La “Cátedra Molano”: un impulso para la memoria histórica en el posconflicto
Mañana será el lanzamiento de la “Cátedra Alfredo Molano: voces y verdades de la Colombia profunda”, un espacio pensado para la creación de debates y aplicación de conocimientos sobre la realidad territorial, inspirados en el trabajo del maestro.
Cuando Alfredo Molano Bravo (q.e.p.d.) fue galardonado con el Premio Simón Bolívar a la Vida y Obra, reservado para los más grandes del periodismo en Colombia, dijo en su discurso una frase que, de forma sucinta, resumió su vocación de andar a pie y a caballo por casi todas las planicies, páramos, baldíos, montañas y ríos del país, para recopilar y editar las voces falsificadas e ignoradas en las regiones, como él las llamaba. Claro, con un particular interés en su entrañable Orinoquia, que tantas veces mencionó en sus libros y columnas.
“He tomado partido contra las imputaciones criadas por el interés privado contra la gente que anda por las trochas y por los atajos, por calles sin asfaltar, y que nada esconde, porque nada tiene que perder”, sentenció aquella noche de noviembre de 2016.
Ese sentido crítico, inspirador de fieles retratos de la realidad colombiana que vio decenas de años de guerra y que inmortalizó en textos imprescindibles para la historia colombiana del último siglo, como Trochas y fusiles, Del Llano llano, Desterrados o Ahí les dejo esos fierros, solo por mencionar algunas dentro de su treintena de obras publicadas, también lo volvieron acreedor, de forma póstuma, de una cátedra pensada a partir de su legado. Un estímulo para la memoria histórica, ideado por su familia y por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV).
Saúl Franco Agudelo, comisionado de la Verdad y uno de los propulsores de la “Cátedra Alfredo Molano Bravo, voces y verdades de la Colombia profunda”, aseguró que este espacio, cuyo lanzamiento será en la jornada de este 21 de octubre, “creará un estímulo para la investigación sobre la realidad, el conflicto y la paz en Colombia. No será una cátedra académica clásica, sino que, siguiendo el legado de Alfredo y el servicio de la Comisión, tendrá un carácter eminentemente regional y profundamente participativo, en donde converjan personas desde la academia, hasta los lugares más apartados del país, aquellos tan documentados por él. Claro, sin ser esto una intención para glorificarlo, más bien un aporte para la superación de la guerra”.
En aras de esa diversidad pedagógica y participativa, el evento inaugural de la cátedra tendrá dos momentos. El primero será una instalación magistral a cargo del sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, amigo cercano de Molano, y de Clemencia Carabalí Rodallega, lideresa caucana y defensora de derechos humanos. La segunda parte se ocupará de la realización de un taller en Villavicencio (Meta), dirigido a un acercamiento con los temas regionales que investigó Alfredo Molano Bravo y que están en la agenda prioritaria de la CEV, para relatar el conflicto armado.
Las últimas energías de la vida de Alfredo Molano justamente fueron dedicadas con empeño y optimismo a la Comisión de la Verdad. Allí, siguiendo el testimonio del comisionado Saúl Franco, “demostró toda la riqueza de su trabajo metodológico estando en campo, ayudó a desarrollar ideas que construyeran paz, nos hizo confrontar con nuestros prejuicios y con eso avanzamos. Su pérdida fue irreparable para nosotros, como posteriormente lo fue la partida de Ángela
Salazar, pero por él, por ellos, en honor a su memoria y siguiendo la difusión regional que representa la Comisión, sentamos las bases de esta cátedra que perdurará por el tiempo e involucrará a los entusiastas por un país mejor”.
Por su protagonismo en el ámbito pedagógico, la CEV y la familia Molano no son los únicos responsables de la “Cátedra Alfredo Molano”. El Sistema Universitario Estatal (SUE), con instituciones públicas y privadas, tomará un rol preponderante para difundir el espacio entre sus aulas y hacerlo extensivo a las poblaciones en todas las regiones del país.
Hasta la fecha de publicación de este artículo, casas de estudio como la Universidad del Magdalena, Área Andina, la Universidad del Llano, la Universidad de Tolima, Uniminuto, la Universidad de los Andes, la Universidad Nacional, la Universidad Javeriana, entre otras, le han abierto sus puertas a esta iniciativa.
Gladys Jimeno, esposa de Alfredo
Molano Bravo, quiere que los beneficiados de la cátedra sean “nuevas generaciones de jóvenes negros, negras, lideres y jóvenes campesinos y campesinas, étnicos, mujeres lideresas de las comunidades y, en general, las generaciones actuales y por venir de estudiantes, ojalá desde el bachillerato y no solo universitarios”.
La cátedra después del mandato de la CEV
Como está estipulado dentro de los lineamientos de las instituciones transicionales surgidas tras el Acuerdo de Paz, cuando termine el mandato de la Comisión de la Verdad entrará en vigor un comité de seguimiento a los resultados y aportes que dejó la institución.
En este marco, será creado un grupo gestor de la cátedra, que estará compuesto por un comité coordinador, en el que participarán el sector de seguimiento de la CEV; la familia Molano, representada por Gladys Jimeno, y la SUE. Por otro lado, habrá una secretaría técnica, cuya labor recaerá sobre alguna de las universidades que ofrezcan la cátedra y se quiera vincular con temas logísticos y operativos, para que el espacio se haga más robusto con el tiempo y cale en todos los sectores sociales.
Los comisionados de la Verdad, en conjunto, han dicho que no se quieren perpetuar en la cátedra, sino que les quieren dar libertad a las universidades y demás sectores de la sociedad civil que la acojan, en orden de que la sientan como propia y la conviertan así en un núcleo de investigación para analizar los vaivenes del conflicto colombiano, a la luz de lo que vieron los ojos de Alfredo Molano Bravo.
“Para conocer hay que andar”. Esta lección que el maestro Molano se llevó de una travesía en El Charco (Nariño) por parte de un local, es un insumo que la cátedra pretenderá transmitir. Con sus historias, que seguramente se complementarán o rebatirán con el de otras perspectivas, el país gana otro gran relato en aulas, campos y hogares de las tragedias que no se quieren repetir nunca.
‘‘He tomado partido contra las imputaciones criadas por el interés privado contra la gente que anda por las trochas y por los atajos, por calles sin asfaltar, y que nada esconde, porque nada tiene que perder”.
Alfredo Molano Bravo