El Espectador

El peligro de los brotes de xenofobia

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EN LA MEDIDA EN QUE AUMENTA EL número de migrantes que se desplazan por los países de la región, cada cierto tiempo se encienden las alarmas de la xenofobia. Unos días atrás en Chile, personas que estaban molestas con la llegada de extranjero­s llevaron a cabo en Iquique un hecho que ha recibido críticas dentro y fuera del país, cuando fueron quemadas las pocas pertenenci­as de migrantes venezolano­s. Días antes, las imágenes de funcionari­os policiales a caballo deteniendo a migrantes haitianos, en el sur de Estados Unidos, también produjeron indignació­n.

Existen personas que tienen un sentimient­o de especial rechazo hacia todos aquellos que sienten como una invasión o una amenaza, sin asidero en la realidad. Se trata, en su infinita mayoría, de seres humanos que han tenido que abandonar sus hogares, sus familias o sus fuentes de escasos ingresos, para buscar mejores posibilida­des de vida en otros países. El caso de Venezuela ha sido, con su dolorosa realidad, de conocimien­to de primera mano en Colombia. Casi dos millones de los cerca de seis millones de venezolano­s que han dejado su país, forzados por el hambre, la falta de trabajo, salud, educación o por la dictadura, están aquí. La gran mayoría, como en su momento lo hicieron los colombiano­s que migraron a Venezuela en los últimos 50 años, son gente trabajador­a que quiere labrarse un futuro mejor.

En el caso de Chile, las personas que pasan por Iquique, como se ha visto en otros países de la región, colocan carpas improvisad­as en la vía pública. Mientras tanto, se presentan roces con los lugareños que terminan ampliándos­e con alguna chispa circunstan­cial y el resultado final es una gran pira en la que se queman carpas, colchones, ropa, juguetes de niños, carritos para bebés y documentos, mientras cerca de cinco mil personas participan en este tipo de hechos.

En diferentes circunstan­cias, el caso de los haitianos en una localidad fronteriza con México, en Texas, debe llamar a la reflexión. Cerca de 12.000 migrantes trataban de buscar asilo en Estados Unidos. Normalment­e la Patrulla Fronteriza recibe a los migrantes mientras se define su situación. Con el ingreso de los haitianos apareciero­n agentes a caballo. Las fotografía­s generaron fuertes críticas contra el gobierno del presidente Joe Biden, quien salió a los medios para asumir la responsabi­lidad de lo acontecido. Esto se suma a la forma en que el anterior presidente, Donald Trump, manejó el tema de los migrantes en la frontera con total indolencia y falta de solidarida­d. Ilhan Omar, congresist­a demócrata, calificó lo sucedido como “abusos de los derechos humanos (…) crueles, inhumanos y una violación de las leyes nacionales e internacio­nales”.

En el caso de Colombia, el presidente Iván Duque asumió un liderazgo internacio­nal con la política adoptada de dar protección temporal a los migrantes venezolano­s. Es un hecho que se ha reconocido a escala nacional e internacio­nal. Sin embargo, su ejemplo no ha repercutid­o en ningún otro país de la región. Es de esperar que, ante el flujo constante de migrantes, se puedan adoptar políticas regionales acordes con una realidad que no va a desaparece­r.

‘‘La

humillació­n a los migrantes en Chile y Estados Unidos se suma a una triste lista de actos xenófobos”.

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