Historia de la literatura: “Elogio de la estulticia”
Para dejar atrás la Edad Media y entrar de lleno en el Renacimiento, en esta ocasión me voy a referir a una obra fundamental para la historia de la literatura: “Elogio de la estulticia” o “Elogio de la locura”, publicado en 1511 por Erasmo de Róterdam.
El autor de este original enaltecimiento a uno de los estados más comunes y a la vez más cuestionados de la humanidad nació en Róterdam, en los Países Bajos, el 28 de octubre de 1466 y murió en Basilea el 12 de julio de 1536. Su nombre original era Gerrit Gerritszoon, aunque se le conoció como Desiderius Erasmus Rotterdamus y fue uno de los principales representantes del humanismo como movimiento filosófico y artístico que ambicionaba rescatar las formas artísticas clásicas, apabulladas por la fuerte presión del cristianismo medieval, y enfocar el desarrollo del pensamiento en el ser humano. La idea era la de comprender la naturaleza humana, otorgar un sentido racional a la existencia del universo y, de alguna manera, procurar un equilibrio entre el cristianismo y el clasicismo.
Le tocó vivir una coyuntura complicada desde una perspectiva política y cultural muy controvertida a lo largo de toda Europa: por un lado, Enrique VIII, en Inglaterra, se separó de la Iglesia papal romana católica y decidió acoger el protestantismo dentro de una nueva institución religiosa; de otra parte, el papa León X, Lorenzo de Médici, se vio enfrentado a una de las crisis más confusas de la historia del catolicismo; fue además la época de Martín Lutero, padre de la reforma religiosa protestante; adicionalmente se sentía un ambiente crucial para las monarquías europeas en la distribución de las tierras americanas recién descubiertas. En fin, se enfrentó con un período convulso de la sociedad europea que se manifestó en crisis políticas y religiosas que reflejaron su sentir en el arte y el pensamiento.
Esta obra, originalmente escrita en latín, está desplegada a manera de ensayo dirigido a Tomás Moro (1478- 1535), autor de Utopía (1516), texto que reflexiona sobre diversos problemas éticos y morales de la humanidad. Lo que hace este análisis es personificar la estulticia y es ella la que se encarga de narrar en primera persona. Así, relata de dónde proviene Locura y por qué ella es tan importante en todos los aspectos de la vida cotidiana. Cuenta que Locura es originaria de la isla de los afortunados, aquel lugar donde no hay necesidad de trabajar, nunca se envejece, no se conoce la enfermedad; es como una especie de edad dorada o paraíso terrenal, en términos judeocristianos. Así se presenta: “Diga
lo que quiera de mí el común de los mortales, pues no ignoro cuán mal hablan de la Estulticia incluso los más estultos, soy, empero, aquella, y precisamente la única que tiene poder para divertir a los dioses y a los hombres”.
Se trata de una crítica a la política, a las ciencias naturales y sociales, a la religión y en general a diversas profesiones. La actividad de los jurisconsultos, dialécticos, sofistas, filósofos, teólogos y religiosos constituye el material del que se nutre este ensayo satírico. Pero también expresa una profunda crítica en contra de las mujeres; las mujeres tienen que ser estultas, pues tienen hijos pese al dolor y siguen teniendo más. Se refiere a las mujeres como animales inferiores que acompañan al hombre. Asimismo, parodia las supersticiones, los rezos, los agüeros y las pasiones. Afirma: “La sabiduría no es otra cosa que el gobierno de la razón. La estulticia, por el contrario, consiste en dejarse llevar por las pasiones”.
Al mismo tiempo, se sirve de múltiples referencias clásicas, pues como humanista renacentista tiene acceso a los libros más importantes de los antiguos griegos y romanos, y en esa medida procura aplicar sus contenidos a la sociedad de su época; Estulticia nació de Pluto (dios de la riqueza) y de la ninfa Neotete, y fue criada por Ebriedad e Ignorancia.
Estulticia es sincera, no usa disfraces, no engaña, es auténtica, no se esconde detrás de una máscara que le ha impuesto la sociedad. Para el humanista, es una diosa que necesariamente interviene en el diario vivir de los hombres. Sin ella no habría relaciones sociales, porque la locura es la que logra que el ser humano se libere de la vergüenza y del miedo. Para el anciano, la estupidez es una forma de frenar su vejez porque la locura está relacionada con lo joven y pueril.
En suma, se trata de una reflexión sociológica que supone una sátira general que propende por destacar las ventajas de la locura y, a la vez, es una crítica del constructo social; pero también es el reflejo de un hombre de iglesia inconforme que sintió rechazo hacia el autoritarismo eclesiástico, que impedía pensar libremente. De hecho, a pesar de que Erasmo no conoció directamente a Lutero, a lo largo de su obra y de las traducciones e interpretaciones teológicas se puede percibir un cruce de sus ideas sobre algunos pasajes de la Biblia.
››Esta obra, originalmente escrita en latín, está desplegada a manera de ensayo dirigido a Tomás Moro (1478-1535), autor de “Utopía” (1516), texto que reflexiona sobre diversos problemas éticos y morales de la humanidad.