Constituyente de Villa del Rosario y un debate a la historia colombiana
El encuentro conmemorativo, del 26 al 30 de agosto en Villa del Rosario (Norte de Santander), tendrá ocho conferencias magistrales, 40 mesas temáticas con 130 panelistas y la presentación de 12 nuevos libros. Entrevista con su director académico, Armando
Hacia 1821, la población de las 18 provincias del “Estado del Centro de Colombia”, incluida Panamá, no debía pasar de 1’200.000 almas. En 1831, después de censos ajustados en la década, oficialmente se publicó que eran 1’317.078 habitantes.
Doscientos años después somos más de 50 millones los colombianos y seguimos, en esencia, siendo consecuencia de ese millón de almas. La continuidad que hace la historia. Esta semana, como hace un siglo y hace 50 años, se conmemorará la Asamblea de 71 diputados que en 1821 se reunieron durante cuatro meses en la Villa del Rosario de Cúcuta.
Ese congreso fue instalado por Antonio Nariño, expidió la primera Constitución Nacional, recién la victoria en la guerra de independencia, y posesionó a Simón Bolívar como presidente y a Francisco de Paula Santander como vicepresidente. La Carta rigió menos de una década, pero es considerada una fuente importante del constitucionalismo colombiano hasta nuestros días.
Armando Martínez Garnica, un reputado historiador santandereano, profesor emérito de la Universidad Industrial de Santander, autor de 32 libros y director del Archivo General de la Nación entre 2016 y 2019, ha sido el líder de la organización de esta conmemoración.
La organización, hay que decirlo, reunió a academia e instituciones del Estado. Doce academias de historia, cuatro universidades regionales y la Nacional de Colombia, el Consejo de Estado, dos museos regionales, autoridades locales y del Ejecutivo nacional, con apoyo financiero del Ministerio de Cultura. La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez representará al Gobierno, pues el presidente Iván Duque está de viaje por Corea de Sur.
Este bicentenario encuentra en el contexto una tendencia a derribar estatuas como posición simbólica y política ante la historia de la Conquista y la Colonización. La comunidad de historiadores, sin embargo, mantiene cierta distancia y perplejidad al respecto, porque sigue sus propios procedimientos para “derribar” interpretaciones y hechos sobredimensionados o falseados del pasado.
Conocido en el gremio es su humor políticamente incorrecto, pero aquí, Martínez Garnica, el director del Congreso Bicentenario, responde en el tono institucional de su rol.
De las conmemoraciones en 1921 y 1971, ¿qué deberíamos saber?
En 1921, la administración de Marco Fidel Suárez estaba en graves problemas por la formulación del cargo de indignidad contra el presidente, que al fin lo obligaron a renunciar. Solo dos académicos nacionales expresaron su intención de acudir a la Villa del Rosario, que no cumplieron, con lo cual la conmemoración fue solo local. En cambio la de 1971 fue esplendorosa, con la asistencia del presidente Misael Pastrana Borrero y del canciller Alfredo Vásquez Carrizosa, en el marco de un Congreso Grancolombiano de Historia.
Se inauguraron varios monumentos del Parque Grancolombiano en Villa del Rosario, como la estatua en bronce del general Santander, obra del escultor Enrique Llamosa, que fue obsequiada por el Banco de la República
y puesta en el patio interior de su casa natal.
¿Quiénes fueron los “Armando Martínez” en 1921 y 1971?
En 1921, fueron los académicos Roberto Cortázar y Luis Augusto Cuervo quienes editaron el Libro de Actas del Congreso de Angostura, y dos años después el Libro de Actas del Congreso General de la República de Colombia.
Y en 1971 el presidente del período 1966-1970, Carlos Lleras Restrepo, y su ministro de Obras Públicas, Bernardo Garcés Córdoba, fueron quienes pusieron en marcha las obras de remodelación del Parque Bicentenario, terminadas durante la administración Pastrana Borrero (1970-1974).
También Abel Cruz Santos, presidente de la Academia Colombiana de Historia, y los 93 académicos que acudieron a la cita conmemorativa del sesquicentenario, de los cuales sobreviven cuatro.
¿Quienes son esos ilustres sobrevivientes de 1971?
Alfredo Castillero Calvo (Panamá), Antonio Cacua Prada (de la Academia Colombiana de Historia), el general Roberto Ibáñez Sánchez y Javier Ocampo López (Academia Boyacense de Historia). Los tres últimos asistirán al congreso de este año y serán reconocidos por la Alcaldía de la Villa del Rosario y, por supuesto, por la comunidad presente de historiadores.
Decía Rodrigo Uprimny que la Constitución de 1821 comenzó ocho características de nuestro constitucionalismo. ¿Qué añadiría en términos de “narrativa histórica”?
La identificación de las fuentes de la Carta de la Villa del Rosario: la segunda Constitución de Venezuela, la Constitución española de 1812 y la Constitución de los Estados Unidos de América. Adicionalmente, el sorprendente parentesco de buena parte de los constituyentes de 1821.
Pero el Bicentenario en Villa del Rosario no será un congreso de historia constitucional, sino...
Mucho más que eso: 40 mesas de debate darán respuestas a sendos interrogantes sobre la historia política republicana, y ocho invitados internacionales lo harán a ocho preguntas esenciales de la historia política decimonónica. Después del desánimo de tantos meses de cuarentena, este gran evento académico es una renovación de la fe en el trabajo de investigación que silenciosamente adelantan cientos de historiadores y juristas.
Dígame tres de esos interrogantes