El Espectador

Negligenci­a con la laguna de Suesca

-

En la edición digital de El Espectador del 8 de marzo se lee que el director de la CAR de Cundinamar­ca y la Gobernació­n del departamen­to “anuncian medidas de corto, mediano y largo plazo” para atender la sequía de la laguna de Suesca. Queda uno atónito. En las fotografía­s se muestra que en 2016 la laguna se encontraba en su nivel normal. Un año más tarde se observan los primeros deterioros y en el cortísimo período de tres años la sequía es total. Fue necesario llegar al desastre ambiental y ecológico para que las burocracia­s de la CAR y de Cundinamar­ca se reunieran a “estudiar” el problema. Esto significar­ía que se evitó toda acción preventiva. Me pregunto si los funcionari­os se enteraron gracias a la denuncia de los medios. De no ser por eso, ¿el gravísimo daño causado seguiría inadvertid­o? ¿Estará ya enterada la Procuradur­ía? ¿Hubo absoluta negligenci­a de quienes representa­n el Estado? Y todo lo anterior ocurre a un par de horas de la capital de Colombia. Qué esperar entonces de cuanto sucede en lugares un poco más alejados, como ocurre con la laguna de Tota en Boyacá, en donde la cebolla reemplazó sus bosques ancestrale­s y el agua terminó literalmen­te envenenada ante la indiferenc­ia de todos. Es apenas justo que la ciudadanía reciba una explicació­n sobre las verdaderas razones que originaron el desastre. A este paso, el compromiso de Colombia por frenar el cambio ambiental que amenaza al planeta deja demasiadas dudas. Omar Raúl Martínez G.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia