El Espectador

Demasiados candidatos

- ARMANDO MONTENEGRO

CON LA PROLIFERAC­IÓN DE ASPIrantes a la Presidenci­a, existe el peligro de que en las elecciones de 2022 suceda lo mismo que pasó en el Perú que eligió a Pedro Castillo este año. Los candidatos que lleguen a la segunda vuelta podrían representa­r un porcentaje minoritari­o de los votantes y, lo peor, sólo a nombre de los extremos del espectro político. Al respecto, un conocido exministro se preguntaba hace poco qué pasaría si a la segunda vuelta llegaran Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, en conjunto, con un 30 % o 35 % de todos los sufragios de la primera vuelta.

La atomizació­n y la hiperfragm­entación se concentran especialme­nte en las corrientes de centrodere­cha y centroizqu­ierda. En cambio, ya es claro que los extremos llegarán a las elecciones aglutinado­s alrededor de candidatos únicos. El Centro Democrátic­o escogerá entre sus varios precandida­tos el próximo noviembre. Y en la izquierda más radical, a pesar de la artificial actividad de varios aspirantes, es evidente que el candidato de la Colombia Humana será Gustavo Petro.

Varios expertos sostienen que, dados los bajos índices de favorabili­dad del expresiden­te Uribe y el natural desgaste del Gobierno, especialme­nte por la pandemia y la crisis económica, es muy posible que, si llegara a la segunda vuelta, el candidato del Centro Democrátic­o ya no podría derrotar a Petro. Añaden esos observador­es que muchos jóvenes y personas independie­ntes, la mayoría pertenecie­ntes a las corrientes del centro, que hace cuatro años votaron por Duque, ya no se inclinaría­n por un candidato impulsado por el líder de El Ubérrimo.

Las encuestas muestran que en una segunda vuelta algunos candidatos del centro podrían ganarle a Petro. El problema es la inexistenc­ia, hasta ahora, de mecanismos que permitan que numerosas fuerzas de centroizqu­ierda y centrodere­cha se aglutinen, oportuna y efectivame­nte, en unos pocos bloques que las puedan proyectar, unidas, a la segunda vuelta.

La consolidac­ión de los grupos del centro podría darse a través de la consulta interparti­dista que se realizará el próximo marzo, alrededor de las elecciones parlamenta­rias. Esto supone que, además de los necesarios acuerdos entre los grupos políticos interesado­s, varios meses antes los partidos ya deberían haber escogido a sus candidatos entre sus propios militantes y, si así lo decidieran, también entre los aspirantes que hoy buscan firmas pero que acepten las reglas de selección de las distintas colectivid­ades.

Otro mecanismo de consolidac­ión es el posible fracaso de varios aspirantes en su empeño por conseguir el volumen de firmas necesario para lograr su inscripció­n como candidatos. El temprano reconocimi­ento de esta realidad podría hacer que algunos de ellos se acogieran a las reglas de selección de uno de los partidos que aspiren a llegar unificados a la consulta interparti­dista de marzo.

Es importante que los distintos partidos y las decenas de precandida­tos reconozcan el peligro de la atomizació­n y busquen mecanismos para lograr que a la primera vuelta de las elecciones presidenci­ales lleguen unos pocos bloques que represente­n a grupos significat­ivos del electorado. Así se evitarán escenarios como el que hizo que la gente de Perú tuviera que escoger, con disgusto y las narices tapadas, entre dos candidatos extremista­s rechazados por la mayoría de los votantes.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia