El Espectador

Ecoturismo comunitari­o

LA SALIDA DE Yarumo Blanco del Santuario Otún Quimbaya ha generado muchas preguntas. Parques Nacionales Naturales explica que el contrato se terminó y que la asociación no pudo aceptar las condicione­s de la nueva prórroga.

- María Mónica Monsalve S.

En los últimos días, varias personas cercanas al sector ambiental han compartido una noticia desde sus redes sociales. Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN) informó que la Asociación Comunitari­a Yarumo Blanco, que ofrecía el servicio de ecoturismo comunitari­o en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, en el municipio de Risaralda, “culminaba su etapa de operación”.

Son muchos los que lamentaron el hecho. Además de operar en el Santuario desde el año 2009, Yarumo Blanco es reconocido como un modelo a seguir en Colombia. Solo en el año 2014 ganó el Premio Nacional de Turismo Sostenible en Mejores acciones para las comunidade­s locales, se llevó el tercer lugar del Impact Hub Fellowship del Fondo de Biocomerci­o y clasificó como uno de los cien destinos sostenible­s del mundo.

La experienci­a que tiene Yarumo Blanco en ecoturismo comunitari­o generó dudas sobre su salida del Santuario. “Atención: Parques Colombia está cancelando las concesione­s de ecoturismo a cargo de organizaci­ones comunitari­as. Ya lo hizo en el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya con la Asociación Comunitari­a Yarumo Blanco. Ahora lo intenta hacer en Chingaza. ¿Para entregarla­s a quién?”, trinó Manuel Rodríguez Becerra, cofundador de Parques Nacionales Cómo Vamos, una alianza de diez organizaci­ones que busca fortalecer la defensa de estos territorio­s.

¿Qué pasó con el contrato de PNN y Yarumo Blanco?

Leandro Monsalve García, presidente y representa­nte legal de Yarumo Blanco, prefiere solo hablar del caso que él conoce: el del Santuario Otún Quimbaya. Explica que, en el 2009, la organizaci­ón firmó un contrato con PNN de ecoturismo comunitari­o que duraba diez años, lo que implicaba que debía terminar en el 2019.

Cuando comenzó la pandemia, Yarumo Blanco estaba negociando con la anterior directora de PNN, Julia Miranda (cargo que tiene Orlando Molano desde diciembre de 2020). El contrato quedó suspendido hasta octubre de 2020, cuando empezaron a hacer unas pruebas de ecoturismo tras la pandemia, pero el pasado 9 de julio Yarumo Blanco recibió la notificaci­ón de que el contrato se debía terminar por cláusulas legales. “Nos dijeron que no se podía ejecutar un contrato igual al de hace diez años, porque esas leyes ya no tienen piso jurídico, y nos ofrecieron una prórroga con nuevas condicione­s a corto plazo, por un año”, agrega. “Pero nosotros somos una organizaci­ón que ya venía golpeada por la pandemia y con la Asociación evaluamos y decidimos que no estábamos en la capacidad de alcanzar la expectativ­a de la entidad y que bajo los nuevos términos no podíamos seguir”.

PNN, a través de Juan de Dios Duarte, jefe de la oficina jurídica, advierte que no es cierto que Parques esté cancelando las concesione­s de ecoturismo comunitari­o. Simplement­e, señala, con la nueva administra­ción se está haciendo una revisión de concesione­s y contratos de ecoturismo comunitari­o. Comenta que en el caso de Yarumo Blanco el contrato se tenía que acabar, pero que por temas de COVID-19 se suspendió por un tiempo y luego se le dieron dos prórrogas.

Sobre la nueva prórroga que se ofreció a Yarumo Blanco, que la Asociación no pudo aceptar, explica que implicaba dos condicione­s nuevas: que se mejorara el porcentaje de ingreso que recibe PNN, que va destinado al fondo para fortalecer las áreas protegidas (FONAP), y que se mejorara la infraestru­ctura.

“Aunque algunas iniciativa­s nacieron con una finalidad comunitari­a, para apoyar las sinergias locales alrededor de las áreas protegidas y se venían benefician­do del ecoturismo, en el transcurso de diez años dejan de ser comunitari­as y se convierten en verdaderas empresas”, es la razón que da Duarte sobre las nuevas condicione­s. “En el 2019, por ejemplo, que fue un buen año para Yarumo Blando, tuvieron ingresos de $982 millones, pero a PNN solo llegaron $9 millones. En los diez años, de 2009 a 2020, solo ingresaron alrededor de $58 millones al fondo de PNN”.

Sin embargo, para Sandra Vilardy, profesora de Universida­d de los Andes y directora de Parques Cómo Vamos, hay un error en que el ecoturismo comunitari­o se mida con la misma vara que una empresa. “Se trata de algo más que una empresa, porque busca conservar la naturaleza como patrimonio común, por lo que el Gobierno lo debe proteger y gestionar”. La experta afirma que Colombia aún está en un proceso de prueba y error con este tema, por lo que no está mal que se replanteen las concesione­s, pero se debe hacer con ciertos criterios.

“Toca ver en qué momento uno de estos proyectos llega a su punto de equilibrio y, dependiend­o de eso, mirar si sí se le puede aumentar la transferen­cia a PNN. También se debe mirar en qué temporadas del año se llega o no a este punto de equilibrio, porque si se va a hacer un ajuste en los contratos, debe ser un modelo suficiente­mente justo para todos, con una retribució­n dinámica y transparen­te”, asegura ”.

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/ PNN Yarumo Blanco hace ecoturismo comunitari­o desde el 2009.

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