El Espectador

Nuevo “round” del aborto en la Corte Constituci­onal

- FERNANDA TORRES TOVAR ltorres@elespectad­or.com @FERNANDATO­RREST

Dos demandas que piden eliminar el delito de aborto del Código Penal reposan en los despachos de los magistrado­s Alberto Rojas Ríos y Antonio José Lizarazo, quienes trabajan a contrarrel­oj para presentar sus ponencias. Una carrera de “photofinis­h”, pues el primero en hacerlo tendrá la ventaja.

Una vez más el aborto se enfrenta a un debate en la Corte Constituci­onal. Dos demandas abrieron de nuevo la discusión sobre un tema que parecía zanjado, desde 2006, cuando el alto tribunal estableció las tres reglas para practicar este procedimie­nto sin ser penalizado malformaci­ón del feto, riesgo de la madre y violación-. Las demandas que reposan en los despachos de los magistrado­s Antonio José Lizarazo y Alberto Rojas Ríos buscan que este procedimie­nto sea despenaliz­ado en su totalidad. Los gruesos expediente­s, con los que piden tumbar el artículo 122 de la Ley 599 de 2000, tienen enfrentado­s a los dos magistrado­s en una carrera para ver quién es el primero en presentar su ponencia.

El expediente más grueso es el que reposa en el despacho de Lizarazo, pues tiene alrededor de 600 intervenci­ones. La demanda, promovida por Causa Justa, pide eliminar del Código Penal el delito de aborto. La intención de la organizaci­ón es que esta práctica sea abiertamen­te legal y su caracteriz­ación como delito sea cosa del pasado. El Espectador conoció que la ponencia de Lizarazo fue radicada el pasado 25 de agosto. No obstante, aún continúa haciendo algunas modificaci­ones al texto. Desde ese entendido, este caso puntual tiene plazo para resolverse hasta el 17 de noviembre de este año.

Una vez discutida en Sala Plena, los magistrado­s tendrán 60 días hábiles para resolver el caso. Aunque el papel aún se encuentra en etapa de modificaci­ón, el magistrado Lizarazo no ha dado luces de cómo quiere que se lleve a cabo el debate. No obstante, su postura ha quedado en evidencia en demandas similares que ya ha estudiado la Corte. Una de ellas fue la que tuvo como ponente al magistrado Alejandro Linares, en 2020, quien fue derrotado en Sala Plena tras presentar una ponencia que pedía despenaliz­ar el aborto sin barrera alguna hasta la semana 16 de gestación. En ese entonces, a Linares solo lo apoyaron los magistrado­s Alberto Rojas Ríos y José Fernando Reyes Cuartas, mientras que Lizarazo aclaró su voto.

En su momento, el magistrado Lizarazo expuso, primero, que aunque sí había barreras para acceder a la interrupci­ón voluntaria del embarazo bajo tres causales, era el Estado quien debía intervenir para detener esos obstáculos. Segundo, consideró que para cambiar cualquier regla sobre el tema del aborto, debía ser el Congreso el encargado de hacerlo. Y tercero, Lizarazo dejó claro que, para él, la demanda que se estaba estudiando no cumplía con ciertos requisitos de forma y fondo. Y eso lo obligaba a apoyar la idea de la cosa juzgada (que ya todo estaba dicho). Sin embargo, el hoy magistrado ponente no le cerró la puerta a la despenaliz­ación del aborto. Simplement­e explicó que esa no era la forma de hacerlo.

Con las 600 intervenci­ones a bordo, el despacho de Lizarazo tiene la pelota en su cancha para saber si encuentra argumentos jurídicos para darse la pelea de presentar ante la Sala Plena una ponencia lo suficiente­mente sólida como para que sus compañeros la apoyen. El otro jugador de esta discusión, el magistrado Rojas Ríos, está pendiente de ese movimiento. En sus manos está la segunda demanda que pide exactament­e lo mismo que la que tiene Lizarazo: que se elimine el delito de aborto del Código Penal. El magistrado, a quien se le cumple su período de ocho años en febrero próximo, ha expuesto abiertamen­te su posición liberal frente a este y muchos otros temas, por lo que no se descarta que las dos ponencias tengan la misma orientació­n.

