Las estrategias en marcha para conservar los peces del río Cauca
El alimento y la reproducción de las especies ícticas del río Cauca son estudiados a través de convenios ambientales con la Universidad de Antioquia y la Universidad de Córdoba. La diversidad de especies, rutas migratorias, áreas de desove y estrategias d
A lo largo de la cuenca media y baja del río Cauca los pescadores insisten en un diagnóstico preocupante: cada vez hay menos peces. Ellos, sabedores ancestrales de las dinámicas, han visto cómo sus faenas de pesca son cada vez más difíciles. También reconocen que los ecosistemas acuáticos del río se han visto afectados por décadas a causa de actividades humanas que incluyen la pesca, pero que no se agotan allí, como tampoco se agotan con la llegada del Proyecto Hidroeléctrico Ituango en la última década.
Frente a este diagnóstico, conocido también por EPM, la empresa ha llevado a cabo una serie de convenios ambientales que, de manera general, propenden por la restauración de los ecosistemas y, en particular, apuntan a la protección del recurso pesquero. Esta estrategia involucra aspectos tan evidentes como complejos: es necesario conservar los peces protegiendo sus áreas de alimentación y reproducción. Dos trabajos de universidades persiguen esos objetivos: el de la Universidad de Antioquia y el de la Universidad de Córdoba.
La pista de los peces y su alimento
Cerca del 24 % de las especies de peces del río Cauca están en alguna categoría de amenaza. Algunas como la doncella, el chango, el comelón, el capaz y el blanquillo han disminuido en su abundancia aguas abajo del proyecto hidroeléctrico. Esta conclusión parcial se desprende del estudio que adelanta desde el 2019 la Universidad de Antioquia para analizar la variabilidad de los peces a lo largo del tiempo en el río.
El profesor Emerson Parra, ingeniero acuícola, magíster en Recursos Hidrobiológicos y coordinador de la investigación, explica que el objetivo es “mirar la respuesta de los peces a esos cambios en el flujo de la corriente del río por la acción de la presa”. Esto requiere un seguimiento de hasta veinte años, aunque por lo pronto el contrato va hasta el año 2024.
La evaluación se hace en noventa estaciones de muestreo a lo largo del río, desde Bolombolo, corregimiento de Venecia (Antioquia), hasta Pinillos (Bolívar), en un recorrido de 550 kilómetros. De esta participan treinta profesionales entre biólogos, ingenieros acuícolas, profesionales ambientales y técnicos pesqueros, según cuenta Parra.
Esos equipos hacen parte del Grupo de Investigación de Especies Ícticas y del grupo Limnobase y Biotamar, adscritos al Departamento de Biología de la Universidad de Antioquia. El alcance de su trabajo va desde estudiar la composición y estructura de los peces en el medio y bajo Cauca hasta crear una colec