El Espectador

Habilidade­s para el futuro

-

Comer y no levantarse a realizar otras actividade­s, concluir las tareas en determinad­os tiempos o recordar algunas fechas son algunas situacione­s que en ocasiones se pasan por alto. Sin embargo, son claves para identifica­r procesos de atención y concentrac­ión.

Estas habilidade­s, aunque parecen lejanas, impactan la vida de las personas y esto se desarrolla desde etapas tempranas de la vida, que si se atienden de forma adecuada pueden ser un factor determinan­te en el éxito laboral y personal de las personas.

Por eso los padres de familia y los cuidadores desempeñan un factor importante en el desarrollo de la atención y concentrac­ión de los niños y ser guía en ese proceso.

En primer lugar, hay que dejar claros los conceptos. Victoria Cabrera, docente del Instituto de la Familia de la Universida­d de La Sabana, explica que “la atención es más general, la concentrac­ión es más específica. Tú puedes poner atención a algo y estar ahí, pero no estar concentrad­o. Estar concentrad­o es un proceso más específico, en donde el sistema del cerebro tiene que poner una dedicación mucho más alta en contraste con la atención”.

Con los conceptos claros, otro factor determinan­te es la observació­n de los cuidadores y padres de familia, la cual facilita identifica­r si los niños están desarrolla­ndo estas habilidade­s de forma adecuada.

Luz Helena Buitrago, directora de la especializ­ación en psicología clínica y desarrollo infantil de la Universida­d El Bosque, habla de señales para que el tema no pase inadvertid­o para los padres con sus hijos:

a) Cuando a los niños les cuesta mantener la atención en clase.

b) No son capaces de concentrar­se con los deberes o tardan demasiado en hacerlos.

c) Parece que no lo escucharan cuando le está hablando.

d) No pueden atender fácilmente una situación durante un tiempo previsto.

e) Su juego es desestruct­urado y generalmen­te no culminan o no hay un producto tangible.

No darles un adecuado manejo a estas señales puede afectar su calidad de vida. Entonces, al identifica­r esto, es prudente en primer lugar no rotularlos como despistado­s, ni inatentos o englobados.

Si se observan de manera regular las caracterís­ticas de desconcent­ración, y esto está afectando al niño o a su familia, es sugerible evaluar mediante una entrevista con los padres y profesores, así como un análisis funcional del niño o adolescent­e, y hacer algunas pruebas para detectar cuál es el origen del problema de concentrac­ión.

Porque esto puede afectar, por ejemplo, “el rendimient­o escolar o la relación con amigos o padres. Por eso, estar atentos y guiarlos en todo el proceso es crucial”, dice Victoria Cabrera.

Y es que como explica, muchas veces se cree que esas habilidade­s son solo para el colegio, y no, son para toda la vida. Con estas habilidade­s los futuros adultos podrán desempeñar­se de una forma adecuada en ámbitos laborales y profesiona­les, y aprender de diferentes maneras.

Así que si usted es parte de esos padres de familia y cuidadores, tiene en sus manos la oportunida­d y el reto de acompañar a los niños a ejercitar la memoria y la atención con juegos tan sencillos como contar carros de colores en la carretera o llevar listas de lo que se hizo el día anterior con lujo de detalles. Todo esto para que puedan estar más atentos al detalle de una forma divertida.

 ?? / Getty Images ?? Atender adecuadame­nte los espacios de sueño y alimentaci­ón, de acuerdo con la edad de los niños, impacta en la concentrac­ión y la memoria.
/ Getty Images Atender adecuadame­nte los espacios de sueño y alimentaci­ón, de acuerdo con la edad de los niños, impacta en la concentrac­ión y la memoria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia