Al césar lo que es del césar
RESULTA INCREÍBLE QUE, POR UN purismo extremo, no se haya dado prioridad en la vacunación a los funcionarios públicos que deben interactuar con la ciudadanía, y que por eso hoy algunos estén enfermos de COVID-19, entre ellos la alcaldesa. Inconcebible porque este virus ha demostrado ser mortal y traicionero. Ahora que Claudia López está en obligado reposo quisiera, precisamente, hablar de su difícil tarea, que se problematizó aún más cuando la pandemia la obligó cambiar los énfasis y poner en un segundo lugar algunos proyectos de transformación de la ciudad que tenía en mente. Lo cual tiene que ser muy descorazonador.
No todo ha sido perfecto en la administración de Claudia y ella ha tenido descaches serios que le han valido críticas. Pero creo que si algo tiene, a diferencia de Duque y otros miembros del Gobierno central, es capacidad de reacción y de conexión con la comunidad, que es lo que se espera de un mandatario de verdad. Mientras Duque permanece encerrado en su burbuja y difícilmente da la cara, los bogotanos hemos visto a Claudia López en las localidades, los hospitales, los mercados, haciendo pedagogía megáfono en mano, palpando la realidad del día a día y tomando decisiones dificilísimas sobre la marcha. Que a veces se ha excedido en cierres, sí, y que ha permitido aglomeraciones evitables, también. Pero, ¿qué gobernante puede no equivocarse al enfrentar esta realidad cambiante, imprevisible? Y mientras la atacan, además, por todos los flancos, Petro y sus huestes, los señores del Centro Democrático, incluido Duque, los jóvenes aspirantes a la alcaldía, que respiran por la herida —y la llaman socarronamente Claudia Nayibe, con un dejo de desdén de clase— y hasta los homofóbicos, como el profesor de la U del Rosario echado en buena hora. ¿Que es una peleadora? Pues sí. Es la forma de defender sus convicciones en esta aplastante sociedad patriarcal. Aunque en tiempos de crisis sería mejor menos exacerbación.
Yo admiro la valentía de Claudia López y su esfuerzo por ser ecuánime. Ella ha sido capaz de denunciar la violencia policial y de defender a los agredidos —lo que no hace Duque—, pero también de censurar a los que quisieron quemar a varios agentes en un CAI; respeta las manifestaciones, pero se duele, con razón, de la violencia destructora. En fin, debe sostenerse, con inteligencia, sentido de la justicia y empatía, sobre una dificilísima cuerda floja. Celebro también que, con gran visión, se haya interesado sobre todo por los jóvenes, beneficiándolos con una alianza con el SENA que aspira a formar 200.000 aspirantes; con Matrícula Cero en la U. Distrital para casi 28.000 estudiantes, y con entrega de tabletas a bachilleres vulnerables. Y que, pensando en las mujeres, haya impulsado el Sistema Distrital de Cuidado, que aspira a relevarlas de la obligación del cuidado gratis, y fortalecido el presupuesto de la Secretaría de la Mujer y los servicios de la Línea Púrpura. También creo que su manejo de la pandemia ha sido uno de los más oportunos —a pesar de los tristes resultados de hoy— y que es muy importante su logro de renta básica para rescatar familias de la pobreza. Hoy reclama vacunas para los maestros. Y hay más. Todo contra viento y marea. Creo que es hora de decirle gracias.
Mario Fernando Rodríguez B. Paula Sánchez, Juan Francisco Pedraza, Viviana Velásquez y Rubén Darío Ballén. Eder Rodríguez, William Ariza, Lina Paola Gil, William Botía, Johann González, William Niampira, Jonathan Bejarano y Camila Sánchez. Nelson Sierra G. Óscar Pérez, Gustavo Torrijos, Mauricio Alvarado y Jose Vargas. Óscar Güesguán. Iván Muñoz, Nicolás Achury, Natalia Romero, Alejandra Ortiz, Camila Granados, Carlos Flórez y Leonel Barreto.