Privados, con cupo para vacunas
Para el ministro de Salud, en las siguientes semanas posiblemente habrá un incremento de casos y el sistema de salud tendrá que enfrentar días desafiantes, cree que la vacunación marcha cada vez mejor, pero confiesa que han pasado apuros para tener un tab
Inquieto porque las próximas semanas serán muy complejas debido a la evidencia de que las aglomeraciones elevarán los casos de contagiados con COVID-19 en el país, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, dice que los privados tendrán un cupo para comprar 2,5 millones de dosis y que para ese proceso deberán consolidar un mecanismo financiero y transferir al Gobierno el dinero para adquirir vacunas.
El pasado jueves, representantes del Gobierno les hicieron una propuesta a las empresas privadas. Ante las dificultades de conseguir vacunas, el Ministerio de Salud les planteó la posibilidad de darles un cupo más de 2,5 millones de dosis de la compañía Sinovac para que inicien la vacunación de sus empleados. La única condición era que la compra se realizara a través del Gobierno y que se debía respetar el plan trazado por esa cartera.
Fernando Ruiz, ministro de Salud, dice que, aunque es una contribución que parece poco ante los cerca de 70 millones de dosis que ha adquirido el país, será importante. Hasta el momento no ha recibido respuesta de los empresarios y está esperando que definan un mecanismo financiero para pagarlas. Mientras eso sucede, tiene un par de asuntos que le inquietan. Uno es lo que está sucediendo con la misión médica. El otro tema es lo que pueda suceder en las próximas semanas. “Serán muy complejas”, advierte.
Estamos en un momento difícil: UCI llenas, alta positividad y alto número de contagios y de fallecimientos. ¿Estamos en el peor momento?
Estamos en el pico más agudo hasta ahora en número de contagios. La letalidad, probablemente, podría ser menor que los otros picos. Hay una cosa muy particular: hay algo positivo y es la baja afectación de personas mayores de 70 años debido a la vacunación, que se ha visto en todas las ciudades. Pero esto también ha correspondido a mayor contagio de personas más jóvenes, menores de esa edad, cuyas características frente a la enfermedad son diferentes. Mientras un menor de 80 años dura en promedio 5,5 días en UCI, un menor de 60 años puede durar 11,6 días.
¿Qué esperan para las próximas semanas?
Las próximas semanas serán muy complejas. Hay evidencia de que las aglomeraciones producen mayor afectación. Nosotros notamos, además, que si sale la gente mayoritariamente joven, muchas personas mayores se quedan en su casa y pueden ser contagiadas. Todavía no sabemos cuál es la consecuencia, pero lo vamos a ver en las próximas semanas. Ya vemos en Bogotá un incremento de casos.
Hace un año teníamos un problema de desabastecimiento de medicamentos. También hubo dificultades con el oxígeno. ¿Hay riesgo de que suceda algo similar?
En medicamentos, por el lado de importación, estamos bien. No tenemos déficit, pero tampoco tenemos exceso. El problema más crítico es el de oxígeno y el problema más agudo es el tránsito y la disposición de medicamentos en hospitales y clínicas. El paro ha afectado la misión médica, el transporte de insumos y el transporte de medicamentos. Los pacientes más críticos son los que están en UCI por suministro de oxígeno y también los pacientes que están en tratamiento de diálisis renal que requieren suministro diario.
Hablemos de vacunación. Vienen las etapas masivas. ¿Qué puede ser lo más desafiante?
A Colombia han llegado 10 millones 700 mil dosis, de las cuales se han aplicado más de 7 millones. Al finalizar este mes vamos a tener, aproximadamente, 14 millones. Esto ya está confirmado. El mes entrante, probablemente, vamos a tener otros 7 millones. Ya confirmamos la compra adicional a Pfizer de 5 millones de dosis, de las cuales 2,5 millones llegarán en junio. Entonces vamos a tener un número bastante amplio de vacunas en mayo y junio, y con eso podemos cerrar la etapa dos. La población de la etapa tres son 8 millones de personas y esperamos cubrirlos en junio, y a partir de julio iniciar la vacunación de los más jóvenes, con la llegada de las dosis de Janssen y Moderna.
Ha habido inquietud respecto al acceso de la información sobre la vacunación. ¿Por qué ha sido tan difícil tener un tablero público?
Para poder tener eso contratamos con la Agencia Nacional Digital, una entidad pública, el diseño de PAI WEB 2. Hemos venido trabajando y el PAI WEB ya fue entregado. Se están haciendo trabajos de mejoras a la plataforma, pero estamos en el proceso de cargar toda la información que se generó antes de la implementación completa del aplicativo.
¿Es cierto que el Gobierno les va a ceder cupos de 2,5 millones de dosis a los privados?
Eso es cierto, y tiene las siguientes características: nosotros tenemos un contrato abierto con Sinovac, que es la empresa china. Dado que los privados han tenido tantas dificultades para acceder a vacunas, mediante una compra realizada a través del Gobierno, los privados pudieran acceder a las dosis. Deben consolidar un mecanismo financiero y transferir al Gobierno ese dinero para adquirir vacunas, pero deben respetar las condiciones del Plan de Vacunación. Fue un planteamiento que les hicimos el pasado jueves. Ahora la pelota está en cancha de ellos.
Ha habido una discusión en torno a la reforma a la salud. ¿No cree que es un mal momento para sacarla adelante?
El tema no es que la reforma se haya presentado en un mal momento, sino que a la reforma se le atravesó este mal momento. La reforma se viene tramitando desde el año pasado y de pronto se encuentra este torbellino tan complejo. Una reforma a la salud nunca es un proceso fácil. Cuando Alejandro Gaviria estuvo de ministro y yo de viceministro ya se nos había hundido una reforma ordinaria. En esta ocasión, es una reforma cuyo objeto y centro es el paciente. Nosotros hemos respaldado la iniciativa porque creemos que el proceso se necesita. Hay capítulos que son muy importantes, como es todo el tema de seguridad sanitaria.
¿Está de acuerdo con que se implemente impuesto a las bebidas azucaradas?
Yo no estoy tan seguro, y en parte puede ser por mi propia ignorancia, sobre la efectividad que ha habido en los países que han aplicado este impuesto a las bebidas azucaradas. La evidencia muestra unos signos positivos, pero a unos niveles todavía muy pequeños. Tenemos que tener datos más robustos.
En el Congreso estaban debatiendo otro proyecto de ley para cambiar el etiquetado a la comida chatarra. ¿Apoya este cambio?
Lo que la sociedad merece es un etiquetado claro, concreto, que muestre efectivamente los riesgos y las características de los productos. No conozco a profundidad el proyecto que menciona, pero, como sector salud, pensamos que lo más conveniente es un etiquetado claro que explique los contenidos y que, evidentemente, en una situación de obesidad en niños, es fundamental que haya transparencia y claridad en eso.
‘‘Esperamos a partir de julio iniciar la vacunación de los más jóvenes, con la llegada de las dosis de Janssen y Moderna”.