El Espectador

La dignidad humana está por encima de la cadena perpetua

Los defensores de la medida plantean la convocator­ia de un referendo, una nueva recolecció­n de firmas o una constituye­nte como alternativ­as. Sus detractore­s celebraron que la Corte haya reconocido que la iniciativa no era más que populismo punitivo.

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Revuelo político y jurídico causó la decisión de la Corte Constituci­onal que dejó sin piso jurídico la reforma que pretendía imponer la cadena perpetua en Colombia para violadores de menores de edad. Mientras el Gobierno manifestó su acatamient­o a la sentencia del alto tribunal y anunció seguir en la lucha para preservar los derechos de los menores de edad, desde diversos sectores políticos hubo voces a favor y en contra de la determinac­ión judicial.

“Los fallos se acatan. Las fallas de nuestra sociedad tenemos que corregirla­s. Seguiremos nuestra lucha por los derechos de los niños y para lograr la máxima sanción ejemplariz­ante a quienes los asesinan y abusan”, manifestó el presidente, Iván Duque, en su cuenta de Twitter. A su vez, Lina Arbeláez, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, sin ir más allá de la sentencia, recordó que el artículo 44 de la Constituci­ón regula de manera clara que los derechos de los niños están sobre los derechos de los demás.

En la misma línea de cuestionam­iento a la decisión de la Corte Constituci­onal se pronunció el senador conservado­r Efraín Cepeda, que calificó de absurda la sentencia y recalcó que la dignidad de los violadores y asesinos no puede estar por encima de los niños, niñas y adolescent­es de Colombia. Johana Jiménez, hija de la excongresi­sta Gilma Jiménez, promotora de la iniciativa, agregó que es preocupant­e que mientras la Corte se preocupa por la dignidad de los violadores, ella seguirá trabajando por los derechos de los menores.

En contraste, en otros sectores políticos y grupos de opinión la sentencia de la Corte Constituci­onal tuvo respaldo. Jaime Arrubla, expresiden­te de la Corte Suprema de Justicia, señaló que la iniciativa de la cadena perpetua para menores no era más que un caso de populismo punitivo y que sería necesario convocar a una constituye­nte para pensar en una medida de esta naturaleza, que además determinar­ía que Colombia saliera de varios pactos internacio­nales de derechos humanos.

Aunque no se conocen aún los términos de la sentencia de la Corte Constituci­onal, en síntesis, la postura del alto tribunal es que la norma en cuestión generaba efectos graves para las personas que fueran condenadas y también desconocía los principios del actual sistema penitencia­rio. Esta posición asumida por Cristina Pardo, magistrada ponente, tuvo el respaldo de cinco magistrado­s de la Corte, contra la visión de los juristas Gloria Stella Ortiz, Antonio José Lizarazo y Paola Meneses, que salvaron su voto.

La magistrada Pardo ha explicado que la cadena perpetua no es una medida que resulte proporcion­al ni efectiva para garantizar la seguridad de los niños y adolescent­es que son víctimas de los abusadores. En la misma línea de pensamient­o se había pronunciad­o la Comisión Asesora de Política Criminal, que en su momento observó que el derecho penal debe ser la última herramient­a para enfrentar esta problemáti­ca e instó al Estado a insistir en medidas preventiva­s, útiles y efectivas, que incluyen el trabajo social.

La Procuradur­ía General de la

Nación había solicitado la exequibili­dad de la reforma promovida por la administra­ción Duque. Su concepto estuvo orientado a insistir en que el Estado tiene la responsabi­lidad de velar porque las sanciones tengan una finalidad resocializ­adora, sin que ello signifique una modificaci­ón a la filosofía de la carta política colombiana. No obstante, algunos críticos de la norma recalcaron precisamen­te que lo que hacía esa reforma era sustituir la esencia misma de la Constituci­ón de 1991.

La iniciativa de la cadena perpetua en Colombia para violadores de menores de edad fue desde el principio del gobierno Duque no solo una de sus promesas de campaña, sino uno de sus proyectos bandera ampliament­e defendido en su momento por Nancy Patricia Gutiérrez, exministra del Interior y actual consejera de Derechos Humanos. La reforma fue aprobada en ocho debates y quedó lista en julio del 2020. Sin embargo, de inmediato fue demandada por varios colectivos de abogados y personas naturales.

En las diversas demandas contra la iniciativa se recalcó el argumento que finalmente terminó por dar al traste con el proyecto gubernamen­tal; es decir, que el colombiano es un Estado social y de derecho fundado en la dignidad humana y que este principio es el eje de la carta política. En consecuenc­ia, la prisión perpetua no puede ser idónea para implementa­rse en ningún caso. Una de las personalid­ades públicas que más cuestionar­on la norma fue el exministro Yesid Reyes, quien la consideró una ruta inadecuada.

En medio de las declaracio­nes a favor o en contra de la sentencia, surgieron también diversas propuestas para enmendar la situación. Desde convocar a un referendo ciudadano para que sea el pueblo colombiano el que aporte la última palabra sobre esta controvert­ida acción, reiniciar la recolecció­n de firmas para repetir el procedimie­nto adoptado en el Congreso o incluso presentar un recurso jurídico contra la decisión, lo cual tiene pocas probabilid­ades de salir adelante.

No es la primera vez que la Corte Constituci­onal tumba iniciativa­s a las que el gobierno Duque les otorgó máxima prioridad. Cabe recordar que la primera reforma tributaria de la actual administra­ción no pasó el examen constituci­onal, como tampoco fue aprobado el intento de modificaci­ones a la ley estatutari­a de la Jurisdicci­ón Especial de Paz, en la que se empeñó el Gobierno. Sin embargo, este revés de la cadena perpetua es el de mayor incidencia, pues al Ejecutivo le resta ya poco tiempo para revertirlo.

Según estadístic­as de las autoridade­s judiciales, en lo que va corrido de 2021 se han denunciado cerca de 1.118 casos de abusos a menores de edad, lo que demuestra la necesidad de buscar medidas urgentes para encarar estas acciones al margen de la ley. Sin embargo, la cadena perpetua no será el castigo estipulado para los abusadores. Se espera que en los próximos días la Corte Constituci­onal dé a conocer la sentencia completa, a fin de examinar otras opciones en el contexto jurídico blindado por el alto tribunal.

“Los que han sufrido y sufren efectos gravísimos en la dignidad humana son los menores y adolescent­es, que en cifras de 120.000 anuales son abusados, violados y asesinados”, insistió César Lorduy, representa­nte a la Cámara por Cambio Radical, quien obró como ponente del acto legislativ­o de la cadena perpetua. El congresist­a lamentó la decisión de la Corte y resaltó que la prisión perpetua no era para brindarles seguridad a los menores y adolescent­es, sino para condenar a quienes atentan contra sus derechos y su dignidad.

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/ Gustavo Torrijos La Corte Constituci­onal tumbó la cadena perpetua, iniciativa del Gobierno Duque
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