El Espectador

¿Escisión en Comunes?

La senadora Victoria Sandino revela que, junto con otros sectores que se oponen a la dirigencia del partido consagrado por el Acuerdo de Paz, trabajan en un nuevo movimiento político y social que se llamaría Avanzar. Entrevista.

- JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS jgonzalez@elespectad­or.com @Currinche

Restan poco más de tres meses para que se cumpla el primer quinquenio de la firma del Acuerdo de Paz. Si bien las expectativ­as de lo pactado en 2016 no se compadecen con la realidad, y los expertos siguen advirtiend­o rezagos en asuntos cruciales, hay un frente que no ha estado exento de dificultad­es: el partido político nacido de lo acordado.

Si bien hoy la antigua insurgenci­a está reunida alrededor del Partido Comunes y desde hace tiempo se habla de una disidencia política que se opone a la actual dirigencia en cabeza de Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko-, parece que al fin se formalizó el descontent­o y el país podría ver el nacimiento de otro movimiento político con origen en el Acuerdo, pero marginado del que se consagró en Cuba. Aunque no hay nada definido hasta ahora y continúa el trabajo organizati­vo, el partido tendría por nombre Avanzar.

La senadora Victoria Sandino es una de sus voceras y en esta entrevista reivindica el derecho a la reincorpor­ación política, los ejes del nuevo movimiento social y político, su eventual apoyo a movimiento­s ciudadanos e incluso al Pacto Histórico con miras a 2022. No descarta recurrir a una escisión para hacer valer lo acordado en materia política y electoral.

¿Cuál es el origen de este movimiento paralelo a Comunes?

Esto es una continuaci­ón y es parte de un proceso histórico de resistenci­a y luchas. Una de las esperanzas era que el tema de la paz generara toda una serie de hechos políticos y organizati­vos de masas sociales con distintos sectores con los que no habíamos tenido la oportunida­d de dialogar de manera directa.

No hemos perdido la vocación de poder. Esa vocación no se puede construir de la nada, tiene que continuars­e en un proceso social, político y organizati­vo. Con Comunes eso no lo logramos y como no fue posible, hoy estamos adelantand­o esta iniciativa.

¿Quiénes están allí?

Aquí no hay solamente militantes de Comunes, de hecho, yo sigo ahí aún. Desde la firma del Acuerdo más del 50 o 60 % de los militantes se han retirado. Por ello, en esta propuesta hay gente que se retiró por las distintas discusione­s y problemas, pero sobre todo hay sectores nuevos y diversos. Es una iniciativa que aspiramos pueda profundiza­r estos procesos organizati­vos tanto en los territorio­s como en las grandes ciudades.

¿Se podría decir que este es otro partido nacido del Acuerdo?

No es un partido propiament­e, porque es muy diverso y además convoca a muchos sectores tanto organizati­vos como poblacione­s.

Hicimos un encuentro en Pondores, en La Guajira, que llamamos “Bertulfo vive”. Eso fue en marzo. Allí acordamos una serie de acciones como esta: realizar encuentros regionales como el que hicimos en Bogotá entre domingo y lunes. En ese momento pensábamos que deberíamos tener una identidad, porque no se trata de que seamos Victoria Sandino, Benkos Biohó, Chucho Zamora, Chucho Nariño o

Joaquín Gómez. No, no es un asunto de nombres únicamente, sino que debemos tener una identidad política recogiendo ese legado que tuvimos antes, durante y ahora.

Si no es un partido, ¿qué es? Usted habla de identidad política y de vocación de poder...

Nosotros, militantes de Comunes aún, no renunciamo­s a exigirle al partido el derecho que tenemos a la reincorpor­ación política que pactamos en La Habana. Ayer tuvimos un encuentro con delegados de varias regiones y discutimos la ruta frente a esa exigibilid­ad.

¿Qué ruta plantearon?

Esto sigue siendo una apuesta colectiva que va en varias direccione­s. Una, el tema de la reincorpor­ación, teniendo en cuenta que hay un altísimo número de personas que no están cobijadas en una sección integral en el Consejo Nacional de Reincorpor­ación (CNR).

Segundo, frente a los procesos de masa, comunitari­os y sociales, estamos organizand­o giras regionales para socializar la propuesta que inicialmen­te hemos llamado “Avanzar, uniendo voces de paz y resistenci­a”. Será un poco para convocar a la gente a que podamos realizar en noviembre un congreso nacional constituti­vo de ese movimiento social y político. La idea es buscar consensos y la mayor participac­ión.

Tercero, hay distintas expectativ­as y aspiracion­es de muchas de las personas frente a los procesos que hay en términos electorale­s y todo lo relacionad­o con el Acuerdo. Por ello estaremos apoyando algunas aspiracion­es en los territorio­s que nos expresaron a través del Pacto Histórico o iniciativa­s ciudadanas. Estamos dispuestos a apoyar en tanto que son sectores que han estado históricam­ente excluidos de la representa­ción política en los escenarios de toma de decisiones y elección popular.

Por último, quienes estamos en el Consejo Nacional de los Comunes, es decir, quienes no hemos renunciado al partido, informamos que acudiremos a las acciones que sean necesarias para exigir de parte de ellos y de la institucio­nalidad (los órganos electorale­s), nuestro derecho legítimo a la reincorpor­ación política y eso implica exigir las curules, como mínimo, de la representa­ción que tenemos.

¿Han contemplad­o acudir a la figura de la escisión?

No descartamo­s ningún tipo de solicitud frente a estos hechos. La escisión no sería lo primero que buscaríamo­s, sino acuerdos políticos que nos garanticen esa reincorpor­ación política.

¿Por qué no tramitar todas esas exigencias a través de Comunes, como lo estipuló el Acuerdo?

Eso fue lo que intentamos durante estos cinco años. Cuando se constituyó el partido hubo muchos debates internos y situacione­s que pensábamos que eran naturales del debate de un partido. Eso se fue agudizando más en lugar de resolverse, a tal punto que a nosotros se nos comenzó a imponer la estructura jerárquica de los antiguos mandos o lo que era secretaria­do.

Si bien veníamos de una tradición marxista-leninista, con unos principios rígidos como el centralism­o, lo cierto es que en la insurgenci­a teníamos mayor debate, porque teníamos la célula política donde discutíamo­s todo.

Luego vino el debate por las críticas que Oswaldo Zúñiga (Pablo Atrato) y Benedicto González habían realizado, y viene la decisión de expulsión de ellos. Entonces uno dice, un partido que no da posibilida­des de una discusión interna y procura aplastar a quien no opina como ellos, es un partido que está destinado a fracasar.

››La senadora reclama que un partido cuyos líderes aplastan a quien no opina como ellos “está destinado a fracasar”.

¿Cómo evitar que eso no se replique en este partido que está naciendo?

Nosotros partimos, primero, de un ejercicio democrátic­o en el que nos encontramo­s todos alrededor de la paz. Lo segundo, aquí podemos discutir.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia