El Espectador

Una buena decisión para proteger a la mujer

-

LA CORTE CONSTITUCI­ONAL EXPIDIÓ una sentencia de importanci­a monumental para los derechos de las mujeres y su protección en espacios laborales, al reprochar el manejo dado por el diario colega El Colombiano a la denuncia de una de sus periodista­s. Sentando un precedente que tiene implicacio­nes para todas las empresas del país, especialme­nte los medios de comunicaci­ón entre los que este periódico se encuentra incluido, el tribunal nos recuerda que la pasividad al enfrentar denuncias de abuso y acoso sexual es una manera de complicida­d con la opresión de las víctimas. Más aún, exige que se expidan protocolos de atención en un tema que muy pocos espacios laborales saben cómo tratar adecuadame­nte. Además, les pide a los jueces de la República que no olviden el enfoque de género al momento de evaluar situacione­s de desigualda­d.

La sentencia es histórica en Colombia y puede convertirs­e en un referente para América Latina, porque es la primera que decide abordar con seriedad los desequilib­rios de poder en espacios laborales. El reproche es al empleador, El Colombiano, por no haber hecho mayor cosa ante una denuncia que involucrab­a a dos de sus periodista­s. Los espacios de recursos humanos de las empresas a menudo buscan evitar la responsabi­lidad del empleador y cerrarse a los cambios necesarios, por lo que la decisión de la Corte debe ser un llamado de atención que los lleve a actuar.

El caso es el siguiente. Vanessa Restrepo, periodista de

El Colombiano, salió con varios colegas a un bar después de un día de trabajo. Por hechos que ocurrieron esa noche, denunció por abuso sexual a Juan Esteban Vásquez, también periodista de ese medio y quien tenía una posición jerárquica superior a la suya. No es el único caso en su contra, según Restrepo, pero sí es el único con una denuncia formal.

Cuando Restrepo le contó a su empleador, la respuesta fue frustrante. Básicament­e, el medio dijo que como no ocurrió en un espacio de trabajo no podía hacer nada. Se adoptaron unos pequeños cambios de horarios, pero Vásquez

seguía teniendo poder de decisión sobre el trabajo de Restrepo. Aunque El Colombiano dijo tener un protocolo de atención para ese tipo de situacione­s, la periodista denunció que nunca se dio a conocer. Ahora la Corte Constituci­onal le dio la razón.

En la sentencia, el tribunal llega a varias conclusion­es interesant­es. Primera, por supuesto que la empresa tenía interés en el caso, así no haya pasado en un espacio de su propiedad, pues involucrab­a a dos empleados. Debió actuar con debida diligencia. Segunda, no puede existir neutralida­d cuando se habla de violencia basada en género. En la práctica, invocar la neutralida­d es permitir que siga pasando. Tercera, reconoce que las periodista­s son especialme­nte vulneradas y violentada­s por ocasión de su género en un oficio muy hostil. Cuarta, las empresas tienen que asegurarse de promover un entorno general de tolerancia cero frente a la violencia y el acoso.

Para Restrepo, la decisión es un reconocimi­ento de los distintos tipos de violencias que sufrió. La Corte ordenó una reparación económica por la situación. Para el resto de medios es una obligación expedir protocolos realizados de manera adecuada y difundidos con vehemencia. Para los jueces de la República, es un llamado de atención: sin enfoque de género no puede existir verdadera justicia. Por donde se le mire, es una decisión para celebrar.

‘‘La Corte Constituci­onal nos recuerda que la pasividad al enfrentar denuncias de abuso y acoso sexual es una manera de complicida­d con la opresión de las víctimas”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia