Camilo Niño: “El territorio es el fundamento de la vida”
Uno de los líderes de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) hace un balance de esta entidad en 25 años de gestión y asegura que su comunidad siempre está dispuesta al diálogo.
¿Cuál es el balance de gestión de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) tras 25 años de actividad?
Después de 25 años, el balance de la CNTI en favor de los pueblos indígenas es el posicionamiento de la Comisión como una autoridad territorial indígena, que le ha venido exigiendo al Gobierno Nacional que cumpla con su responsabilidad constitucional: que garantice a los pueblos indígenas del país la seguridad jurídica de los territorios, a través de la formalización.
¿Cuál ha sido el punto más vulnerable en cuestión de derechos y garantías para los territorios indígenas?
Hay una deuda histórica en cuanto a la formalización de los territorios indígenas que se traduce en constitución, ampliación y saneamiento de resguardos, donde hay más de 1.014 solicitudes radicadas ante la Autoridad Nacional de Tierras (ANT) donde no se identifica un avance significativo, gradual ni ágil en comparación con los procedimientos que a través de los años han venido adicionando, que imposibilitan y obstaculizan que los procesos realmente avancen.
El conflicto armado ha sido una constante en cuanto a desplazamientos de territorios para la población indígena. ¿Cuál es el panorama actual?
Después del proceso de paz se han recrudecido las guerras en algunos territorios indígenas, como el Cauca, Pacífico colombiano y Nariño, que ha conllevado al desplazamiento y confinamiento de pueblos indígenas, poniendo en riesgo las garantías de sus derechos territoriales.
La memoria histórica del proceso debe tener puntos muy significativos para usted, ¿cuáles son esos puntos?
La historia de los pueblos indígenas es el fundamento para poner en práctica el presente y no olvidar el pasado. Por eso, el proceso histórico de la CNTI es el tema estructural para seguir avanzando e identificando cuáles son las problemáticas actuales y hacia
dónde debemos dirigirnos.
¿Cómo dignificar el patrimonio, la idiosincrasia, la cultura intrínseca, los derechos y las garantías para la población indígena?
Existen múltiples acuerdos en diferentes espacios locales, regionales y nacionales, pero no hay unos cumplimientos estructurales que busquen resolver las problemáticas frente al avance en materia de constitución, ampliación y saneamiento.
¿Cuál es el programa en un futuro inmediato por parte de ustedes para preservar esos derechos y territorios indígenas y seguir trabajando por ellos?
Los pueblos indígenas seguiremos en nuestros territorios defendiendo, exigiendo las garantías de nuestros derechos, la protección de nuestros derechos, la protección de nuestros ecosistemas de espacios sagrados, porque el territorio es el fundamento de la vida misma en cuanto a los sistemas naturales, tradicionales, culturales y espirituales que nos permitirá seguir viviendo como
pueblos indígenas.
Los indígenas hablan de cifras serias que determinan un aumento significativo de líderes asesinados en el ejercicio de sus derechos...
Sobre el incremento de asesinatos, nos basamos en el estudio de cifras riguroso por parte del Observatorio de Derechos Territoriales (ODTPI) a través del Sistema de Monitoreo de Violencia Sociopolítica, donde a la fecha desde la firma final del Acuerdo de Paz a diciembre han sido asesinados 361 personas indígenas, cifras que concluyen que 2020 fue el año cuando más se exacerbó el asesinato en contra de líderes indígenas, con
una tasa de incremento del 200 %.
Hay un tema ambiental muy ligado al programa de preservación de esos territorios y sus culturas, ¿qué tanto se ha podido avanzar?
El tema de legalización y formalización de los resguardos indígenas está muy ligado a la preservación y conservación ambiental. Esto refleja cifras como que el 28 % del territorio nacional corresponde a figuras de resguardos donde en está el 60 % de los bosques de Colombia, bosques ligados a su función social y ecológica frente a la presión de servicios ambientales, sociales y culturales.