Café ilegal sustituye coca
EL CULTIVO DE HOJA DE COCA TIENE un precio de sustentación definido por el Gobierno de Colombia y apoyado por el Gobierno de Estados Unidos, que hace que ningún producto le pueda competir en rentabilidad. El precio de sustentación se le otorga cuando se determina que su cultivo es ilegal.
Esta reflexión no es nueva, pero toma vigencia ahora que los candidatos a la Presidencia deben tomar una posición a este respecto. En “Deforestación, coca y café” escribí: “A la pregunta sobre cuál puede ser una alternativa para sustituir la coca, mi respuesta es simple: la alternativa es el café, pero siempre y cuando hagamos que el cultivo del café sea ilegal”, pues solo algo ilegal reemplaza a lo ilegal.
Legalizar el cultivo de coca no significa resolver los problemas que nos genera el narcotráfico. Legalizar el cultivo busca despenalizar al campesino y contribuye a que este salga del círculo de influencia de los grupos armados que dominan el negocio del narcotráfico. Legalizar el cultivo es un paso importante en la construcción de la paz entre los colombianos y de nosotros con la naturaleza, pues desaparecen las condiciones que lleva a que su cultivo se realice en lugares apartados, destruyendo valiosos bosques biodiversos.
Si no legalizamos los cultivos; guerrillas, paramilitares y delincuentes comunes seguirán masacrando campesinos, perpetuando la violencia y jalonando la deforestación. La legalización como parte de la estrategia de paz para Colombia favorece los intentos de sustitución de cultivos y evita que la guerra se siga financiando con el trabajo del campesino. Esto no significa erradicar los problemas conexos del narcotráfico; solo implica, pero es un efecto muy importante, sustraer al campesino de la cadena del narcotráfico.
Discusión distinta, que se debe adelantar en el ámbito de Naciones Unidas, es si se conserva como ilícita la producción, comercialización y distribución de cocaína. Si no se modifica esta condición, se debe focalizar la estrategia en la destrucción de los laboratorios que producen cocaína y hacer seguimiento a los narcotraficantes que transportan y comercializan cocaína y pasta base.
Para que el campesino cambie de actividad, se debe garantizar el mercado para los productos provenientes de procesos productivos sostenibles, amigables con la conservación de la biodiversidad, y complementar su ingreso con una compensación o pago de servicios ambientales.
Tenemos que ser creativos para evitar la expansión del narcotráfico, enfrentar la crisis climática y avanzar en el proceso de paz. Una propuesta de convergencia y punto de partida son acuerdos de compensación por conservación y evitar la construcción de carreteras en zonas de bosque natural. Las buenas tierras para la producción agropecuaria tradicional estaban ocupadas desde mucho antes del Acuerdo de Paz, las que hoy están en bosque tienen usos potenciales distintos a los agropecuarios. Para integrar el bosque a la frontera productiva con criterios climáticamente inteligentes, además de legalizar el cultivo de coca, se requieren compensaciones por acciones de conservación y fomentar mercados estables y rentables de productos provenientes del uso sostenible del bosque y de la reconversión a sistemas silvopastoriles en la ganadería.