Entrevista
NO QUERÍA EXPONER SU VERDAD A la luz pública. Algunos de sus seguidores le aconsejaban hacerlo, pues permitiría difuminar la imagen de ser solo un cruel guerrero, para el cual solo cuenta el resultado y no las acciones para obtenerlo, aun si estas violan los derechos ciudadanos y causan sufrimientos y muertes a quienes no participan en la confrontación armada. Uno de sus más cercanos seguidores, que tenía un cierto reconocimiento del mundo académico, lo convenció de aceptar la entrevista; trabajó largas jornadas con su jefe para lograr que esta tuviera impacto positivo sobre su declinante imagen, ya que le preocupaba que la justicia y la historia no lo absolvieran ni le otorgaran el pedestal que creía merecer. La reunión se desarrolló en una de sus haciendas. Eligió como escenario el corredor de su casa campestre, por eso los ruidos del campo, la lluvia y los animales domésticos que merodeaban por el entorno estaban presentes durante la filmación. Trató de justificar la guerra sin cuartel contra la guerrilla y sin respeto a los derechos humanos por el asesinato que las Farc cometieron contra su papá, a quien describió como un típico padre antioqueño: estricto, trabajador, poco cariñoso pero querendón de sus hijos, a los que les inculcó el amor por los trabajos agrícolas y ganaderos.
En la entrevista hizo énfasis en que el amor a su patria era el faro que guiaba todas sus acciones. Destacó su honestidad y sus principios, legados por sus ancestros, en especial de la figura paterna.
Afirmó que no compartía los excesos de terror en que hubieran podido incurrir sus subalternos, pero que en una guerra irregular se podían emplear métodos igualmente irregulares. Dejó claro que no necesariamente compartía las peores atrocidades que habían cometido los hombres armados bajo su mando; sin embargo, no tomó medidas disciplinarias contra ellos, todo lo excusó el lema “guerra es guerra”. La empatía por las víctimas inocentes estaba ausente en su discurso, pues las consideraba un daño colateral.
Fiel al concepto de unión familiar, destacó el papel que jugó su hermano en la conformación de la estructura armada para la lucha antisubversiva. Siguiendo la tradición de la región: como su hermano era mayor, acataba sus consejos y seguía sus directrices; no obstante, dejó claro que quien tenía el mando era el entrevistado.
Durante el desarrollo de la entrevista reiteró que en su accionar combinó todas las formas de lucha: la guerra, la política y la participación en las elecciones para lograr su objetivo principal, una mezcla de venganza y derrotar el comunismo en cualquiera de sus formas, así fuera un socialismo moderado; además, buscó construir una nueva patria con una ideología de extrema derecha.
Esta entrevista fue realizada hace poco más de 20 años por Darío Arizmendi a Carlos Castaño, jefe paramilitar de las Auc. Pocos días antes, las Auc habían perpetrado la atroz masacre de El Salado. Tras el destape de las cartas políticas de su jefe, continuaron los desplazamientos y las masacres, lo que no impidió o tal vez propició que, cooptando la clase política, las Auc lograran que el 30 % del Congreso estuviera conformado por sus aliados políticos, de diferentes partidos, constituyendo así el bloque mayoritario.