El Espectador

La extrema derecha española, ¿a la conquista de Colombia?

La participac­ión de Andrés Pastrana en un evento del partido Vox y las firmas de congresist­as del Centro Democrátic­o en la Carta de Madrid advierten de los pasos que ya da la colectivid­ad de extrema derecha en el país.

- JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO jlombo@elespectad­or.com @JuanLombo

Justo la misma semana en la que el presidente Iván Duque denunciaba la posible injerencia de Venezuela en las elecciones de 2022, en España llamaba la atención que Andrés Pastrana participar­a del Viva 21, un evento del partido de extrema derecha Vox. El expresiden­te envió un video en el que llegó a emitir cuestionam­ientos en contra de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH). Aunque el mensaje pasó casi inadvertid­o en el país, en la península ibérica alertó a varios sectores políticos ante el alcance que ha venido Vox en varios países de Latinoamér­ica.

En el controvert­ido mensaje, Pastrana se fue también lanza en ristre en contra del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, señalándol­os como “responsabl­es” de las protestas en varios países de la región, incluyendo Colombia. Para él, estas dos organizaci­ones tienen una estrategia de desestabil­ización que incluye las manifestac­iones, la visita de organizaci­ones de derechos humanos “para levantar informes calumnioso­s” y el apoyo a candidatos, “quienes se presentan como alternativ­a a la crisis que ellos mismos han creado”. Para concluir su mensaje, el exmandatar­io hizo un llamado a “todas las fuerzas democrátic­as de la Iberosfera” con el fin de “unirnos para combatir la amenaza”.

En diálogo con El Espectador, Pastrana trató de restarle impacto al video, pues negó algún acercamien­to a Vox y aseguró que su participac­ión en el Viva 21 fue debido a que “me llamaron los amigos para ver si podía hacer una declaració­n del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, no hablando de Vox o de la política española”. Y agregó: “Respeto a Vox, son mis amigos, pero ¿cómo vamos a tener acercamien­tos cuando soy de la

Internacio­nal de Centro?”. Sin embargo, habló de metas en común debido a que, según recalcó, hay que “unir nuestros esfuerzos para que combatamos la izquierda que nos quieren imponer. Es claro que compartimo­s el mismo objetivo: combatir la izquierda”.

Además de reconocer ese punto en común, llama la atención que el expresiden­te haga referencia a la Iberosfera, una palabra acuñada por Vox. Esta, como comentó el profesor Pablo Simón, de la Universida­d Carlos III de Madrid, fue creada para reemplazar términos como Iberoaméri­ca, hace referencia a la naturaleza nativista y nacionalis­ta de Vox y “trata de reivindica­r el pasado imperial de España”. Precisamen­te, Vox incluye en su “Agenda España” un capítulo a la Iberosfera, que define como “un ámbito de relación natural de España a nivel político, económico y cultural. Más de 700 millones de personas comparten un legado y dos lenguas hermanas, hoy amenazadas por regímenes totalitari­os y comunistas”.

Este término también domina la

Carta de Madrid, un documento creado por la Fundación Disenso, de Vox, y que habla de la “defensa de la libertad y la democracia en la Iberosfera”. Entre los varios puntos de esta se lee la advertenci­a sobre una supuesta amenaza de un “proyecto ideológico y criminal que está subyugando las libertades y derechos de las naciones”. El proyecto al que hacen referencia es “el avance del comunismo”, que “supone una seria amenaza para la prosperida­d y el desarrollo de nuestras naciones”. Dicho documento cuenta con 8.935 firmas de diferentes latitudes, entre las que figuran seis rubricas colombiana­s: John Marulanda (presidente de Acore), María Clara Escobar (directora del Instituto de Ciencia Política) y Margarita Restrepo, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín (congresist­as del Centro Democrátic­o).

La presencia de estas firmas habla del alcance que ha tenido Vox en el último tiempo en Colombia. Al consultar a las congresist­as uribistas por la carta, fue la senadora Paola Holguín la que destacó el “valor” del documento y aseguró que lo firmó debido a que venía de una fundación que trabaja por la “democracia y las libertades”. Asimismo, reconoció que existe relación con Vox, a partir de un vínculo fundamenta­do en tener una gran apertura y relación con varios partidos del mundo. Las otras congresist­as no quisieron pronunciar­se. No obstante, más allá de la carta, es claro que la unión entre el Centro Democrátic­o y Vox tiene registro desde hace mucho más tiempo.

Solo vale recordar que hace más de un año, a pocos días den que comenzaran las restriccio­nes por el

COVID-19, se habló de la posibilida­d de una escisión del partido de gobierno, según registró este diario. Esta, que estaría siendo liderada en su momento por Cabal, Holguín y otros del ala más dura del uribismo, tenía entre sus posibilida­des llamarse Vox Colombia y compartir varios de los postulados de su homónimo español. Además, durante la pandemia, el Centro Democrátic­o celebró un conversato­rio virtual en el que los invitados especiales fueron Iván Espinosa de los Monteros y Hermann Tertsch, ambos del partido de ultraderec­ha español, que contó también con la presencia de Óscar Iván Zuluaga, María Fernanda Cabal y Alejandro Corrales, entre otros. En ese encuentro, Espinosa de los Monteros catalogó a Colombia como un referente debido a que en el plebiscito por la paz de 2016 se “expresó con claridad que querían algo distinto al consenso ‘progre’ que les querían imponer”.

La cercanía entre el partido uribista y Vox, además del discurso de Pastrana, tiene distintas lecturas. Desde España, conocedore­s en el tema, como el politólogo Pablo Simón o el investigad­or Román Cuesta, concuerdan en una intención de crear una especie de internacio­nal conservado­ra. “Vox contempla Latinoamér­ica como un territorio de expansión y sus posturas ultraconse­rvadoras encuentran cobijo en organizaci­ones ideológica­mente del mismo corte. En Colombia, el Centro Democrátic­o”, señaló Cuesta. En este mismo sentido, Simón comentó que la colectivid­ad española ha “tratado de tener ramificaci­ones internacio­nales para tener legitimida­d internacio­nal” y estaría intentando imitar en Latinoamér­ica un modelo, del que fueron observador­es, que consiste en “una internacio­nal de partidos conservado­res y radicales”.

La lectura desde Colombia es un tanto diferente. Para el profesor Yan Basset, “es normal que los partidos políticos tengan vínculos internacio­nales. Es una tradición bastante antigua, más propia de los partidos de izquierda”. Sin embargo, reconoció que es algo que no era tan común en América Latina, que cambió con el giro a la izquierda de 2010. Sin embargo, expresó que era algo esperable en el Centro Democrátic­o, no tanto de Pastrana, puesto que “tiene este posicionam­iento de derecha radical y es claro que tenga está cercanía con los partidos de Europa”. No obstante, miembros del Centro Democrátic­o buscaron distanciar­se de los posibles vínculos con el partido de ultraderec­ha español.

››Cuatro congresist­as del Centro Democrátic­o firmaron la Carta de Madrid, escrita por una fundación de Vox: Cabal, Valencia, Holguín y Restrepo.

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/ Getty Images Vox ha puesto su atención en Latinoamér­ica, incluyendo a Colombia.
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