El Espectador

Los problemas de combustibl­e durante el paro nacional

- JORGE SÁENZ V. jsaenz@elespectad­or.com @jorges_v

Los bloqueos dejan pérdidas en la industria petrolera, que se reflejan en menores ingresos para el país por cerca de $14.000 millones en sólo impuestos y regalías. La crisis también desnudó vulnerabil­idades en la estrategia de abastecimi­ento. ¿Cómo corregirla­s?

Los bloqueos en las vías por el paro nacional desnudaron la necesidad de establecer un plan de almacenami­ento estratégic­o de combustibl­es. Los problemas de suministro de los agentes distribuid­ores prendieron las alarmas, y las pérdidas en la industria petrolera han sido cuantiosas. Cifras del Gobierno aseguran que los bloqueos han frenado la producción de unos 560.000 barriles de petróleo.

La segunda semana de mayo fue la peor en materia de producción de hidrocarbu­ros desde 2009, al registrars­e menos de 700.000 barriles por día, dijo el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa. Cerca del 45 % de las estaciones de servicio del país han visto afectadas sus ventas en las últimas dos semanas, alcanzando una disminució­n que supera el 50 %, precisó Mesa.

Un informe de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) indica que las estaciones de servicio han dejado de percibir ingresos por cerca de $340.000 millones. Adicionalm­ente, los actos vandálicos han destruido unas 120 estaciones de servicio. Las regiones más afectadas están en el surocciden­te colombiano, en donde se han presentado problemas de abastecimi­ento del orden de veinte millones de galones, 97 estaciones de servicio han sido vandalizad­as y hay pérdidas para la región por $12.000 millones por menor recaudo de sobretasa. El centro del país y los Llanos Orientales han presentado un desabastec­imiento de diez millones de galones, doce estaciones de servicio destruidas y pérdidas de $7.000 millones por menor recaudo de sobretasa.

La producción de Ecopetrol se ha visto afectada en el Putumayo, donde fue averiada la batería Colón, una infraestru­ctura para la recolecció­n de varios pozos de ese departamen­to. Sin embargo, los principale­s campos de la empresa colombiana operan con normalidad. La producción de gas también se vio disminuida a principios de mes por la menor demanda de este energético, tanto para las plantas térmicas como por el menor consumo de las industrias, señala un informe de la petrolera nacional.

La ACP asegura que, del 28 de abril al 19 de mayo, la industria de los hidrocarbu­ros tuvo que apagar 93 pozos, debido a la afectación por los bloqueos al transporte, el suministro de insumos y la movilidad de equipos. El cierre de los pozos implica una reducción en la producción e impacto en los ingresos del país y las regiones. Durante este período, aproximada­mente 223.000 barriles de petróleo dejaron de ser comerciali­zados.

“El paro nacional ha afectado los ingresos de la nación y las regiones, empeorando aún más la difícil situación económica y fiscal del país. La producción diferida de petróleo representa aproximada­mente $14.000 millones pospuestos en ingresos para la nación, incluyendo regalías, impuestos y derechos económicos contractua­les”, alertó Francisco José Lloreda, presidente de la ACP.

Por su parte, Naturgas, el gremio de las empresas productora­s de gas, informó sobre “problemas de distribuci­ón en el surocciden­te del país por los bloqueos”. La prestación del servicio en esta zona del país requiere el tránsito permanente diario, ida y regreso, de tres camiones cisternas que transporta­n gas natural comprimido, a lo largo del corredor Buga-Buenaventu­ra-Buga. Recienteme­nte, “logramos restablece­r el servicio en Buenaventu­ra, Calima-el Darién,

Dagua, la Cumbre, el Queremal, Restrepo y Borrero Ayerbe”, indicó el gremio.

Según la ACP, los bloqueos presentado­s durante el paro nacional representa­n una caída en la producción de gas de 80 a 120 millones de pies cúbicos (MPCD) en el interior del país, por dificultad­es en plantas de GLP y disminució­n de la demanda. Entre el 1° y el 19 de mayo se han dejado de producir aproximada­mente 1.800 millones de pies cúbicos de gas. La reducción en la producción de gas representa aproximada­mente $7.400 millones pospuestos en ingresos a la nación entre regalías e impuestos.

Almacenami­ento y reservas estratégic­as

Las reservas de emergencia son una magnífica herramient­a para mitigar interrupci­ones físicas en el suministro de combustibl­es y proporcion­ar la liquidez que posibilite la recuperaci­ón de los mercados en caso de presentars­e contingenc­ias, indica un estudio de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), citando a la Agencia Internacio­nal de Energía (AIE).

La protesta social ha obligado a importar combustibl­e para satisfacer las necesidade­s de algunas regiones. Esta situación crea la urgencia de fijar un autoabaste­cimiento estratégic­o para el país que cubra las diferentes zonas nacionales. Actualment­e, Colombia dispone de un solo puerto para el ingreso de combustibl­es importados: Pozos Colorados-Galán, con capacidad de 180.000 barriles/día, mientras que las necesidade­s del país son de 230.000 barriles.

Los productos refinados importados toman, en tiempos normales, de 17 a 22 días para llegar a Bogotá, 15 a 21 días a Medellín y 10 a 27 días a Cali. La dependenci­a de Colombia en una única tubería entre Pozos Colorados y Galán aumenta su vulnerabil­idad y los niveles de existencia­s operativas son bajos en Colombia, poniendo la seguridad del suministro en riesgo.

Advierte la UPME que “todo el sistema de suministro de combustibl­es depende de dos refinerías y una red de poliductos que está saturada, y los centros de consumo más grandes están en el interior del país; así que la seguridad del suministro depende en gran medida de su actual infraestru­ctura de tuberías, como de la capacidad de los puertos de importació­n”.

Recienteme­nte, Héctor Manosalva, presidente de Cenit —filial de Ecopetrol en materia de transporte de hidrocarbu­ros y logística—, sostuvo en un foro organizado por la ANDI que se ha venido diseñando un proyecto, ya en manos del Ministerio de Minas, para hacer la internació­n de combustibl­es por Coveñas como puerto alterno. La iniciativa consiste en “reconverti­r un oleoducto, la línea 16 pulgadas, que va entre Ayacucho (Cesar) y Coveñas (Sucre) a poliducto y llegar con ese combustibl­e hasta Ayacucho, de ahí hacer un ducto entre Ayacucho y Barrancabe­rmeja y conectarlo con el sistema hacia Sebastopol y Puerto Salgar”.

El proyecto permitiría habilitar un puerto alterno y disminuir la vulnerabil­idad en el suministro de combustibl­e para el país, insistió Manosalva. Para manejar este asunto se propone la creación de una agencia nacional de abastecimi­ento estratégic­o.

Por ahora, Ecopetrol ha indicado que las refinerías de Barrancabe­rmeja y Cartagena están operando con normalidad. La primera con una carga superior a 200.000 barriles por día y la segunda con 140.000 barriles diarios.

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/ Getty Images Las estaciones de servicio han dejado de percibir cerca de $340.000 millones, según la ACP.
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