Interés en las vacunas
Vecol es de las pocas compañías que tienen plantas para producir biológicos. Aunque se han centrado en fabricar vacunas para animales, hoy su presidente confiesa que está dispuesto a involucrarse en un nuevo modelo de negocio para contribuir a la salud.
Aunque en Colombia no se producen vacunas para humanos, hay intenciones de recuperar esa capacidad. En la mente de quienes quieren hacerlo siempre está el nombre de una empresa: Vecol, cuyo mayor accionista es el Ministerio de Agricultura. Pese a que solo está centrada en el mercado de biológicos para animales, su presidente Juan Moncada confiesa que está interesado en expandir el negocio.
Cada vez que en medio de la pandemia se habla de la posibilidad de que Colombia vuelva a producir vacunas hay un nombre que sale a flote: el de Vecol. Con más de seis décadas en el mercado, esta compañía está en mente de quienes quieren impulsar la fabricación de biológicos por una sencilla razón: es una de las pocas que cuenta con una planta para producirlos.
Vecol, sin embargo, se alejó hace unos 20 años del mercado de vacunas para seres humanos. Desde entonces se concentró en producirlas para animales, pero hoy sus intereses han empezado a cambiar. Su presidente, Juan Aurelio Moncada, es prudente a la hora de hablar del futuro, pero revela que es un asunto en el que quieren involucrarse. Su infraestructura y la experiencia de su personal, dice, pueden ser de gran ayuda para esos nuevos intereses que han surgido en los últimos meses.
Desde que se habla de la posibilidad de producción de vacunas, Vecol aparece en el radar. ¿Cuándo empezó ese interés? ¿Han conversado con el Gobierno?
A mitad de año empezaron unas primeras conversaciones. Fuimos contactados por el Ministerio de Salud, específicamente por el ministro Fernando Ruiz, quien estaba interesado en conocer sobre cuál podría ser nuestra capacidad para producir vacunas. Luego, entre julio y agosto, tuvimos dos visitas del Instituto Nacional de Salud a nuestras plantas. Querían observar si Vecol podía envasar y llenar vacunas; la idea era traer vacuna a granel y envasarla acá, que es un proceso mucho más rápido que producirla desde el principio. De hecho, en Vecol estamos en un proceso de transformación de plantas y debemos pensar en que podamos ser aprobados por el Invima para producir algunas de las vacunas para humanos, no únicamente para COVID-19.
¿Cómo podría contribuir Vecol en este proceso?
Vamos a conversar, pero estamos dispuestos a ayudar, bien sea a través de la contribución de Know How en caso de que el Gobierno quiera construir una planta nueva en otra compañía o en nuestras instalaciones, o que quieran hacerlo en nuestra propia planta ya existente. Es decir, pueden surgir diferentes alternativas que tenemos que discutir con el Gobierno. Y eso será pronto.
Es decir que Vecol está interesada en involucrarse en la producción de vacunas humanas.
Sí, nos interesa. Nuestra experiencia podría contribuir a la salud del país.
Hay muchas etapas en las que puede involucrarse. ¿Hay algún proceso específico en el que estén interesados?
Dependiendo de cuál es la vacuna y el proceso que se requiere para comercializar una vacuna, debemos pensar cuál es el mejor camino, dado que investigar y desarrollar es un camino largo que requiere muchos recursos. Entonces, puede haber algunos procesos de transferencia de tecnología, en los que si ya hay una tecnología instalada, el proceso puede ser más rápido. Dependiendo del nivel de complejidad, es posible participar en solo una parte del proceso.
¿Han tenido conversaciones con la Alcaldía de Bogotá?
No.
¿Han establecido algún contacto con compañías que producen vacunas contra el COVID-19?
No. Hemos sido muy respetuosos con el Gobierno Nacional, porque somos empresa cuyo principal accionista es el Ministerio de Agricultura y porque tenemos una junta directiva que debemos respetar. Seguiremos de acuerdo con lo que nos indiquen.
¿Qué tan fácil es adaptarse para producir vacunas para humanos?
Aunque los desarrollos de una vacuna veterinaria y humana comparten las mismas etapas de desarrollo, si la comparamos con la industria farmacéutica humana, esta última cuenta con requerimientos adicionales que tienen que ver con la infraestructura y con los controles hechos a los productos que se licencian. Esa es una tarea del Invima. En este momento a nosotros nos rige el ICA. Sin embargo, esos requisitos adicionales dependen del tipo de producto que se busque desarrollar. A esto hay que sumarle las condiciones de bioseguridad, en las cuales nosotros tenemos un gran recorrido. Sabemos contener un agente biológico en grandes cantidades y sabemos cuáles son las pruebas que tenemos que hacer para que ese material biológico no sea liberado. Esto, a la luz de vacunas, para el COVID-19, es una experiencia muy importante que nosotros tenemos, especialmente en vacunas de virus inactivados. Otras tecnologías, como vacunas a base de virus de ARN mensajero o de subunidades, también las podríamos manejar.
En el caso de que estén dadas las condiciones para participar en esa producción, ¿qué tecnología sería la ideal para Vecol?
Mi caballo ganador serían las vacunas de virus inactivado, porque tenemos una infraestructura muy buena que no tiene nada que envidiarles a las de otros países. Pero pensaría en migrar hacia las de subunidades y ARN mensajero, porque le va a dar mucha versatilidad al mercado de vacunas. Pero hay algo en lo que quiero ser muy claro: esto hay que hablarlo con mucha responsabilidad, porque Vecol es el proveedor más importante para el país, para Uruguay y Ecuador de la vacuna contra la fiebre aftosa. Sería imposible producir las dos.
¿Qué tan complejo es construir una nueva planta para producir vacunas? Entiendo que requiere tiempo y una inversión muy grande.
Inversiones grandes, sí. Las plantas para humanos requieren no solo el diseño y la construcción, sino validación. Pero es posible hacerlo en tiempos no tan largos. Los tiempos pueden variar dependiendo del nivel de complejidad que se requiera y del tamaño. Es muy difícil decir cuánto puede tardar, pero en nuestro caso, para la planta que vamos a construir, empezamos a diseñarla el año pasado y estamos en el proceso de licitación. Queremos tenerla lista en 2024. Entonces, hablamos de cuatro años.