“Es el vehículo para resucitar el verdadero espectro liberal”
Habla de la posibilidad de su precandidatura presidencial, del renacimiento de la fe en la política, de la agenda a construir y de la unidad alrededor de las ideas.
Que el Consejo Nacional Electoral no haya expedido oficialmente la personería jurídica del Nuevo Liberalismo, por orden de la Corte Constitucional, no significa que el renacimiento del partido no pueda irse pensando hacia futuro. Sí, hacia las elecciones de 2022, que es el objetivo de todos los movimientos y organizaciones políticas. Y quienes están movilizando esas ideas son los herederos de la lucha política de Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, los fundadores.
El Espectador habló con el hoy senador Rodrigo Lara Restrepo, hijo de este último, quien renunció el año pasado a Cambio Radical y que ve en las disposiciones de la sentencia de la Corte la posibilidad de estar en el Nuevo Liberalismo, sin temor a inhabilitarse por doble militancia, en caso de que decida aspirar a la Presidencia, pues al Congreso ya dijo que no lo hará.
¿Qué se ha hablado con miras a reiniciar este proyecto político, desde la sentencia de la Corte?
Lo más importante de un partido de esta naturaleza es el capital moral y la gran expectativa y esperanza que surgen para los colombianos, como una especie de renacimiento de la fe en la política. Lo más importante en estos casos no es la mecánica, sino definir cuáles serán los planteamientos democráticos, los postulados políticos y la agenda de país hacia el futuro.
Bajo su criterio, ¿cuál es la agenda política y el proyecto que debe presentar el Nuevo Liberalismo?
Va a ser prioritario empezar a elaborar unas listas regionales, tanto para Cámara como para Senado, y eso implica una convocatoria muy grande a los sectores democráticos, empresariales, sociales y cívicos que comulguen con unos valores esencialmente liberales, de profunda reforma social.
O sea, reunir e invitar a los que tienen vínculos con las ideas del Nuevo Liberalismo y enfocarse en 2022...
Naturalmente, este es un fallo que surge muy cerca de las próximas elecciones, lo cual imprime un carácter de urgencia, pero debe irse con pasos seguros y siempre con las convicciones de que esto debe convocar a las personas que crean y comulguen con estas ideas.
¿Esperamos que no va a haber ningún personalismo?
Aquí no se pretende que las personas sean perfectas, siempre va a haber un nivel de personalismo, va a haber yerro, va a haber personas. Lo importante es que esas personas sean sinceras y estén unidas alrededor de unas ideas.
¿En qué quedó el bloque socialdemócrata que impulsaron en el Congreso?
Nada, era un grupo parlamentario, no tenía y no ha tenido vocación de partido. El propósito esencial era constituir una masa para poder resucitar una idea que estaba desaparecida del espectro político colombiano. En una democracia hay cuatro caminos: la izquierda marxista, que hoy representa Petro; la centro izquierda, esencialmente representada por el Partido Verde; la derecha, en donde está el conservatismo, dominado por la derecha populista del Centro Democrático, y el esquema o el espectro liberal estaba desaparecido, enterrado debajo de tres partidos que, de alguna manera, habían olvidado la representación de los ideales liberales y se convirtieron en expresiones de mecánica electoral congresional. Era hora de resucitar este espectro, eso es lo que estamos haciendo, y el vehículo será el Nuevo Liberalismo.
Ha sido reiterativo en que no va a aspirar al Congreso en 2022, pero aún no ha cerrado la puerta a una candidatura presidencial, ¿cuál es su futuro electoral?
Quise esperar a que se expidiera el fallo y que existieran reglas democráticas dentro del Nuevo Liberalismo. Me han invitado algunos sectores a que lo haga, y si puedo contribuir con ello a sembrar una semilla de cambio y transformación política en Colombia, me gustaría hacerlo, pero creo que hay que esperar para decantar esta situación y, sobre todo, para no precipitarnos y no hacerle daño a un proceso de construcción colectiva.
Juan Manuel Galán es uno de los líderes del Nuevo Liberalismo y hace parte de la Coalición de la Esperanza, ¿ahí qué?
La Coalición de la Esperanza es un experimento interesante, conformado por personas interesantes, pero me parece que dada su heterogeneidad le ha faltado una causa y una bandera que los identifique con claridad. Creo que todavía es muy prematuro hablar de coaliciones y de mecánica. Cualquier alianza o coalición se tiene que construir sobre ideas compartidas, no simplemente sobre una reunión desordenada o heterogénea de personas. Lo importante ahora es construir el Nuevo Liberalismo, y estoy seguro de que en el interior es donde se va a tejer la consulta que va a gobernar a Colombia en los próximos años.
¿Cree que el Nuevo Liberalismo puede cambiar el mapa electoral para 2022?
El Nuevo Liberalismo interpreta aquello que intuitivamente llaman los colombianos el centro. La gente no quiere más de los extremos tradicionales corrosivos y divisorios, que proponen políticas extremas que solo les sirven a quienes rigen a esos partidos. Los colombianos quieren una alternativa muy comprometida con los principios liberales, pero al mismo tiempo profundamente reformista.
¿Qué temas de agenda que tenía el anterior Nuevo Liberalismo pueden cambiar su enfoque debido a los tiempos de ahora?
Han pasado más de 30 años y la situación es distinta. Las advertencias que hizo el Nuevo Liberalismo son vigentes hoy en día, como la amenaza del crimen para la democracia, la necesidad de tener un Estado regulador y promotor del desarrollo. Nosotros tenemos que incrustar un principio de solidaridad en la elaboración de todas las políticas públicas, porque eso significa socialdemocracia, no lo que hace este gobierno.