Buenaventura: primera búsqueda de desaparecidos en el mar
El sistema de justicia transicional y organizaciones sociales recorrieron el estero San Antonio, donde habría más de mil desaparecidos. Allí se haría la primera acción en el país de búsqueda de personas desaparecidas en zona marítima.
Hay una historia de silencio sobre el estero San Antonio, el ecosistema de manglar ubicado en el suroriente de Buenaventura (Valle del Cauca). Sus habitantes recuerdan que era un lugar para “vivir sabroso”: ir a pescar, nadar y pasar tiempo con la familia. En los barrios de las orillas se hacían trueques de comida y las casas se levantaron sobre palafitos, porque así era la conexión del pueblo negro con su territorio.
Ahora es un espacio de muerte, fosas y terror. “Muchos de nuestros muchachos los vimos embarcarse por el estero y nunca más volver”, aseguran. Los niños y niñas ya no van a nadar por miedo a encontrarse con cuerpos desmembrados, y los adultos se protegen a través del silencio. Este sitio fue usado por los grupos armados, como el bloque Calima, el frente Pacífico, La Empresa y los Urabeños, como cementerio clandestino de sus víctimas desde mediados del año 2000.
Las organizaciones sociales de Buenaventura estiman que hay más de mil cuerpos de personas desaparecidas en el fondo del estero. Fueron víctimas de las “casas de pique” que instalaron los grupos en varias comunas, como la 3, 4, 7 y 8, o eran amarrados de sus prendas de vestir a los manglares de la Isla Pájaro, hoy conocida por sus habitantes como la Isla Calavera.
El pasado lunes 12 de abril, cinco balsas recorrieron el estero para realizar un acto simbólico por las víctimas de desaparición forzada.
La principal iba decorada con los rostros de quienes siguen desaparecidos y de allí salía música de tamboras y cununos. En las otras embarcaciones iban integrantes de las organizaciones, familiares de desaparecidos y tres representantes del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición: Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD); Alexandra Sandoval, vicepresidenta de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), y Leyner Palacios, comisionado de la Comisión de la Verdad.
En la mitad del recorrido, en el que varias lideresas iban narrando sus historias de desaparición y dolor, las cinco balsas se detuvieron en la Isla Calavera. Sus ocupantes le pidieron perdón a la madre tierra por la violencia que ha sufrido. Lanzaron sal, aceite, leche, semillas, viche y desde todas las balsas arrojaron flores hacia el mar.
Luego señalaron un pedazo destapado de esta isla donde se veían costales gigantes para contener el material que saldrá del proyecto de dragado en este estero. Con la obra, que es del Instituto Nacional de Vías (Invías) y el Consorcio San Antonio, se quiere aumentar 4,5 metros de profundidad a lo largo de 6,4 kilómetros del estero para facilitar la navegación de embarcaciones y mejorar el comercio en el distrito. El contrato es por $15.114’136.556.
Los bonaverenses, además de ser víctimas del conflicto, dicen que también son víctimas del desarrollo. El dragado intervendría la tierra donde pueden estar los cuerpos sin identificar. Los podría succionar y destruir. Esa es la razón por la que las tres cabezas del sistema de justicia transicional estaban haciendo este recorrido.
Aunque actualmente la obra se encuentra detenida, según lo confirmó a este medio el alcalde de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal, no es por las peticiones de la población, sino por problemas contractuales que no especificó. “No creo que haya que escoger entre una cosa y otra (dragado o búsqueda de desaparecidos). Ahí está el desafío, en cómo Colombia aprenderá a buscar desaparecidos en un contexto como el de Buenaventura: de esteros, manglares, de flujo de marea cada seis horas”.
Los casos de desaparición forzada en el estero San Antonio, e incluso en otros lugares como el estero El Aguacate o en el Terminal de Contenedores de Buenaventura (TCBuen), son un secreto a voces que no ha sido atendido por ninguna entidad para crear un plan de búsqueda o frenar el dragado. De acuerdo con el Centro Nacional de Memoria Histórica, al menos 779 personas han sido desaparecidas de manera forzada en Buenaventura.
Por esta razón, diversas organizaciones de Buenaventura, entre ellas la Corporación Memoria y Paz (Cormepaz), el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), el Proceso de Comunidades Negras, Madres por la Vida, Fundación Nydia Érika Bautista y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, le enviaron a la JEP tres solicitudes de medidas cautelares para que protegiera temporalmente el estero San Antonio para buscar a los desaparecidos.
En la información entregada a la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la JEP, las organizaciones mapearon algunos de los puntos donde se han encon