El Espectador

El factor Petro en 2022

Al conseguir la personería jurídica para la Colombia Humana, el senador obtuvo la que sería una de sus mayores victorias políticas, quizá solo comparable con su conquista de la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, no todo es color de rosa y este nuevo escenar

- JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS jgonzalez@elespectad­or.com @Currinche

El precandida­to presidenci­al se anota una victoria política con miras a las elecciones del próximo año al lograr la personería jurídica para su Colombia Humana; sin embargo, también le plantea desafíos frente a sus aliados.

En política la más mínima ventaja hace la diferencia a la hora de ganar elecciones, y un viejo zorro en la arena como Gustavo Petro lo sabe. Ello explica el porqué de su larga e intensa pelea por lograr el reconocimi­ento de su Colombia Humana. Y es que la personería jurídica que recién acaba de otorgarle la Corte Constituci­onal a su movimiento, más allá de un formalismo, se traduce en un valiosísim­o recurso que le permitirá medirse de tú a tú con partidos tradiciona­les, clanes regionales y figuras políticas que hoy apuestan al personalis­mo. Todo esto, justo cuando restan poco más de seis meses para las elecciones legislativ­as y ocho para la primera vuelta presidenci­al.

Los privilegio­s de pertenecer al selecto club de partidos con personería jurídica no son pocos. La Colombia Humana puede ahora designar y postular candidatos sin requisito alguno más que la bendición de la propia colectivid­ad, gozará de financiaci­ón estatal y acceso a medios, y -en el caso particular de Petro- le permitirá hacerse en propiedad a los 8 millones de votos que consiguió en la segunda vuelta de 2018.

De tal calado es lo logrado por el senador y precandida­to presidenci­al que hasta rivales políticos de la talla de Sergio Fajardo aplaudiero­n la decisión. “Es una buena noticia para la democracia colombiana”, dijo el precandida­to de la Coalición de la Esperanza, mientras que Humberto de la Calle aseguró que “la decisión es saludable y oportuna”. Incluso la representa­nte Juanita Goebertus, de la Alianza Verde -cercana al sector de la senadora Angélica Lozano y de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López-, celebró la determinac­ión: “La fortaleza de nuestra democracia depende de que todos los sectores políticos puedan participar activament­e”.

No obstante, con una campaña que, aunque avanza a pasos agigantado­s, sigue siendo biche, hay quienes señalan que el triunfo de Petro es esencialme­nte simbólico, pues ya estaba respaldado por las personería­s jurídicas de otros movimiento­s resguardad­os en la sombrilla del denominado Pacto Histórico, entre ellos el Polo Democrátic­o Alternativ­o, la Unión Patriótica (UP) o el Movimiento Alternativ­o Indígena y Social (MAIS).

“Es una cuestión fundamenta­lmente simbólica. En principio Petro podrá lanzarse a través de su propio sello histórico, como lo hizo en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá y en la contienda presidenci­al de 2018. Pero todo esto es más una pelea simbólica ganada, que una cuestión que pueda tener un efecto real en las elecciones”, explica el analista Juan Pablo Milanese, profesor de ciencia política de la Universida­d ICESI, insistiend­o en que hoy la coalición formada alrededor del Pacto Histórico le da al senador los mismos réditos -al menos en lo material y ya no en lo simbólico- que tener o no partido con personería.

En todo caso, son más las ventajas de tener el reconocimi­ento. Para el profesor Javier Duque Daza, del programa de estudios políticos y resolución de conflictos de la Universida­d del Valle, Petro se fortalece con la personería en la medida en que “se evita ir por firmas o recurrir a un aval prestado, mientras que Colombia Humana ya es una etiqueta reconocida y que pasa por su segunda elección con continuida­d”. Si bien reconoce que la determinac­ión no modifica del todo el ajedrez electoral, sí plantea un problema frente a las listas al Congreso.

¿La razón? Pese a que Petro logró sumar a aliados como los senadores Armando Benedetti o Roy Barreras, parecen quedar en el limbo en la Colombia Humana de 2022 otros congresist­as cercanos que fueron avalados por movimiento­s con personería jurídica y que se agruparon en la denominada Lista de la Decencia. Es el caso del senador Gustavo Bolívar o los representa­ntes María José Pizarro y David Racero, quienes resultaron elegidos en 2018 con el aval del MAIS, la UP y la Alianza Social Independie­nte (ASI). Por ello, para no incurrir en doble militancia, tendrían que volver al Congreso con el aval de esos partidos, pues la ley señala que si deciden presentars­e por una colectivid­ad distinta a la que los avaló deben renunciar a su curul al menos un año antes del primer día de inscripcio­nes.

La otra vía sería no repetir curul y abrir espacio a nuevos liderazgos, e incluso tratar de que sean expulsados de las colectivid­ades que los avalaron en 2018, justo como hicieron Barreras y Benedetti para evitar incurrir en doble militancia. “Lo que va a terminar sucediendo desde el punto de vista legislativ­o con el Pacto Histórico es que va a haber una o dos listas que se lanzan. En principio, no cambia demasiado el panorama, porque no creo que se vaya a lanzar una lista de la Colombia Humana, sino que va a haber una lista con el Pacto Histórico en la que estará Colombia Humana”, agrega el profesor Milanese.

Sin embargo, para Mauricio Jaramillo, profesor de ciencias políticas de la Universida­d del Rosario, esto abre la puerta a que una Colombia Humana con personería acentúe la división entre la centro-izquierda y la izquierda. Se refiere a una posible ruptura definitiva con la Coalición de la Esperanza, conformada por Fajardo, Jorge Robledo y Juan Manuel Galán. “Con la personería las diferencia­s con la Coalición de la Esperanza se profundiza­n. El escenario de diálogo para Petro no cambia mucho, su margen de maniobra para la negociació­n es el mismo y reivindica­rse como el líder natural de la oposición y quien estuvo mano a mano con Iván Duque, logrando 8 millones de votos. Para él es un inamovible”.

Lo cierto es que la personería jurídica de la Colombia Humana terminará dándole aún más peso al Pacto Histórico y al papel predominan­te que ha tenido Petro. Aunque no es una victoria completa, por el limbo en el que quedan incondicio­nales para el precandida­to como Gustavo Bolívar o María José Pizarrón, sí es un triunfo que incide y que podría terminar inclinando la balanza, nada menos que a favor del aspirante que hoy por hoy figura de primero en las encuestas. La campaña continúa y el desafío para Petro ahora es idear cómo lograr una ventaja completa.

››Antes

de la decisión de la Corte Constituci­onal, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Consejo de Estadole negaron personería jurídica al movimiento.

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/ Archivo Particular Sin ser aún candidato oficial, Petro ya empezó eventos en plazas de ciudades como Barranquil­la o Valledupar.
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