Exmagistrado Malo, condenado
La Corte Suprema condenó a nueve años y medio de prisión a Gustavo Malo Fernández, exmagistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema. El alto tribunal señaló que participó en el cartel de la toga: una red de corrupción que favorecía a políticos que eran i
La Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia condenó a nueve años y medio al exmagistrado de ese alto tribunal Gustavo Enrique Malo Fernández, una de las piezas del engranaje de corrupción denominado cartel de la toga. Malo es el segundo condenado que no aceptó cargos por el escándalo, luego del expresidente de la Corte Suprema Francisco Ricaurte. La Sala concluyó que el condenado se aprovechó de su toga para intentar torcer procesos contra congresistas, por lo cual negoció millonarios sobornos.
De acuerdo con el expediente de la Comisión de Acusación de la Cámara, investigación avalada por la Corte Suprema, Gustavo Malo hizo una alianza corrupta con abogados y el exmagistrado Ricaurte para abordar congresistas y, conociendo detalles exclusivos de sus expedientes penales, favorecerlos con decisiones o impidiendo aperturas formales de investigación, a cambio de altas sumas de dinero. Entre quienes habrían pagado estarían el exsenador Musa Abraham Besaile, que habría dado $2.000 millones para dilatar la apertura de una investigación en su contra.
En la sentencia se menciona al exsenador Álvaro Ashton, que habría entregado $1.200 millones con el fin de que se archivara una indagación preliminar en su contra, “adelantada por sus relaciones con el bloque Norte de las autodefensas”. Ambos políticos aceptaron entregar esas millonarias sumas de dineros. Según reza la sentencia, los acercamientos a los políticos fueron tarea de los abogados Luis Gustavo Moreno, antiguo fiscal anticorrupción, y el abogado Leonardo Pinilla, quienes a su vez obtenían información confidencial entregada por el exmagistrado Ricaurte.
Todo nació en el marco del programa de cooperación internacional entre Estados Unidos y Colombia, cuando en 2017 el Departamento de Justicia del país norteamericano remitió a la Fiscalía evidencia sobre unas conversaciones entre el abogado Leonardo Pinilla y el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, en las que se hacía mención a posibles actos de corrupción en el trámite de procesos adelantados contra algunos congresistas en la Corte Suprema. Autoridades norteamericanas le filtraron a la Fiscalía que estarían involucrados abogados litigantes, magistrados y exmagistrados de la Corte.
Entre sus consideraciones, la Corte Suprema de Justicia, despacho en el cual trabajó Malo entre 2012 y 2018, fue contundente en mencionar que se trata de uno de los organismos de justicia más prestigiosos de Colombia, con 135 años aportándole al Estado social de derecho. Los magistrados se permitieron un espacio para explicar que su trabajo ha logrado grandes avances para la justicia colombiana, como la sanción a la parapolítica y a la farcpolitica, por lo cual ostentan una labor que no puede ser manchada por actos de corrupción.
Otra de las piezas del cartel de la toga, que fue condenado en primera instancia, fue Francisco Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema. A finales de marzo de 2021, un juzgado penal de Bogotá lo condenó a 19 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir, cohecho por dar u ofrecer, utilización indebida de información privilegiada y tráfico de influencias de servidor público. El despacho judicial cuestionó severamente su rol a comienzos de marzo de 2021, cuando el juez del caso dictó un sentido de fallo condenatorio.