Es hora de que el Ejército le dé la cara al país
EN EL EDITORIAL DEL DÍA 18 DE FEBRERO de 2021 se menciona que “el Ejército Nacional está en máxima alerta” y se le hace un llamado al Estado para que brinde acompañamiento institucional en Ituango. Sin embargo, me surgieron varias dudas sobre al papel que cumple el Ejército en mantener el bienestar de las comunidades. No es claro cómo el Ejército, al ser una fuerza superior en términos de hombres y tecnología, no puede controlar y reducir a los grupos que andan aterrorizando varias regiones de país. Según el portal Colombia Check, en 2016 las Fuerzas Militares de Colombia contaban con más 260.000 efectivos, lo cual supera con creces el número de combatientes que tienen los grupos narcotraficantes, paramilitares y disidencias. Pero además, dado que es una de las instituciones con más peso en el presupuesto nacional, valdría cuestionarse qué tan eficiente es el uso del dinero en la lucha contra los grupos armados ilegales. ¿Cuándo será posible tener clara la forma en que gastan recursos? ¿Cuándo le vamos a pedir explicaciones al Ejército por lo que sucede en los territorios?
Es preocupante que algunos miembros del Ejército piensen que pueden actuar sin control de las instituciones ni de la ciudadanía activa. El general Eduardo Zapateiro público en Twitter, el 19 de febrero de 2021, un tuit en el que menciona que son “víboras venenosas y perversas” aquellas personas que cuestionan el actuar indebido de los miembros de las Fuerzas Militares. Ahora, cuando es posible que en 2022 llegue una fuerza alternativa a la Presidencia, valdría la pena cuestionar hasta qué punto algunos miembros del Ejército garantizarán una transición estable y segura del poder. Es preciso que como ciudadanos entendamos que la vida en democracia no se trata de una guerra santa entre buenos y malos, como lo plantea el general en el mismo tuit.
La veeduría ciudadana activa sobre el Ejército y sus actuaciones busca, por el contrario, fortalecer al mismo Ejército, para que realmente en un futuro sea una fuerza en la que podamos confiar y, además, con capacidad de defender a las comunidades en cualquier territorio rural del país. Ahora que la JEP también ha revelado el número real de ejecuciones extrajudiciales en el país, ahora que en el país hay un asesinato masivo de líderes sociales, ahora que hay desplazamientos forzados en varias zonas del país, es hora de que el Ejercito le dé la cara al país. Las personas desplazadas se sentirán respaldadas y protegidas por el Estado cuando la formación militar esté basada en la protección efectiva de derechos humanos y la ciudadanía tenga claridad sobre cómo se usan los dineros públicos por parte de las Fuerzas Militares.
‘‘La veeduría ciudadana activa sobre el Ejército y sus actuaciones busca fortalecerlo, para que realmente en un futuro sea una fuerza en la que podamos confiar y, además, con capacidad de defender a las comunidades en cualquier territorio rural del país”.