La lectura pospandemia
La lectura de estudio siempre será necesaria, pero junto al trabajo curricular se debe programar una actividad diaria de la no académica, no evaluada, no calificada y sin ejercicios, y permitir que se pueda disfrutar.
La difícil experiencia vivida por la humanidad en la pandemia es también una oportunidad para responder demostrando que somos fuertes y capaces de mejorar en los distintos campos. En el caso de la educación, no debería ocurrir que en las aulas todo se siga haciendo igual que antes, sin ningún cambio. Hay que aprovechar el regreso después del doloroso trance para innovar, aunque sea en algunos puntos esenciales, como la lectura, donde todo se ha venido haciendo tan mal. Esta es un problema medular, del que depende todo el proceso educativo desde el preescolar hasta la universidad, y un factor que influye toda la vida en el desempeño de las personas. Una razón principal para que los adultos no lean es que tuvieron malas experiencias con la lectura en los años escolares. Les fue presentada como un simple instrumento de estudio y no la pudieron disfrutar, sufrieron con ella y no descubrieron sus valiosas cualidades.
Aprovechemos la coyuntura para mejorar la forma en que estamos enseñando a leer. A partir de ahora abramos la puerta del salón de clases para que la lectura entre con su imagen verdadera, quitándole la apariencia de gris instrumento que solo sirve para preparar lecciones, tareas y exámenes, apariencia que la deforma, la afea y llega a hacerla detestable. La lectura de estudio siempre será necesaria, pero junto al trabajo curricular se debe programar una actividad diaria no académica, no evaluada, no calificada y sin ejercicios, y permitir que niños y jóvenes puedan disfrutarla sin ataduras. Esa actividad diaria en los salones podría durar 20 minutos, incluyendo las rutinas de inicio y terminación, de modo que puede programarse sin afectar el desarrollo del pénsum.
La actividad diaria de lectura recreativa es una estrategia científicamente fundamentada para formar el hábito de lectura en los estudiantes. La formación de hábitos exige que se cumplan dos condiciones: 1. Resultado interesante de la actividad (siendo el interés la relación entre una necesidad y el objeto que la satisface). 2. Repetición frecuente en condiciones semejantes (G. de Montpellier, J. Piaget). Sería una actividad complementaria del trabajo que se hace en la asignatura de español y en el plan lector, y con ella se da cumplimiento a la directiva del Ministerio de Educación: “La institución educativa debe recomendar lecturas complementarias para desarrollar el hábito lector”. (Decreto 1860, artículo 42, parágrafo). Durante la actividad, en cambio de vigilar, el docente también disfruta alguna lectura, de modo que los alumnos vean que no es una imposición, sino una experiencia importante y agradable compartida con su líder. Son raros, si es que los hay, los colegios que han sido capaces de dar este paso hacia la actualización de la enseñanza de la lectura, librándola durante unos minutos diarios del trajín académico. En general, los profesores tienen la idea de que leer sin hacer ejercicios y sin que sirva para estudiar es perder el tiempo. Deben darse cuenta de que leer recreativamente las obras maestras de la literatura universal es un medio privilegiado de adquisición de conocimientos, que aunque no puedan controlarse influyen positivamente en el desarrollo de la personalidad.
Este es un momento ideal para aportar a la calidad de la educación el ingrediente fundamental de la lectura dirigida a la formación del hábito. Hay que aplicar las orientaciones de los grandes investigadores de la lectura, de los cuales podemos citar dos: E. B. Huey (Psicología y pedagogía de la lectura): “La lectura debe hacerse por su interés intrínseco y nunca debe presentarse como un ejercicio”. B. Bettelheim (Psicoanálisis de los cuentos de hadas): “Enseñaríamos a leer de modo diferente si presentáramos la lectura como la mejor manera de verse transportado a mundos desconocidos, como una fuente inagotable de aventuras intelectuales y experiencias estéticas”. Los investigadores de la lectura están de acuerdo en que es un medio privilegiado de desarrollo intelectual y crecimiento cultural, con impacto decisivo en la educación.