El Espectador

¿Qué ha pasado con el COVID-19 en la capital?

- MÓNICA RIVERA RUEDA mrivera@elespectad­or.com @Yomonriver

Aunque las cifras han alcanzado niveles similares a los registrado­s en los primeros días de la pandemia, tanto la Secretaría de Salud como el Gobierno Nacional aseguran que tendremos otro pico este año. La cuestión está en avanzar en la vacunación, especialme­nte en aquellas personas vulnerable­s, como las gestantes, y seguir con las medidas de autocuidad­o.

Las cifras han sido favorables para la ciudad en los últimos dos meses. Luego de la tercera oleada de COVID-19 se han reducido considerab­lemente los casos activos, así como la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI), lo que ha permitido flexibiliz­ar algunas medidas, como el porcentaje de personas en los lugares cerrados. Pese a esto se cree que habrá un nuevo pico en el que varios factores serán determinan­tes.

Primero hay que aclarar las condicione­s de la capital. En este momento hay 2.212 casos activos, de los cuales la mayoría se concentran en las localidade­s de Suba (260), Kennedy (230), Engativá (203) y Bosa (123). En cuanto a las UCI, hay 350 de 803 camas COVID-19 ocupadas, mientras que en el plano general la ocupación es del 64 %, con 1.251 unidades en uso, de 1.955 que están habilitada­s.

De acuerdo con el secretario de Salud, Alejandro Gómez, estas cifras fueron determinan­tes para aumentar el aforo en los lugares cerrados al 75 %, pues no solo se ha visto una reducción en la presión al sistema de salud, sino que se ha reducido la positivida­d en las pruebas, que está cerca del 4 %. Vale aclarar que en el tercer pico alcanzó a estar cerca del 50 %. Pese a esto, Gómez ha insistido en los últimos días en que el virus sigue circulando en la capital.

En este sentido, el Gobierno Nacional ha dicho que un cuarto pico “es una eventualid­ad real”, que podría darse la última semana de octubre y cuya mortalidad es una incógnita, debido a que depende tanto de la vacunación como del impacto de nuevas cepas como delta y mu. Por eso el Distrito le ha apostado a fortalecer la vacunación, en especial en mayores de 50 años, ya que dos de cada cinco siguen sin vacunarse, y en mujeres gestantes, de las cuales habría 30.000 en la ciudad a las que no les han aplicado dosis.

Para Luis Jorge Hernández, experto en salud de la Universida­d de los Andes, la estrategia se ha centrado en la mitigación, mas no en la eliminació­n del virus. “No podemos confiar solo en las medidas farmacológ­icas. En Estados Unidos tuvieron que volver a pedir el uso de tapabocas en lugares cerrados, por lo que aquí no podemos dejar de enfatizar en un buen PRASS (pruebas, rastreo y aislamient­o selectivo sostenible). Estamos en un valle, pero no hay que confiarse”.

Sobre este mismo punto, Julio Chacón, médico epidemiólo­go del equipo de investigac­ión del COVID-19 de Colsánitas, cree que la conclusión más importante de esta enfermedad es hay que ser muy resiliente­s en la forma de adaptarnos a lo que se va presentand­o, y aunque el comportami­ento no ha sido el mismo en todos los países, en nuestro caso hay que tener en cuenta variables adicionale­s, como las enfermedad­es respirator­ias por la temporada de lluvias.

“Ya hemos visto que los otros virus están causando enfermedad­es respirator­ias, pero creo que lo importante para determinar la severidad de una cuarta ola dependerá de la vacunación y que la gente respete las medidas de autocuidad­o. Hasta ahora no hay tratamient­os corroborad­os, por lo que seguimos dependiend­o de la prevención”.

De lo que pueda venir, Hernández piensa que un aumento de casos pueda que no implique una nueva presión en las UCI o aumento en la mortalidad. Sin embargo, cree que es necesario que se mantenga la claridad en las cifras ante casos como el de mujeres gestantes, para quienes el COVID-19 ha sido la principal causa de muerte este año. “En Bogotá se han anunciado los lugares con mayor transmisib­ilidad, pero no hay claridad en otros indicadore­s”.

Ante esto el llamado es a mantener las medidas, así como a continuar con la vacunación, ya que si bien se esperan vacunas para completar la aplicación de segundas dosis de Moderna, la ciudad cuenta con la capacidad para garantizar los esquemas completos con Sinovac, Pfizer y AstraZenec­a, y así lograr la cobertura útil para evitar nuevos estragos por cuenta de la pandemia.

››El Gobierno Nacional ha dicho que la llegada de una cuarta ola podría darse en la última semana de octubre. Esto depende de la vacunación y la circulació­n de las variantes.

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