Ojo con el 2022
En la política colombiana tenemos una seguidilla de victorias electorales presidenciales de Álvaro Uribe Vélez; ello, gracias a la acogida mayoritaria de ideas políticas diseñadas bajo el liderazgo caudillista de salvar la patria de enemigos internos y externos. Por ello, en parte, durante las últimas dos décadas, en el país no ha salido avante una campaña con propuestas políticas alternativas y liderazgos, compromisos y discursos decentes en plaza pública. Sin ser los más eruditos en ese idealismo político alternativo, en el archivo nacional reposan las intentonas políticas de Horacio Serpa, Antanas Mockus, Sergio Fajardo y Gustavo Petro, entre otros, pero la idea de algunos sectores políticos es que esas intentonas no se desarchiven en el 2022.
En estos 20 años de continuismo político se ha forjado la idea del socialismo cubano-venezolano como el enemigo externo, y de los candidatos desligados del partido de gobierno como los enemigos internos de la patria y promotores de toda suerte de expresiones antidemocráticas. Eso sí, vendiendo como antítesis que la solución y conjura a tales improperios es la línea uribista.
“Ojo con el 2022”, es la nueva expresión de alarma que promulga un importante sector político del país, frente a las elecciones presidenciales que se realizarán con ocasión de la terminación del período constitucional del actual presidente, Iván Duque. La recurrente cita se ha convertido en la muletilla del partido de gobierno y de algunos de sus más importantes aliados políticos para dar un toque moderno a las expresiones “pro-Farc”, “socialismo del siglo XXI” e “ideología de género”, y sembrar desconfianza colectiva en la opción que ofrecen sus más “cercanos” contendientes políticos. De cualquier modo, en esta oportunidad electoral, resulta más propicio dejar la retórica del enemigo interno y revisar qué legado tenemos de esos 20 años de gobierno, para que, en una mirada retrospectiva de 2022, la frase acuñada tenga un sentido justificado.
¿Está de acuerdo con la representación política y diplomática que ha tenido Colombia a nivel nacional e internacional? ¿Se siente conforme con la inversión y destinación que se ha dado al presupuesto general de la nación? ¿Considera que el Estado conserva indemne su sistema de pesos y contrapesos en los poderes públicos? En su criterio, ¿ha disminuido la corrupción en el manejo de recursos públicos?
Sus respuestas a estos y otros interrogantes seguro concederán un significado fidedigno a la expresión “Ojo con el 2022”.
Alfredo Pradilla Silva.