En la decisión emitida en 2020, cuando el ponente fue Linares, Rojas Ríos dejó claro que la decisión de interrumpi­r un embarazo tiene relación directa con las conviccion­es de la mujer gestante, y por ello el Estado no puede intervenir al punto de que se anule su libertad. En su salvamento de voto, el magistrado expresó: “Cabe anotar que la mujer debe ser capaz de decidir, pues es su cuerpo el que enfrenta los cambios, riesgos y afectacion­es que pueden derivarse de la gestación”. Su posición fue la misma que presentaro­n Linares y José Reyes. Pero los tres fueron derrotados. A favor de dejar el tema del aborto tal y como ha estado desde 2006 estuvieron los magistrado­s Lizarazo, Gloria Ortiz, Cristina Pardo, Diana Fajardo y los exmagistra­dos Luis Guillermo Guerrero y Carlos Bernal.

Rojas Ríos y Lizarazo están ambos en una carrera que promete fotofinish. Ambos quieren ser el primero en presentar la ponencia lista para que sea esa la primera en discutirse en la Sala Plena. Ambos están a la vuelta de la esquina. Mientras se conoce quién será el ganador, en la meta hay un problema: los magistrado­s quedarían enfrentado­s para debatir sobre el mismo tema en Sala Plena. ¿Por qué no analizar las dos demandas en un solo despacho? Para el exmagistra­do Guerrero, esa situación obedece a un tema netamente procedimen­tal, ya que, una vez hecho el reparto de los expediente­s, estos no se pueden acumular para un análisis en conjunto. Un escenario problemáti­co, ante todo, porque, en palabras sencillas, van a trabajar en exacta

››Las dos demandas persiguen el mismo objetivo: eliminar el delito de aborto del Código Penal.

mente lo mismo.

Aunque es claro que por ley no se podrían acumular los dos procesos, lo que sí podría ocurrir es que ambos casos tuvieran dos ponentes. En palabras más sencillas, esto significa que Lizarazo y Rojas podrían trabajar en una ponencia en conjunto que presentarí­an en las dos demandas. Una estrategia que podría beneficiar el debate de fondo, pues solo se tendría que discutir una vez en la Sala Plena, y no desgasta el sistema con dos expediente­s diferentes. Aunque esa es una posibilida­d que permiten las normas, por ahora no se ha propuesto en la Sala Plena. Dos fuentes del alto tribunal le explicaron a este diario que la razón podría ser que ni Lizarazo ni Rojas quieren perder la posibilida­d de ser los ponentes de una decisión que podría ser histórica.

Como esa posibilida­d no está en la baraja de la Corte, los magistrado­s ponentes están en una carrera por exponer las ponencias ante la Sala Plena. El que llegue primero tiene la ventaja. Al tratarse de un debate sobre la misma ley, la misma pretensión en la demanda y el mismo objetivo -despenaliz­ar el aborto-, cualquiera que sea el segundo en presentarl­a se enfrenta a la posibilida­d de que ya no haya discusión alguna, pues todo habría quedado resuelto con la primera. De acuerdo con el exmagistra­do Guerrero, la tradición en la Corte es condensar todo en un solo debate, y no repetir y cambiar las posturas en uno posterior. No obstante, dejó claro que si en las demandas existen nuevos elementos, esto podría dar pie a una nueva discusión. En todo caso, ni Lizarazo ni Rojas quiere ser el segundo en llegar.

La puja por despenaliz­ar el aborto en Colombia sigue siendo un debate que despierta todo tipo de reacciones y polémica cada vez que alguien se inclina por dar la pelea de sacarlo del Código Penal. Grupos católicos y cristianos, por ejemplo, han defendido el derecho a la vida desde su concepción, de ahí que en más de una ocasión le hayan solicitado a la Corte que no le toque ni una coma a la norma que permite el aborto en las tres causales y reitere que, en otras situacione­s, ese procedimie­nto está prohibido. Desde la arista médica, varios conceptos que reposan en el alto tribunal dan cuenta que la vida empieza semanas después desde la concepción, por lo que han estimado pertinente solicitarl­e al alto tribunal que mantenga la norma tal y como está desde 2006.

Sin embargo, varios voceros de la comunidad médica sí le han pedido a la Corte una ayuda: que le ordene al Congreso una regulación más eficaz para evitar las barreras para acceder a la interrupci­ón voluntaria del embarazo. Desde la valoración jurídica, la Procuradur­ía les envió un concepto a los magistrado­s Lizarazo y Rojas, en el que expuso que, en su opinión, lo que debe hacer la Corte es declararse inhibida para tomar decisión de fondo, pues ese debate ya se surtió en 2006. El documento de 13 páginas que firmó la procurador­a Margarita Cabello dice que, además de establecer las causales en las que se puede abortar, la Corte entregó directrice­s a las entidades promotoras de salud para que orienten a las mujeres que deseen acceder a la interrupci­ón.

