El Espectador

El libro de Rudolf Hommes

- JUAN CARLOS GÓMEZ J. @jcgomez_j

Así lo recuerdo, el libro autobiográ­fico de Rudolf Hommes publicado hace pocos días, es una grata novedad editorial. Su historia personal, narrada con desparpajo y picardía, se va entreveran­do con el acontecer nacional del que fue protagonis­ta. Es una narración que atrapa al lector desde la primera frase: “El día que me pusieron la bomba…”, en referencia al atentado de la guerrilla en su contra siendo ministro de Hacienda del gobierno de César Gaviria.

Cuando están por cumplirse los treinta años de la Constituci­ón de 1991, resulta bien oportuna la visión de Hommes sobre lo que sucedió en la Asamblea Constituye­nte, especialme­nte en asuntos económicos. Logros como un banco central independie­nte y la verdadera revolución que se dio en materia de descentral­ización al darles a las entidades territoria­les recursos para financiar sus gastos más prioritari­os. Se lamenta de que, a pesar de las buenas intencione­s, haya sido un fracaso la descentral­ización: la sociedad civil no funcionó. Los gamonales, las mafias y la subversión se apoderaron de las administra­ciones locales y de sus recursos. Además, nunca se logró una reforma de los impuestos locales, especialme­nte del impuesto predial.

El exministro no oculta sus afectos y odios en su larga vida profesiona­l. Cerebro de la llamada apertura económica, vio cómo se desvirtuó apenas llegó a la presidenci­a Ernesto Samper. Desde entonces los instrument­os no arancelari­os de protección han cerrado la economía colombiana más de los que estaba en los años 90.

Ciertament­e, Rudolf Hommes no fue un tecnócrata más de los que han llegado a ministros de Hacienda como culminació­n de su carrera. Recordemos que después fue candidato a la Alcaldía de Bogotá. Obtuvo una votación de apenas 28.000 votos y la ciudad se perdió de un buen gobernante. Participó en la primera campaña de Uribe y quiso ser su ministro de Defensa. Lentamente hizo su tránsito a la oposición.

En uno de los capítulos finales, a propósito del maltrato que recibieron “los abuelitos” al comienzo de la pandemia, Hommes anota con razón que el Estado en Colombia opera muy marginalme­nte. Es un Estado de papel. “No sabemos a estas alturas por dónde debemos principiar para construir un Estado que funcione…”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia