Represiones buenas y...
Represiones malas. Eso es lo que ha dejado ver la izquierda colombiana con el escándalo de Cuba. Se les llena la boca llamando a Iván Duque, un presidente elegido democráticamente, dictador, pero al momento de juzgar a la isla sí es importante ver absolutamente todos toditos los factores y que el bloqueo y que la incomprensión y que no podemos entender la voluntad de la revolución y que Colombia no es democracia y bla, bla, bla.
Nos están mostrando lo que quieren: una represión auspiciada por ellos. Tanto escándalo hacen por la comparación con el castrochavismo, pero sí admiran sin reparos ese autoritarismo castrista tan arraigado. Los debates hay que darlos con sinceridad, y la contraparte progresista no lo está haciendo. ¿Ahí sí no importan las declaraciones de la CIDH, de Bachelet, incluso de Human Rights Watch? ¿Esperan, de verdad, que creamos que todo es una conspiración yanqui contra los pobres e indefensos comunistas cubanos? Por favor, maduren y dejen de mentir. Represión es represión sin importar el color del bastón que se use.
Juan Gómez