Algo de esperanza
VARIOS POLÍTICOS PROGRESISTAS se han agrupado en lo que llaman Coalición de la Esperanza para proponerle una plataforma de acción al país que contribuya a salir de la crisis social, política, económica y de salud que el gobierno del Centro Democrático ha exacerbado. Ellos son Jorge Enrique Robledo, Juan Fernando Cristo, Humberto de la Calle, Juan Manuel Galán y Sergio Fajardo.
“Este es un país grande mal manejado”, afirman. El Gobierno ejerce violencia desbordada y vulnera los derechos humanos de la población. Se diferencian de los políticos tradicionales que conviven y comparten “las argucias, el favorecimiento y la corrupción” y profundizan la inequidad, pero también del caudillismo populista en el otro extremo ideológico.
Acusan que la producción agraria e industrial está desprotegida y no hay políticas de fomento, con lo cual ha aumentado el desempleo y se ha dificultado la creación de riqueza en el país. La dependencia en la exportación de petróleo, oro y carbón ha propiciado la revaluación del peso, abaratando las importaciones y lesionando el aparato productivo que no puede levantar cabeza. Aun antes de la pandemia, el desempleo superaba el 10 % de la fuerza de trabajo y el desempleo juvenil estaba alrededor del 50 %. Saben que hay que aumentar las inversiones en la educación y la salud del pueblo, en innovación, en ciencia y en infraestructura para diversificar la economía y las exportaciones.
Los firmantes se declaran partidarios de la iniciativa privada y la libertad de empresa, pero agregan que el capital tiene una función social: el Estado debe intervenir cuando el mercado fracasa, protegiendo a los más débiles. Se requiere igualar la cancha para que puedan jugar todos los ciudadanos, sin preferencias de cuna ni de los clanes políticos que asignan arbitrariamente las posiciones del Estado.
Se pondrá en marcha una política tributaria progresiva, equitativa y eficiente, cada cual aportando según su riqueza, que privilegie los impuestos directos sin afectar la canasta familiar. El recaudo tributario debe aumentarse de manera progresiva y firme para poder financiar los servicios sociales de forma adecuada y universal.
A pesar de que el gobierno del Centro
Democrático tiene como su principal bandera la seguridad, ejerce una política ciega de represión de los cultivos ilícitos que multiplica el descontento de los afectados e invita a una nueva confrontación social. Se han irrespetado los acuerdos de paz y se ha abandonado un camino promisorio para superar el conflicto armado. Hoy se multiplican los asesinatos de líderes sociales, las incursiones de viejos y nuevos grupos armados, las retaliaciones mortíferas de la Fuerza Pública contra manifestantes urbanos, campesinos e indígenas, provocando de nuevo el miedo colectivo frente a una inseguridad creciente.
Los puntos de encuentro igualitarios de los colombianos serán la educación, cuya calidad deberá ser mejorada con fuertes inversiones públicas, y la salud, que será tratada como un bien público, se priorizará la medicina preventiva, el fortalecimiento de la red hospitalaria y la regulación adecuada del sistema.
Se trata de recuperar la confianza en la democracia, poner la economía al servicio de los ciudadanos, proteger los territorios que se han convertido en tierra de nadie, haciendo que el Estado recupere el monopolio legítimo de la fuerza. Habrá consulta en marzo de 2022 para definir candidato.