El dodo y el fin de la biodiversidad
LA BIODIVERSIDAD SE REFIERE A LA variedad de seres vivos en el planeta y se ha comprobado que si ella no existiera el futuro de la humanidad estaría amenazado, puesto que en la naturaleza todas las especies dependen las unas de las otras. Lo malo es que los estudiosos temen que, por obra de la mano del hombre, en un futuro no muy lejano una de cada ocho especies podría desaparecer porque la actividad humana está perjudicando a través del cambio climático y otros métodos la vida sobre la Tierra.
Se ha documentado la desaparición en los últimos cuatro siglos de casi mil especies, aunque probablemente la cifra es más grande. Un ejemplo de esto que siempre se cita es el del dodo, un caso interesante porque es el primero en que hay constancia de que se extinguió por culpa de los humanos, no como los dinosaurios que desaparecieron por un accidente sideral. Muchos saben del dodo porque Lewis Carroll en su Alicia en el País de las Maravillas incluyó uno como personaje de la obra.
En el año de 1698 marineros holandeses descubrieron una isla en medio del océano Índico a la que bautizaron isla Mauricio.
Allí se encontraron con una extraña ave desconocida en Europa, de un metro de altura y unos diez kilos de peso, a la que bautizaron dodo. 75 años después de la llegada de los marineros, el dodo era una especie inexistente ya que fue perseguida implacablemente no solo para alimento sino que sus huevos también eran apreciados, o sea que ni siquiera podía reproducirse. Hoy ya no hay dodos en nuestro planeta.
El caso del dodo es considerado una advertencia de cómo, si no se respeta el ambiente, los seres humanos pueden extinguir muchas formas de vida, lo cual sería un auténtico desastre ecológico que puede tener como consecuencia final la misma desaparición del hombre.