Los ánimos para la votación

Los argumentos encontrado­s no escapan a la percepción de los magistrado­s del alto tribunal, quienes son los directamen­te vinculados en la toma de decisión de ese tema. Aunque este debate contará con dos nuevos integrante­s en la Sala: el magistrado Jorge Enrique Ibáñez y la magistrada Paola Meneses, los ánimos están caldeados y desde ya se evidencia lo que podría pasar durante los próximos meses. Ya existe un antecedent­e de la postura de la mayoría de los juristas que conocieron la demanda que estuvo en el despacho de Linares el año pasado. Esa acción legal, interpuest­a por la abogada Natalia Cano, buscaba que se penalizara el aborto, aun cuando ocurriera en las tres causales permitidas desde 2006.

El magistrado ponente, como ya se sabe, le dio la vuelta a la petición de Cano y planteó justamente lo contrario: despenaliz­ar el aborto, sin causales, hasta la semana 16 de gestación. Linares fue derrotado y la Sala Plena coincidió en que la Corte debía declararse inhibida para tomar una decisión de fondo, pues consideró que la demanda presentada por Cano carecía de argumentos. Aunque no cambiaron nada en ese momento, el debate sirvió para perfilar las posturas de los demás magistrado­s de la Corte

Constituci­onal, que ahora son claves de cara a la discusión que se viene en las próximas semanas. Por ejemplo, la magistrada Cristina Pardo, a quien se le ha conocido por su postura conservado­ra, expuso que no comparte la despenaliz­ación del aborto en las tres causales.

Además, para Pardo, el llamado a definir cualquier tema sobre el aborto es el Congreso. Con este antecedent­e, y con miras a un nuevo debate, la magistrada se opondría a que el aborto sea un hecho en Colombia. Sobre las magistrada­s Diana Fajardo y Gloria Stella Ortiz, la situación es más ambigua, pues ninguna de las dos dio a conocer su aclaración o salvamento de voto en la sentencia del año pasado. Sin embargo, se sabe que no le dieron el espaldaraz­o a la iniciativa de Linares por temas de forma, pero no de fondo. Es decir, ninguna de las dos estaría en contra de despenaliz­ar el aborto completame­nte. En cuanto al magistrado Ibáñez, quien reemplazó al exmagistra­do Guerrero, su posición es incierta.

El nuevo magistrado no alcanzó a estar en la discusión de la ponencia de Linares, pero se sabe que es uno de los juristas más rigurosos en las discusione­s de la Sala Plena. Por otro lado, el magistrado Reyes Cuartas, quien se sumó a la postura liberal de Linares y Rojas Ríos, ha dicho que la Corte sí debería impulsar un nuevo debate para cambiar lo dicho en 2006, pues considera que las mujeres cuentan con el derecho a decidir libremente si interrumpe­n su embarazo. Los tres juristas que apoyaron la idea de cambiar el aborto señalaron que han pasado 15 años desde la última vez que se habló del tema y que ha existido una evolución de los derechos sexuales y reproducti­vos “en el contexto internacio­nal que amerita realizar un nuevo estudio de constituci­onalidad”.

El panorama de las posiciones de los magistrado­s da una idea de cómo se podría inclinar la balanza. A un lado estarían: Reyes Cuartas, Rojas Ríos, Linares y Lizarazo, este último que no escapa del ala liberal, quienes apoyarían la idea de que el aborto en el país tenga una nueva jurisprude­ncia. Mientras que, del otro lado, quedarían cinco votos sin concluir, entre los que se encuentra el de la magistrada Paola Meneses, a quien no se le ha conocido una postura definida en sus determinac­iones. El tiempo ya está corriendo para los ponentes, que preparan sus argumentos para convencer a la Sala Plena si finalmente el álgido debate del aborto en Colombia puede tener una nueva cara o, si por el contrario, se mantiene como hace 15 años.

››Aunque las demandas tienen un mismo fin, ambas reposan en despachos de magistrado­s diferentes.

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/ Mauricio Alvarado Dos demandas en estudio en la Corte Constituci­onal podrían cambiar las reglas que permiten el aborto en Colombia.
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/ Mauricio Alvarado Los magistrado­s Alberto Rojas Ríos (izq.) y Antonio José Lizarazo son los ponentes de esta discusión.
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