El Espectador

TarotdeMav­é

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LEO

De acuerdo con el As de copas del Tarot, a usted lo dominan las ganas de salir corriendo para otra parte a ver cómo pasa la vida en distintas latitudes. Lo obsesiona la idea de reencontra­r la alegría de vivir en otra parte y escuchar allí el canto de los pájaros y el ruido de las hojas secas debajo de sus pies. Para dejar atrás la noche sin fortuna. Velas amarillas, muchísimas velas amarillas, sin falta.

VIRGO

Usted ha hecho todo lo posible para seguir con sus proyectos, pensando que la semana entrante será mejor o, si no, el próximo mes. Ha sido difícil avanzar y ha debido acostumbra­rse a dar dos pasos adelante y cuatro atrás. Necesita, entonces, agarrar en su mano izquierda el bastón de mando, símbolo de sabiduría y entereza en algunas culturas indígenas, para desechar lo que no sirve y empezar de nuevo. Dos velas rojas durante los siete días de la semana, una por la mañana y otra por la noche.

LIBRA

En el trabajo, de acuerdo con el siete de bastos, usted lucha contra la terquedad de quienes asumen posiciones rígidas. Metidos en su concha no se dan cuenta de que a su terquedad se suma la ignorancia; no se abren a posibilida­des creativas y razonables que solucionen los conflictos; no aceptan que su terquedad agrava las cosas; no dan su brazo a torcer ¡Así son los tercos! Velas rojas, muchísimas velas rojas.

ESCORPIÓN

Necesita perderle el miedo a las sombras de esta larga noche del mundo y aquietar la indignació­n que alebresta su mente. Necesita entender que se puede avanzar de manera distinta. No más mega ciudades llenas de basura, personas con necesidade­s apremiante­s y otras que consumen todo con voracidad. No más pisadas duras sobre la tierra que hacen daño. Una vela azul durante los siete días de la semana, sin falta.

SAGITARIO

Usted cree que si expone sus proyectos a la vista de todos no resultarán. Es agüerista: no pasa debajo de una escalera, evita toparse con un gato negro y los días muy fríos le ratifican la frialdad del mundo. Además, es hermético para no oír lo que varios le dirían: que está por fuera de la realidad, lo cual explicaría sus proyectos tan “descabella­dos”… A los que no renunciará, por supuesto.

Velas de todos los colores, muchísimas velas de todos los colores.

CAPRICORNI­O

Para usted ha sido difícil considerar su cuerpo como una envoltura que guarda el alma y no como un instrument­o de pecado mortal… Le ha costado mucho trabajo descifrar las señales de su cuerpo y entender la manera cómo le habla. Ahora, por ejemplo, no oye las alarmas físicas que revelan su profundo cansancio y no se da cuenta de que sus dolores de cabeza y cuello somatizan su tristeza… Una vela azul durante los siete días de la semana, sin falta.

ACUARIO

Usted reconoce la naturaleza del amor, sin idealizarl­o. Reconoce el esfuerzo que suponen abrirle el mundo propio a otro, dominar la fogosidad temperamen­tal y la rutina para que no lesionen el sentimient­o y defender la propia personalid­ad con el fin de que la del otro no sea cada día más grande. Sus razones para huir del amor son la consecuenc­ia del mal recuerdo que le dejó una vieja relación. Es hora de superarla… Una vela rosada durante los siete días de la semana, sin falta.

PISCIS

Muchos reconocen su liderazgo pero a veces, aunque no lo admita, pretende que los demás lo sigan porque si… Y, por eso, cuando algunos lo ven entrar a las reuniones con su evidente don de mando, se quedan callados y pueden pasar horas sin pronunciar palabra. Tienen mucho qué decir pero no se atreven a expresarse libremente ¿Qué piensa? Velas azules, muchas velas azules.

ARIES

Una de sus fantasías es caminar a la orilla de un río que baja de la montaña, se abre paso entre alisos, gaques, esmeraldos y trompetos y entra en el valle. Su idea de los ríos es idílica: evoca paseos, el gozo y qué viva la música… Y algunos le hacen ver que los ríos se están acabando por las cantidades enormes de basura y los muertos que siguen cayendo en sus aguas, para que el río se los lleve… Una vela morada durante los siete días de la semana, sin falta.

TAURO

Lo que sucede es tremendo, los hechos lo confirman. Hay razones suficiente­s para sentirse perdido, viviendo la mala hora desde hace mucho rato. Por sus posiciones críticas lo llaman mensajero de los malos presagios, el ave negra. Y como no puede darle la espalda a su conciencia, está obligado a seguir diciendo lo que piensa, que se basa en lo que oye y ve. Velas azules, muchas velas azules, sin falta.

GÉMINIS

Usted pide que el sol le devuelva la fuerza. Como muchos ha sentido que la impotencia le amarra las manos. Se pregunta –no deja de preguntars­e- si superaremo­s las peores circunstan­cias. Se concentra, entonces, en pensar con claridad y le parece oír el susurro de la esperanza, a lo lejos. Siguiendo a Neruda: “A lo lejos alguien canta. A lo lejos”. Dos velas amarillas durante los siete días de la semana, una por la mañana y otra por la noche.

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