros (el cual está reforzado con zonas demarcadas), el uso permanente del tapabocas, el lavado de manos y las aulas ventiladas.
A pesar de esto, agremiaciones de educadores han mostrado su descontento, con todo y manifestaciones, pues aseguran que aún no están dadas las condiciones para garantizar la mitigación del virus en las aulas. En entrevista con El Espectador, William Agudelo, presidente de la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE), asegura que muchos colegios (no especifica cuántos), por su antigüedad ni siquiera cuentan con una adecuada ventilación. “Algunos tienen ventanas que no se pueden abrir”, dice.
A sus reparos agrega que los baños de estas instalaciones no serían suficientes para atender la demanda del constante lavado de manos y mucho menos los puestos portátiles que se han ubicado en las entradas. No obstante, asegura que no son los educadores quienes más se oponen al regreso, sino los padres de familia. Para argumentar su posición comenta que son pocos los niños que están asistiendo a las aulas. “Esta mañana, en el Liceo Femenino Mercedes Nariño (que es uno de los que se sumó esta semana) había más periodistas que estudiantes”, recalca.
Agudelo tampoco tiene certeza de cuáles serían las condiciones apropiadas para decir que es seguro volver a las aulas, pues explica que ese concepto no lo emiten ellos, sino el equipo de epidemiólogos con el que cuenta la ADE. No obstante, argumenta que la administración de Claudia López está abriendo cada vez más la llave de la reactivación económica (se tiene en mente próximamente la reapertura de los bares, por ejemplo) y el avance en la vacunación tampoco es que sea el más adecuado (con corte al 27 de febrero la ciudad había vacunado al 0,63 % del 70 % de la población que tiene como meta para alcanzar la inmunidad de rebaño).
Por su parte, el Distrito asegura que se está supervisando el cumplimiento de los protocolos y que espera que los 400 colegios públicos que tiene la ciudad retornen a la presencialidad antes del 12 de abril. También hay que tener en cuenta que la virtualidad seguirá presente, pues el espacio no permitirá que todos los estudiantes vuelvan de manera simultánea a las aulas. De hecho, se ha comunicado que los de prejardín, jardín y transición tienen prioridad, pues son la población a la que golpea con menos contundencia el virus y es la que más necesita interacción social.
Quienes les corresponda o quieran seguir desde la virtualidad, cuando no haya un docente que pueda hacerlo por videollamadas, lo harán por medio de cartillas o guías. No es lo óptimo, es lo que aseguran los expertos, pero es la manera en la que el Distrito continuaría garantizando el derecho a la educación, mientras la humanidad pasa la página de la pandemia.
››Uso del tapabocas, lavado de manos, distanciamiento social y aulas ventiladas forman parte de las medidas de bioseguridad adoptadas por el Distrito.